En Massachusetts, Estados unidos, se encuentra el pantano de Hockomock, un lugar sobre el cual rondan numerosas historias paranormales, como el avistamiento de animales misteriosos, espectros, luces fantasmagóricas y encuentros con los denominados Bigfoot.
El llamado Triángulo de Bridgewater abarca varias ciudades de los alrededores de Massachusetts y ha sido el escenario de misteriosos sucesos sobrenaturales durante siglos. Es un área de aproximadamente 300 kilómetros cuadrados situados en la parte sureste del estado. En el centro de esta área se encuentra el Pantano Hockomock, un lugar realmente escalofriante. Los nativos americanos ya apreciaron su carácter extraordinario cuando lo bautizaron así. Su nombre significa «lugar donde habitan los espíritus».
Las Historias del Pantano Embrujado
Muchas son las referencias que a lo largo de la historia se tienen de avistamientos de animales desconocidos en la zona. Grandes aves, a las que los nativos denominan Thunderbirds, han sido presenciadas por muchas personas, entre ellas agentes de policía de la localidad.
Parecen resultar aves prehistóricas con una envergadura considerable. También se han visto grandes serpientes en el pantano. En la década de 1930 muchos trabajadores de la zona informaron que habían visto enormes serpientes enrolladas sobre la carretera como si fueran tubos de una estufa antigua. Panteras negras, tortugas gigantes y perros fantasmas tan grandes como un caballo son otras de las especies que se han podido avistar.
Luces fantasmas también están recogidas como fenómenos paranormales que se han podido ver en Hockomock. Parecen ser bolas de luz que sobrevuelan el pantano cambiando de color, forma, tamaño e intensidad. A menudo han aparecido como respuestas a la acción de algún ser humano que se ha atrevido a adentrarse por aquí.
A finales de 1960, cinco testigos vieron una bola de luz flotando entre algunos árboles, en las cercanías de Rehoboth. Tras gritar a la luz, ésta de repente creció de diámetro y corrió hacia ellos. La ciudad de Raynham también ha tenido avistamientos de este tipo, cuentan sobre todo que durante todos los meses de enero, sobre las vías de ferrocarril cerca del pueblo.
Criaturas denominadas Bigfoot también han sido vistas en el pantano de Hockomock. En 1970 varias personas vieron un animal peludo de casi 3 metros de altura, que escapó corriendo sobre cuatro patas. En un principio se pensó que era un oso, pero hace miles de años que los osos se extinguieron de esta región. Más tarde, ese mismo año, dos policías sintieron como algo extraño arrancaba la parte trasera de su coche patrulla. Los policías huyeron rápidamente, pero antes pudieron avistar por el espejo retrovisor la gigantesca figura de una criatura misteriosa. También dijeron que parecía un oso, pero posteriores partidas de caza jamás lograron dar con él.
Un vecino de las inmediaciones aseguraba haber visto al monstruo de Hockomock en invierno de 1978. El hombre describió a la criatura como un animal de unos 3 metros de alto, cubierto con un pelaje marrón oscuro. Casi por las mismas fechas, hay otro avistamiento, esta vez de una mujer que vio en su jardín, una noche, una tremenda figura casi de la misma altura, con el pelo oscuro. Dice que sólo le robó algunas calabazas…
Un avistamiento más se produjo en una noche fría de 1980. Un hombre de Bridgewater estaba en su canoa pescando cuando comenzó a percibir la sensación de que estaba siendo vigilado. Al acercarse más a la orilla, pudo oír el ruido de la maleza y unas grandes y pausadas pisadas sobre la hierba. En una entrevista que concedió al Boston Herald relataba que «sabía que algo grande me estaba siguiendo… sabía que no era humano porque, cuando pasó cerca de mí, pude olerlo, y olía como una mofeta, muy sucio». El pescador nunca llegó a ver ni sentir nada más.
Todas estas observaciones paranormales plantean más preguntas que respuestas. Parece que algo misterioso y sobrenatural ha elegido el pantano de Hockomock como su verdadero hogar. Y lo más probable es que, pronto, muy pronto, volvamos a tener interesantes noticias de él…