El autobus fantasma

Cuenta la leyenda que en una peligrosa carretera entre montañas un autobús sufrió un accidente muriendo todas las personas que en él viajaban. Desde entonces dicho autobús circula de noche y aquel osado que atreva a montarse en él…


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De la ciudad de Toluca a la ciudad de Ixtapan de la Sal, anteriormente era obligado transitar por una carretera bastante sinuosa y peligrosa, pues bordea un precipicio sumamente profundo casi vertical y de roca sólida. Actualmente existe una autopista.

Un día de tantos un autobús partió de Ixtapan de la Sal con rumbo a Toluca. El viaje era de lo más normal aunque circulaba por la noche, muchos de los pasajeros habían hecho ese viaje varias veces así que aprovechaban para dormir. El autobús inició el viaje lleno, subió por la cuesta sin problemas cuando comenzó a llover, como tantas veces en esa parte del camino, entonces alcanzó el punto más alto y luego inició el descenso e iniciaron las famosas curvas de Calderón, un tramo de carretera, en el cual las curvas son sumamente cerradas y peligrosas, además se caracteriza porque sin importar si se va a Toluca o se viene de ella esa parte es de bajada, pues es parte de una hondonada bastante grande y donde hay un puente en el cual sólo cabe un auto y está además al salir de una curva muy cerrada.

En ese puente han ocurrido accidentes muy graves y muchos de ellos mortales, está tan hondo que a no ser por la cantidad de piedras afiladas a los lados, fácilmente podría sujetarse un «bungee». El autobús en cuestión inició su descenso, con lluvia y por supuesto el pavimento mojado. De repente los pasajeros se percatan de que el autobús está ganando velocidad y se asustan, reclamando al conductor, quien no dice nada en absoluto, entonces sumamente nervioso al fin atina a decir: Continuar leyendo «El autobus fantasma»

Tiene 119 años y podría ser la persona más vieja del mundo

Johanna Mazibuko tiene 119 años de edad, vive en una pequeña ciudad al sur-oeste de Johannesburgo y podría ser la persona más vieja del mundo.


Johanna Mazibuko, de 119 años vive con su hijo de 77 años

La Sra. Mazibuko, nació en 1894, de acuerdo con su libreta de ideantidad, y ha sobrevivido a cinco de sus siete hijos. «Dios le dio a mi vida abundancia. Estoy muy vieja ahora», dijo al diario Soweto en Sudáfrica.

De acuerdo con Guinness World Records, la persona viva más vieja del mundo se llama Misao Okawa, tiene 115 años y vive en Japón. Si los documentos de Mazibuko no mienten, podría ser la persona más longeva del mundo.

Mazibuko comparte su casa en Klerksdorp, hubicada a unos 160 kilometros al sudoeste de Johannesburgo, con su hijo Tseko, de 77 años de edad, quien también es un jubilado. De acuerdo con el Soweto, la Sra. Mazibuko se enorgullece de ser capaz de hacer su cama cada mañana.

El ministerio de asuntos de Sudáfrica no ha confirmado la autenticidad de los documentos de identidad de la Sra. Mazibuko, pero la agencia de noticias AFP dice que ha visto una copia de ellas.

La Sra. Mazibuko, fue la mayor de 10 hermanos, según se informa, todavía cocina, se viste por su cuenta, lava la ropa y ve la televisión. «Ella es capaz de moverse por su cuenta, pero no puede andar por mucho tiempo porque se marea», dijo su hijo al  Soweto.

Esta longeva sudafricana ha vivido el colonialismo británico, el apartheid y la era de la democracia liderada por Nelson Mandela, quien fue elegido presidente de Sudáfrica en 1994.

La lista de personas más longevas de la historia

  • La persona de mayor edad registrada históricamente, es una mujer: Jeanne Calment, quien vivió en Francia y murió a los 122 años de edad.
  • El hombre más antiguo registrado en la historia fue Jiroemon Kimura, nacido en Japón y muerto el 12 de junio de 2013 a los 116 años.
  • La persona más antigua con vida a la fecha de publicación de éste artículo es, según el Libro Guness de Records Mundiales: Misao Okawa una japonesa de 115 años de edad.
  • El hombre vivo más viejo del mundo es Salustiano Sánchez, nacido en España y viviendo en los EE.UU. con sus 112 años.

El extraño caso del Niño de Tordesillas

Estamos más que acostumbrados a ver en el mundo del cine y la literatura fantástica muchos casos en los que se representan a los visitantes de otros planetas de un modo poco amistoso. Equipados con tecnología todavía imposible para nosotros, nos fulminan y nos paralizan con sus rayos cósmicos para después esfumarse ante nosotros a la velocidad de la luz. Y como suele suceder, la realidad suele superar a la ficción.

Existen muchos casos documentados de estas extrañas ”agresiones”, hoy, por lo extenso del tema, os dejo el más sonado en España en los últimos tiempos, el caso conocido como “El niño de Tordesillas”, que se conoció hace ya varios años atrás.

1 de Octubre de 1977. Tordesillas (Valladolid). Un grupo de niños corretean y juegan en las afueras del pueblo. Están jugando al «bote la malla», una variante del juego del escondite. Dos niños, Martín Rodríguez Rodríguez y Fernando Caravelos, ambos con siete años de edad, se alejan del grupo en busca de un refugio seguro en el que esconderse y se dirigen hacía un antiguo y semiderruido corral próximo a la carretera Valladolid-Zamora. El corral se encuentra en el linde de Tordesillas y ya está anocheciendo, un lugar solitario y alejado en el que los niños confían no ser encontrados por el “buscador” del juego en el que están inmersos.

El lugar es conocido por los niños y saben que en alguna ocasión alguna persona se ha refugiado en el corral por la noche. Por precaución, el pequeño Martín lanza una piedra sobre la tapia. Un sonido seco y metálico semejante “a la chapa de los automóviles cuando chocan” sonó al otro lado. El extraño sonido sorprendió a los dos niños, pues allí dentro tan solo había una antigua maquina de labranza en desuso y ambos sabían que el sonido que habían escuchado no pertenecía al golpe con dicha máquina.

Con precaución entraron al corral y la sorpresa fue mayúscula cuando, en un rincón del corral descubrieron un extraño artefacto parecido a “una gran lágrima de metal”, sostenido sobre tres gruesas patas, y envuelto en mil y un colores que llegaba a hacer visibles las vigas y recovecos de aquel corral sin techo… Continuar leyendo «El extraño caso del Niño de Tordesillas»