La mayoría de la población, por suerte no ha visto este tipo de fenómenos. Siendo muy chico, recuerdo que con mis padres estuvimos en la localidad de Monte Hermoso, al sud de la provincia de Buenos Aires.
Fue una vacación traumática por dos cosas, una por el roce un día por un “agua viva”, el ardor se me pasó al poner un trozo de cebolla sobre la zona de la pierna y la otra por lo que vimos un día de tormenta.
Estábamos en la habitación de un viejo hospedaje, mirando el mar, desde una ventana con los vidrios cerrados, ya que había algo de viento, más que de lluvia.
Empezaba a oscurecer, aparte del espesor de las nubes. Había dejado de llover, aunque se veían pequeños rayos dentro de las nubes y de pronto, desde el mar, casi “planchado”, comenzaron a venir bolas de fuego hacia la costa.
Flotaban a corta distancia de la superficie del mar y rápidamente se acercaban a la costa.
Estaba aterrorizado, tenía tres años y veía a mis padres muy nerviosos.
Cuando pasó la tormenta, salimos a preguntar qué era lo que habíamos visto y algunos pobladores nos contaron que muy de tanto en tanto se veían estos extraños fenómenos.
Al día siguiente, caminando por el pueblo nos enteramos que estas bolas rojas, habían atravesado paredes de madera y salido por el otro lado, por suerte sin tocar a ningún poblador. Penetraron las paredes dejando un agujero carbonizado de 1milímetro más o menos.
En los campos vecinos, a casi dos kilómetros del mar, murieron dos vacas, alcanzadas por estas centellas, y también tenían un pequeño orificio de entrada y salida, cauterizada la carne por la temperatura del fenómeno.
No habían penetrado en tierra firme mucho más allá de este lugar. Más lejos, nadie reportó el fenómeno.
Lo extraordinario de esto no pude olvidarlo, porque mis padres, cada tanto lo recordaron, en especial por el temor de que eso nos impactara, a mí y a mi hermano que se gestaba en el vientre de mamá.
Mucho tiempo después, ya grande traté de investigar, solo me dejó satisfecho la teoría liminar del plasma de nitritos o nitratos que dice que este fenómeno involucra hidrógeno cargado positivamente y una mezcla de nitritos y nitratos cargados negativamente con exclusión total de corrientes de electrones.
Debemos recordar que el estable nitrógeno atmosférico, solo con la fuerza del rayo puede combinarse con los hidróxilos del agua, dejando protones libres. El calor generado por el rayo, podría en ciertas condiciones formar este plasma.
El avance de estos globos es inverso al rayo, como describimos y a muy diferente velocidad, más lento, aparte que desdeña el contacto con el agua. Su tamaño oscila entre diez a cuarenta centímetros
Es evidente que es una manifestación particular de un estado de la naturaleza.
por Manlio E. Wydler