Extraña Criatura descubierta en Iran

Un lector iraní nos envió un correo electrónico con las fotos de un supuesto descubrimiento extraterrestre! – En su correo, afirma haber encontrado ésta extraña criatura muerta.

La misteriosa criatura presenta características humanoides y tiene una altura de 7cm. Tiene los ojos muy grandes, piel amarilla, dientes afilados, como de un animal salvaje y una gran cabeza cuyo tamaño predomina considerablemente sobre el del cuerpo.

Aunque éste ser fue encontrado en un lugar cálido y no ha sido congelado, no tiene mal olor ni presenta signos de descomposición. Posiblemente se trate de un ejemplar conservado por momificación o que se encuentre embalsamado. También podría tratarse de un ejemplar petrificado, aunque en el correo no se detalla tal situación.

Si alguien de nuestros lectore sposee más información sobre éste extraño descubrimiento, agradeceremos cualquier información.

Extraño animal descubierto en una playa de España

Un extraño animal fue visto en una playa de Almería, España, sin que hasta el momento se sepa de qué especie se trata.

Ya se estudian las imágenes, aunque no se ha podido establecer la especie

La Asociación de Defensa de la Fauna Marina (Promar) ya se encuentra estudiando las fotografías, y cree que se trata de algún tipo de pez.

Varias organizaciones, incluyendo a la Promar, han revisado cautelosamente las imágenes del ejemplar en avanzado estado de descomposición, el cual ha sido enterrado por razones de salubridad.

El extraño cuerpo de más de cuatro metros de largo, que fue localizado en partes y por una mujer, es un “especie de pez”, según dijo el coordinador de Promar, Francisco Toledano sin ser más específico.

Una planta resucita despues de 400 años

Investigadores descubren por primera vez musgos capaces de revivir en la naturaleza y el laboratorio tras cuatro siglos sepultados bajo un glaciar. La capacidad de regeneración de la planta sorprende a los científicos

Desde el siglo XX, el fenómeno del retroceso de los glaciares se ha multiplicado y cada vez son más los científicos que se acercan a ver qué dejan sobre la tierra cuando el hielo desaparece. Desde 1960, son muchos los estudios que han dado cuenta de la aparición de plantas tras el paso del glaciar, pero siempre resultaba que el material biológico exhumado estaba muerto. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá) ha dado con un tipo de musgo capaz de pasar cuatro siglos sepultado bajo una gruesa capa de hielo y resucitar tras saludar de nuevo al Sol.

Este equipo de científicos acudió a inventariar los restos biológicos que había dejado el glaciar Lágrima de la isla Ellesmere, en el archipiélago ártico canadiense. Allí descubrieron estas plantas oscurecidas, que parecían muertas, salvo porque en algunos extremos mostraban brotes verdes: tallos que volvían a reverdecer y ramitas que daban testimonio de la regeneración. Tras analizar su composición, concluyeron que esos musgos habían estado cubiertos por el glaciar unos 400 años, casi desde los comienzos de la Pequeña Edad de Hielo que enfrió el hemisferio norte entre 1550 y 1850.

Según explican los investigadores en su estudio, publicado hoy en la revista PNAS, dieron con cuatro especies distintas de briofitas —el grupo de plantas que abarca a los musgos— de las que fueron capaces de generar hasta 11 cultivos in vitro en el laboratorio, demostrando que se trata de una capacidad de regeneración propia de este tipo de plantas. Las células de estos musgos tienen la capacidad de diferenciarse y desarrollar una nueva planta en un proceso análogo al de las células madre. “Por lo tanto”, escriben, “las células se pueden apagarse fisiológicamente durante la desecación y revivir cuando las condiciones son favorables”. De este modo, estas plantas “son candidatos ideales para experimentos biológicos, especialmente en ambientes extremos”.

Este descubrimiento no sólo evidencia la gigantesca capacidad de adaptación de estas plantas a condiciones extremas, sino también la concepción que tenemos de la biodiversidad en zonas colonizadas por el hielo. “En los ecosistemas polares, la regeneración de tejidos sepultados por el hielo durante 400 años amplía significativamente nuestro conocimiento sobre su papel en la recolonización de los paisajes polares (pasados o presentes)”, aseguran.

A la luz de estos resultados, aquellos paisajes que vuelven a estar expuestos tras el retroceso del hielo “ya no deberían ser asumidos como estériles”. “En un mundo en plena disminución de la diversidad biológica, nuestro estudio muestra que la conservación de briofitas subglaciales sirve como un reservorio genético desconocido que manifiesta la capacidad de resistencia de las plantas terrestres y la riqueza emergente de ecosistemas como los glaciares polares que retroceden”, apuntan.