Una nueva obra de Leonardo Da Vinci

Tra seis meses de análisis el investigador Pascal Cotte y el profesor de historia del arte de la Universidad de Oxford Martin Kemp están seguros de que la obra «‘La Bella Principessa», fue realizada por el increible artista italiano Leonardo Da Vinci.

Pascal Cotte, es un distingido y reconocido científico y gran reconocimiento internacional en el análisis de este tipo de obras destacando entre sus estudios el de la popular «Mona Lisa» y para el cual utilizó una cámara con 240 millones de píxeles con la cual desentrañó 25 secretos del famoso cuadro.

Para atribuir esta obra a Da Vinci, se realizaron numerosas pruebas científicas a través de las cuales se pudo determinar los materiales con los que fue realizada e incluso confirmar que fue pintada con la mano izquierda, de la misma manera que el propio Leonardo Da Vinci pintaba sus cuadros.

La prueba más relevantefue una huella dactilar que coincide con la que fue encontrada en otra de las obras del artista en el Vaticano, confirmando además tras un análisis químico que se trataba de la misma tinta en ambas huellas.

La obra fue adquirida hace ya varios años por un coleccionista en una subasta en 21.000 dólares. Ahora se estima que su valor podría ascender a los 200 millones de dólares.

Un pez volador impulsado por caballos

En 1825, la publicación titulada «Memorial on the upward forces of fluids, and their applicability to several arts, sciences, and public improvements» (Memoria de las fuerzas y fluidos ascendentes, y su aplicación a diversas artes, ciencias y mejoras públicas), de gran prestigio para la comunidad científica americana, mostraba la patente de Edmond-Charles Genêt y ésta ilustración con todos los detalles de una máquina voladora con forma de pez, en la cual mediante un torno y varios caballos, el aire se calentaba y permitía de ésta forma que el extraño objeto se elevara por los aires.

Aunque no se sabe con exactitud si éste objeto llegó a volar alguna vez, se cree que se trató del primer prototipo patentado que desafía correctamente las leyes de la gravedad.

Codex Gigas: La biblia del diablo

Según una vieja leyenda de origen checo un monje copista, perteneciente a la órden de un monasterio benedictino ubicado en Podlazice, habría sido condenado a morir emparedado vivo por cometer un crimen grave. Este monje, reconociendo su error y con motivo de redimir su culpa, propone a su juzgado elaborar una biblia en tan solo una noche. Sin embargo, para poder cumplir con semejante tarea tuvo que acudir a la ayuda del mismísimo demonio.

Como resultado de su labor, supuestamente, nació el Codex Gigas: Un manuscrito en pergamino creado a principios del Siglo XIII y escrito totalmente en latín. Durante un tiempo, fue considerado la «octava maravilla del mundo», probablemente por sus dimensiones: (92 x 50,5 x 22 cm), 624 páginas y 75 kg. de peso.

Fue tal su importancia que a inicios del 2008, el gobierno checo pagó a Suecia cerca de 10 millones de dólares para poder trasladar el códice hasta Praga para ser expuesto de manera temporal en el Clementinum, un antiguo colegio jesuita situado en el corazón de Praga, para el deleite de turistas, estudiosos e investigadores.