Mi adorada Súcubo

Cuando apenas tenía diez años, me atacaron las populares “paperas”, con mucha fiebre y con terroríficas visiones, del tiempo de Jesús, de los momentos finales de la Tierra y del sabor naciente de la sensualidad.

Las primeras noches, mis encuentros amorosos, de los que yo no sabía absolutamente nada, se realizaban, apenas me dormía en un hermoso jardín, pletórico de fuentes , en las que nadaba con mi partenaire, muy similar a “Campanita”, alada compañía del mítico Peter Pan, que por supuesto yo personalizaba en estos ensueños eróticos.

Recuerdo a mi madre, al hacer las camas, horrorizada le pedía explicaciones a mi padre por las manchas de semen y algo de sangre en las sábanas de su pequeño hijo mayor.

Recuerdo la fascinación que esos pequeños pechos ejercían sobre mí. Tanto que despertaba muy cansado, pero muy cansado todos los días.

Durante más de tres años, todas las noches me abordaba y me exprimía literalmente, varias veces entre extraordinarios placeres. Hasta que tuve mi primera novia.

Terribles cosas me pasaron a los trece años. Miedo a relacionarme, miedo a la relación sexual, hasta impotencia.

Terminé ingresando a un seminario, para saber que me había pasado y para eliminar las terribles culpas que me atormentaban. Allí, parecía que esta súcubo no podía ingresar facilmente, recuperé mi potencia pero perdí mi fe en dios. Después de muchos años, hoy solo se que vivimos muchas vidas, que reencarnamos y que estos entes, son casi almas que no logran aún enderezar sus vidas dentro del albur del espacio-tiempo.

Los íncubos (espíritus que se materializan y actúan como hombres) y las súcubas ( que son preferentemente féminas, muy sexies) están imbuidos de una carga sexual muy grande, despiden olores nauseabundos, producen infecciones del tracto urinario y sexual, con desprendimientos de geles pútridos y verdosos; muchas veces los súcubos (hembras) colectan semen y luego, transformados en incubos ( machos), penetran a las mujeres, teniendo estas abortos o fetos anormales y con características híbridas entre humanos y animales. Los íncubos, pocas veces son agradables, solo enhiestan penes enormes, ya que saben la preferencia femenina por estos y los efectos logrados por las excitaciones de estos por inúmeros orgasmos, que van minando la resistencia de cualquier mujer hasta la pérdida total de su personalidad.

Las mujeres más buscadas por estos entes son las ya madres y de una edad entre 31 y 42 años. El apoderamiento carnal se efectúa generalmente en el baño higiénico.

Lo mejor en todos estos casos es recurrir a los ritos exorcistas, de cualquier religión, realizados por personas dotadas para estos menesteres, crean en lo que crean.

Muchas veces los resultados son espectaculares. Por algo se los digo!

El Revisor Fantasma

El expreso correo 421 salió de Madrid el 2 de enero de 1944 con destino a la Coruña. Iba lleno de gente que regresaba a sus casas ya que se encontraban en fechas navideñas.

Era una locomotora americana a vapor en la que viajaban entre 600 y 1000 personas, entre ellos militares y jugadores del equipo de fútbol Betanzos que regresaban de un partido.

Al pasar por León, concretamente el puerto del Manzanal, los operarios descubrieron que el tren arrastraba un problema de frenado pero fueron obligados a continuar el trayecto ya que era imprescindible que llegara el correo a su destino. A medida que bajaba el puerto comenzó a coger gran velocidad convirtiéndose en un caballo desbocado.

Mientras, 2 operarios trabajaban en la estación de Torre del Bierzo con una locomotora de maniobras ajenos a la desgracia que se les venía encima. Fueron envestidos por el tren y salieron despedidos. El impacto fue aparentemente fuerte pero sólo había algunos heridos. Algunos vagones quedaron encajados dentro del túnel nº 20.

Como es lógico la gente fue a auxiliar a los heridos sin saber que lo peor estaba aún por llegar. Un tren Santa fe se aproximaba a toda máquina en sentido contrario. De nuevo los 2 operarios fueron envestidos, muriendo uno de ellos en el acto y quedando el otro herido.

