La verdadera historia de Laika

Casi un mes después de que la antigua Unión Soviética pusiese en órbita terrestre el satélite artificial Sputnik-1, esta país dio un buen golpe de efecto al lanzar el 3 de noviembre de 1957 su segundo satélite artificial, el Sputnik-2, con un ser vivo en su interior: la famosa perra Laika, de unos 6 Kg de peso.

El animal, un perro abandonado que vagaba por las calles de Moscú, fue capturado y preparado para la misión espacial. Los responsables de la misión consideraban -no equivocadamente- que los perros vagabundos eran capaces de sobrevivir en condiciones más difíciles que aquellos que tenían un hogar… y un viaje espacial no sería precisamente un camino de rosas. Para acostumbrarla al pequeño compartimento en el que volaría dentro del Sputnik-2, Laika -y otros dos perros candidatos, Albina y Mushka- fueron mantenidas en jaulas cada vez más pequeñas durante periodos de 15-20 días.

En realidad, el nombre original de Laika era Kudryavka («Poco rizada») y su viaje estaría lleno de complicaciones: la cabina presurizada del Sputnik 2 le dejaba suficiente sitio para permanecer tumbada o en pie, pero el animal iba encadenado para evitar que la ausencia de gravedad le hiciese dar vueltas. Un sistema regenerador de aire le proveía de oxígeno y su comida y agua le era entregada en forma de gelatina. Nada más iniciar el viaje, las primeras lecturas de telemetría mostraron que durante el lanzamiento el pulso del animal animal se triplicó y que una vez entró en órbita ésta se hallaba inquieta y nerviosa; no obstante, comía su alimento. La URSS anunció que el animal se comportaba bien y que se encontraba en calma realizando su vuelo espacial y que en pocos días Laika volvería a la Tierra descendiendo a bordo de la cápsula del Sputnik 2 y posteriormente en paracaídas. La realidad sería muy diferente. Continuar leyendo «La verdadera historia de Laika»

El Enigmatico Sanatorio de Beelitz-Heilstätten

Situado en Alemania, al suroeste de Berlín, cerca de Postdam, en el interior de un denso bosque de pinos el hospital de Beelitz-Heilstätten se empezó a construir en 1898 para ser terminado 4 años después. Contaba con 60 edificios (cuya ultima fase de construccion finalizo en 1930) esparcidos a lo largo de 200 hectareas

Este impresionante y misterioso complejo hospitalario construido por el arquitecto Heino Schmieden, se convirtió en Hospital militar, durante la primera guerra mundial, llegando a albergar hasta 17500 convalecientes entre los años 1914 y 1915. Uno de ellos fue Adolf Hitler, que pasó allí una temporada en 1916 para recuperarse de las heridas que sufrió en una pierna durante la batalla de Somme.

En el año 1945 Beelitz-Heilstätten fue ocupado por las tropas soviéticas hasta 1995, mucho después de la reunificación alemana. En diciembre de 1990 Erich Honecker fue ingresado en Beelitz-Heilstätten después de dimitir como jefe del gobierno de Alemania Oriental.

Después de la retirada soviética, se intentó privatizar el complejo. Algunas secciones del hospital permanecen como un centro de rehabilitación neurológico y como un centro para la investigación y el cuidado para las víctimas de la enfermedad de Parkinson.

Otros edificios se encuentran en estado ruinoso y han sido objeto de actos vandálicos. Algunas zonas del inmenso complejo han sido utilizadas para rodar series de televión y películas de cine. Continuar leyendo «El Enigmatico Sanatorio de Beelitz-Heilstätten»

Misterios : La Piedra del Destino

La Piedra del destino es un elemento que segun la leyenda otorga increibles poderes mágicos a quien la posea. Un simple bloque de arenisca que recibe varios nombres como La Piedra del Destino, la Almohada de Jacob, Lia-Fail o la Piedra de Scone, fue usado por los monarcas de la Dalriada, monarcas escoceses, ingleses y británicos como una pieza de importante valor en las ceremonias de coronación durante los últimos 1000 años. Fue colocada en Moot Hill en el Palacio de Scone y existe una profecía que la acompaña.

Historia de la Piedra del Destino

Corría el año 1996 y más de doce mil personas se arremolinaban junto al castillo de Edimburgo para ver a a la comitiva formada por altos dignatarios políticos y religiosos. Las tropas militares que los acompañaban parecían escoltar un curioso tesoro. Durante la ceremonia el reverendo escocés John MacIndoe aceptaba formalmente el tesoro de manos de Michael Forsyth, secretario británico para la nación escocesa.

Aunque no se tratara de joyas onerosas ni de objetos de oro, la piedra en cuestión parecía tener un valor mucho más importante que esas trivialidades. Uno que superaba en creces cualquier fabuloso botín que pudiera anhelar un Emperador. Continuar leyendo «Misterios : La Piedra del Destino»