El cráneo de Sealand

El cráneo de Sealand, también conocida en inglés como «The ancient skull», es una calavera enontrada en Julio del año 2007, descubierto en Olstykke en la isla danesa de Sealand.

«Un superviviente alienigena de un accidente de platillo prehistóricos? Un viajero del futuro que pereció después de viajar en el tiempo? Un comerciante de un universo paralelo? Una especie desconocida? O una deformidad de un simple ser humano? Nadie ha logrado explicar la existencia de éste cráneo deforme, sin embargo, ésta calavera tiene el potencial de cambiar la vista del mundo en que vivimos.»

Aunque su descubrimiento fue hace algo más de cuatro años, la ciencia y lo medio de comunicación conocieron éste misterio en el transcurso del año 2010. Los investigadores que en 2008 examinó el cráneo en la Escuela Superior de Veterinaria de Copenhague se limitaron a concluir que, aunque se asemeja a un mamífero, algunas características hacen que sea imposible para adaptarse al animal en la taxonomía de Linneo.

El descubrimiento de la Calavera

Durante una excavación realizada para sustitución de viejas tuberías de alcantarillado, encontraron lo que parecía ser un hueso de vaca ya que la casa en donde se realizaban las tareas, había pertenecido a un carnicero, y el jardín se encontraba lleno de éstos restos óseos. No fue sino hasta rellenar la zanja que se dieron cuenta de su extraña forma humanoide. Continuar leyendo «El cráneo de Sealand»

La Resonancia Schumann

No solo las personas más viejas. También las jóvenes tienen la sensación de que todo se está acelerando excesivamente. Ayer fue carnaval, dentro de poco Semana Santa y más tarde navidad. Ese sentimiento ¿es ilusorio o tiene base real?.

Por la Resonancia Schumann se procura dar una explicación. El físico alemán W.O. Schumann constató en 1952 que la tierra está cercada por un campo electromagnético poderoso que se forma en la parte inferior de la ionosfera, cerca de 100 km por encima de nosotros. Ese campo posee una resonancia (llamada resonancia Schumann), más o menos constante de unas 7,83 pulsaciones por segundo.

Es como una especie de marcapasos, responsable del equilibrio de la biosfera, hábitat y condicionante común de todas las formas de vida. Se ha verificado que todos los vertebrados y nuestro cerebro tienen la misma frecuencia de 7,83 hertz.

Empíricamente se tiene la constatación de que no podemos estar sanos fuera de esa frecuencia biológica natural. Siempre que los astronautas hacían viajes espaciales se salían de la resonancia Schumann y enfermaban. Si se les sometía a la acción de un simulador Schumann, recuperaban el equilibrio y la salud. Desde hace millares de años los latidos del corazón de la tierra han tenido esa frecuencia de pulsaciones y la vida se desarrollaba en relativo equilibrio ecológico.

Ocurre que a partir de los años 80, y de forma mas acentuada a partir de los 90, la frecuencia pasó de 7,83 a 11 y 13 hertz. El corazón de la tierra se disparó. Coincidentemente, desequilibrios ecológicos se hicieron sentir: perturbaciones climáticas, actividad volcánica creciente, mayores tensiones en los conflictos del mundo, aumento general de comportamientos desviados en las personas, etc. Debido a la aceleración general, una jornada de 24 horas, en verdad es solamente de 16 horas.

Por tanto, la percepción de que todo está pasando demasiado rápido no es ilusoria. Tendría base real en ese transtorno de la resonancia Schumann.
Se puede enfatizar una tesis recurrente entre los grandes cosmólogos y biólogos de que la tierra es, efectivamente un superorganismo vivo. De que la Tierra y la humanidad formamos una única entidad. Los seres humanos, somos Tierra que siente, piensa, ama y venera. Porque somos eso, poseemos una misma natureza bioelétrica y estamos envueltos por las mismas ondas resonantes Schumann.

Gaia, ese superorganismo vivo que es la Madre Tierra, deberá estar buscando formas de retornar a su equilibrio natural… Como cualquier ser vivo, pero no se sabe a qué precio habrá que pagarlo por la biosfera y por los seres vivos.

Aquí se abre un espacio para los grupos esotéricos y otros futuristas que proyectarán escenarios, ora dramáticos con catástrofes terribles, ora esperanzadores, como la irrupción de la cuarta dimensión, por la cual todos seremos más intuitivos, más espirituales y más sintonizados con el biorritmo de la Tierra. El brasileño Leonardo Boff es uno de los fundadores de la Teología de la Liberación.

Descubren un río subterráneo más grande que el Amazonas

El Amazonas dos

Muchos diarios de América y el mundo emiten esta noticia:

Científicos brasileños descubrieron la existencia de un río subterráneo de unos seis mil kilómetros de extensión, que corre por debajo del Amazonas a una profundidad de unos cuatro mil metros, informó ayer el diario O Estado de Sao Paulo.

El descubrimiento fue posible gracias a investigaciones hechas en 241 pozos que la empresa petrolera Petrobras perforó en la región amazónica entre los años 1970 y 1980 en búsqueda de hidrocarburos, indica el estudio publicado por el periódico, que fue realizado por el departamento de Geofísica del Observatorio Nacional.

Esas aguas subterráneas corren a unos cuatro mil metros de profundidad en un curso similar al del Amazonas y tienen un caudal calculado en cerca de tres mil metros cúbicos por segundo. Este caudal representa apenas el 3 por ciento del que se calcula para el río Amazonas, que tiene sus nacientes en la selva peruana, desemboca en el océano Atlántico en el extremo norte de Brasil y es considerado el río más largo del mundo, con una extensión de unos 6.800 kilómetros.

Identificación. Los investigadores decidieron bautizar el río subterráneo como Hamza, en homenaje al científico de origen indio Valiya Mannathal Hamza, que estudia la región desde hace más de cuatro décadas. Desde 1974 trabaja en la Coordinación de Geofísica del Observatorio Nacional, y junto a la profesora de la Universidad de Amazonas Elizabeth Tavares identificaron el movimiento de las aguas subterráneas.

El periódico brasileño precisa que los datos del doctorado de Tavares sobre la existencia de ese río por debajo del Amazonas fueron revelados en el 12º Congreso Internacional de la Sociedad Brasileña de Geofísica, efectuado la semana pasada en Río de Janeiro.

Para los investigadores, las descargas del fluido subterráneo en el mismo sitio donde desemboca el Amazonas podrían explicar la existencia de los bolsones de baja salinidad comunes en ese litoral marino.

Sin embargo, el geólogo Olivar Lima, de la Universidad Federal de Bahía, considera exagerado llamar río a ese inmenso flujo de agua a través de formaciones permeables debajo del Amazonas, aunque reconoce que su grandeza podría justificar tal clasificación.

Mi opinión al respecto es que se trataría, más que de un río, este sería un acuífero del tipo del que corre debajo de la cuenca del Río de la Plata.

No es un río, ya que la cuenca marítima y los estuarios, con su nivel del mar, taponan el normal escurrimiento que tendría un río, propiamente dicho.

Es una noticia algo sensacionalista.