La mayor tragedia se dio en el interior del túnel, que se convirtió en un horno para los que se encontraban en su interior. Se oyeron disparos, probablemente de las armas de los militares que se encontraban dentro de los vagones atrapados, unos dicen que al no soportar morir de una forma tan terrible decidieron quitarse la vida de una forma rápida y sin sufrimiento, pero existe la posibilidad de que, aunque quizás alguno lo hiciera, el causante de los disparos fuera el propio fuego en contacto con la pólvora.

Se dijo que murieron entre 250 y 500 personas, pero lo cierto es que nunca se sabrá la cifra real.

De hecho, parece ser que durante muchos años apareció en el libro guiness de los records como el accidente ferroviario con mayor número de muertos de la historia.

Unos días antes del accidente sucedió un hecho misterioso para el que aún no se ha encontrado respuesta.

Pablo Herrero, un ciudadano de la localidad de Astorga, fue a la guardia civil y declaró que el 31 de diciembre, 3 días antes de la tragedia, se montó en ese mismo tren y en la estación de Valladolid se subió un extraño revisor con su capote ferroviario y dijo a las personas que ocupaban el vagón en el que se encontraba que se había producido un accidente en los túneles de Torre del Bierzo.

Tras la extraña denuncia el juez especial de accidentes ferroviarios ordenó abrir una investigación a varios jefes de estación, con la intención de identificar al revisor fantasma. Lo primero que se planteó es que hubiera tenido algo que ver con el accidente. Pero lo cierto es que la investigación demostró que no hubo sabotaje alguno que causara aquella tragedia.

¿Quién sería aquel misterioso personaje? ¿Y cómo podía saber lo que iba a ocurrir 3 días antes de que ocurriera? … Pudo ser una premonición o un posible viajero en el tiempo, quién sabe… sea como fuere es todo un misterio aún hoy en día sin resolver…

Fuente: Comunidad Mystery Planet

La profecía del papiro egipcio

A pesar de que Egipto fue gobernado durante muchísimos años por otros pueblos que habían conquistado sus territorios, estas nuevas autoridades tomaban con mucho respeto la gran historia de esta nación así como sus costumbres y leyendas, por lo que algunos veían con temor el significado de sus profecías y vaticinios que se encontraban plasmados en algunos antiguos documentos.

Lord Cromer fue un embajador inglés destacado en El Cairo, y que poco antes de que Egipto se liberara de la ocupación británica de sus territorios en 1952, tomó en su poder un viejo papiro que fue escrito durante la época Ptolomeica, es decir, entre el año 304 y 30 a.C., y lo mandó a quemar, al parecer por temor a lo que decía en él.

En este papiro egipcio existía una profecía en la que se mencionaba que los antiguos dioses de Egipto habían decidido abandonarlos indefinidamente, porque se encontraban enfadados con su pueblo, y que desde el momento de su partida, los territorios egipcios iban a ser controlados por fuerzas extranjeras, pero que alguna vez regresarían.

El papiro también decía que las señales que indicaban la partida de sus dioses estaban marcadas por la partida de los ibis de la vera del Nilo, así como por la desaparición de la caña del papiro y de la flor de loto de sus terrenos habituales en Egipto.

Y ciertamente que todo ello ocurrió, pues con la llegada de Alejandro Magno, en el 304 a.C., el control de esas regiones siempre estuvo en manos de romanos, griegos y otros extranjeros de Egipto, y todo lo profetizado respecto a los ibis, la caña del papiro y la flor de loto ocurrió.

Dorothy Lady, una estudiosa de Egipto, que vivió en El Cairo en fechas poco antes a 1952, da fe de cómo reaparecieron los ibis por Luxor, y de cómo la flor de loto y la caña de papiro volvían a aparecer increíblemente.

En 1952, Egipto fue abandonado por los británicos para que sea gobernada por los mismos egipcios. Los dioses volvieron a casa.