A lo largo de la Historia, innumerables marinos afirmaron ser testigos de la aparición de lenguas de fuego incandescente, que “danzaban” sobre los mástiles y extremos de la arboladura de los navíos durante ciertas tormentas. Estas bolas luminosas, conocidas como el Fuego de San Telmo, son descargas eléctricas que se producen durante las tormentas y que tienen como blanco a los objetos más elevados de una embarcación.
Aunque el Fuego de San Telmo no resulta peligroso en sí mismo a pesar de su espectacularidad, muchas veces funciona como el aviso de la caída inminente de un rayo sobre los barcos, por lo que históricamente ha sido considerado de mal agüero por los navegantes. Visto en : Nuestro Clima