El LHC vuelve a ponerse en marcha con ambiciosos objetivos

Los físicos confían en que ayude a resolver el misterio de la naturaleza de la materia oscura

Ayer domingo cinco de marzo de 2015, en las primeras horas de la mañana, un haz de protones recorrió el anillo de 27 kilómetros del LHC en un sentido. Dos horas después, otro haz hizo el camino en sentido inverso. Todo un éxito que implica que el sistema, recién restaurado y mejorado tras dos años de reparaciones, está de nuevo en plena forma y listo para ayudar a los físicos de partículas a solventar un nuevo misterio. Después de que la enorme máquina gestionada por el CERN entrase en la historia por el descubrimiento del Higgs, los físicos esperan ahora encontrar respuesta a uno de los grandes enigmas del universo: la naturaleza de la materia oscura.

En nota de prensa, Fréderick Bordry, director del CERN para tecnología y aceleradores afirma que «tras dos años de trabajo, el LHC se encuentra en plena forma». Y además añade «el paso más importante aún falta por darse, una vez que incrementemos la energía de los haces hasta alcanzar nuevos niveles récord».

El gran colisionador de hadrones dirige a los haces de partículas en un sentido u otro, guiándolos a través de potentes electroimanes superconductores. Para alcanzar dicho rendimiento y eliminar toda resistencia eléctrica, los imanes superconductores deben refrigerarse con helio líquido a -271ºC, una temperatura más fría que la que se da en el espacio. Continuar leyendo «El LHC vuelve a ponerse en marcha con ambiciosos objetivos»

Una científica estadounidense demuestra que los agujeros negros no existen

Una catedrática de física de la Universidad de Carolina del Norte asegura haber probado matemáticamente que los agujeros negros ni siquiera pueden formarse, ya que cuando una estrella emite radiación, su masa se reduce y carece densidad suficiente.

Durante décadas se pensaba que los agujeros negros nacían cuando una estrella se colapsaba bajo su propia gravedad, convirtiéndose en un único punto en el universo llamado singularidad, explica la Universidad de Carolina del Norte.

Según la teoría existente, la singularidad está rodeada por una membrana, llamada horizonte de sucesos, que demarca la zona en la que la atracción gravitacional de la singularidad es tan fuerte que al cruzar esta zona nada puede escapar de ella.

Para comprobar la inexistencia de los agujeros negros, Laura Mersini-Houghton, catedrática de física de la Universidad de Carolina del Norte, asegura haber unido dos teorías que, al parecer, son contradictorias, la Teoría de la Gravedad de Einstein y la ley fundamental de la teoría cuántica.

La teoría de Einstein predice la formación de los agujeros negros, pero la ley fundamental de la teoría cuántica sostiene que nada puede desaparecer en el universo. Los intentos de combinar estar dos teorías conducían al absurdo, y se conocían con el nombre de la paradoja de pérdida de información.

En 1974, Stephen Hawking utilizó la mecánica cuántica para demostrar que los agujeros negros emiten radiación. Pero ahora, Mersini-Houghton, que está de acuerdo con la idea de que el colapso de una estrella produce radiación, dice haber demostrado que cuando una estrella emite radiación, su masa se reduce y, en consecuencia, no tiene densidad suficiente para que se forme un agujero negro.

Muchos físicos y astrónomos creen que nuestro universo nació de una singularidad y empezó a expandirse con el Big Bang. No obstante, si las singularidades no existen, los físicos tendrían que reconsiderar sus ideas.

La velocidad de la luz podría ser menor a la estimada.

El físico James Franson de la Universidad de Maryland ha capturado la atención de la comunidad de la física mediante la publicación de un artículo en ‘New Journal of Physics’ en el que afirma haber encontrado una evidencia que sugiere que la velocidad de la luz, tal y como está descrita por la teoría de la relatividad general, es en realidad más lenta de lo que se había pensado.

300 Mil Km por segundo

La teoría de la relatividad general sugiere que la luz viaja a una velocidad constante de 299.792.458 metros por segundo en el vacío. Es la c en la famosa ecuación de Einstein y, prácticamente todo lo que se mide en el cosmos, se basa en ella.

Los argumentos de Franson para la conclusión de su estudio se basan en observaciones realizadas a la supernova SN 1987A, que estalló en febrero de 1987. Las medidas tomadas en la Tierra recogieron la llegada de los dos fotones y neutrinos procedentes de la explosión, pero, a su juicio, hubo un problema: la llegada de los fotones fue más tarde de lo esperado por 4,7 horas, un dato que los científicos de la época atribuyeron a una probabilidad de que los fotones vinieran de otra fuente. Continuar leyendo «La velocidad de la luz podría ser menor a la estimada.»