La idea sobre la existencia de los duendes y hadas, es común en las más diversas culturas. Éstos, son seres que cuentan con el don de poseer cierta magia y poderes. Los duendes, específicamente, son seres elementales de la Naturaleza. Y aunque son difíciles de contactar, muchas personas aseguran haberse encontrado en algún momento de su vida cara a cara con ellos. Son típicos habitantes del continente europeo, aunque no faltan quienes afirmen que también existen en Sudamérica.
En cambio, cuando nos referimos a las hadas, quizás no sepamos explicar el significado preciso del término, pero sí todos entendemos a qué nos referimos. Y nos guste o no, y para bien en la mayoría de los casos y para mal en algunos, los duendes y hadas están en este mundo con nosotros
Los duendes son seres de escasa y diminuta estatura; miden entre los treinta centímetros y un metro de altura. Su hábitat natural generalmente son los bosques, aunque algunos habitan en los jardines y los fondos de ciertas casas, propicias para ello. Ya que a estos simpáticos hombrecillos les agrada la compañía de los niños así como a las hadas(por su pureza de corazón), para jugar con ellos. Son de buen carácter; estando por lo tanto casi siempre de buen humor. Aunque también existen duendes malvados, capaces de hacerle daño a los humanos, si éstos los enojan. Por ese motivo es conveniente evitar ofenderles, por ejemplo: dudando de su existencia, de sus poderes o burlándose de su apariencia.
Un albañil mexicano de 22 años llamado José Maldonado, encontró una supuesta hada en uno de los árboles próximos a su domicilio, en la localidad de Guadalajara, México, el pasado fin de semana. El misterioso hallazgo, ha causado revuelo y conmoción entre miles de personas que forman largas filas solo para admirar éste ser mágico que a primera vista, parece un muñeco de plástico.
«Estaba arrancando guayabas y vi una luz que parpadeaba; Creí que se trataba de una luciérnaga, la tomé y sentí que se movía; cuando la vi supe que era un hada madrina», dijo el «descubridor» del hada.
El muchacho, asegura a demás que cuando llegó con su descubrimiento a casa el ser mitológico todavía estaba vivo, pero que murió poco tiempo después.
Maldonado, decidió conservar la mítica criatura en un vaso con formol, el cual exhibe en una pequeña sala de la vivienda y cobra a los visitantes un pequeño «donativo».
La figura mide unos dos centímetros de altura, tiene dos alas transparentes y es de consistencia gelatinosa. Sus extremidades y su cabeza son de color rojo y en su cuerpo está pintado de modo pedestre una blusa y pantalones cortos de color amarillo, aunque la pintura se ha desteñido en varios lugares.
A la publicación de éste artículo, habrían acudido al lugar más de 3.000 personas para presenciar el fenómeno que ya se conoce con el nombre de «el hada de José».