Dependiendo del contexto, también se los denomina: Reptoides, Dinosauroides o Seres Lagartija y son numerosos los testimonios y bibliografía que existe en torno a ellos.
Reptiloides en las civilizaciones antiguas.
En el medio oriente, existen algunos seres reptilianos que van desde algunos djinn o «demonios» a dragones, pasando por hombres reptiles. Esta tradición data desde inmemorables años. En uno de los libros apócrifos supuestamente el perdido de Jasher o yashar, se describe una raza humana de la serpiente.
Hombres reptiles en la cultura popular Zulú.
En la actualidad, existe en Africa la creencia popular de que hace miles de años atrás, llegó de más allá del cielo, una raza de gente cuya fisonomía era similar a la de los hombres lagarto. La población Zulú, de Sudáfrica, ha transmitido ésta cultura a través de sus generaciones y aún en la actualidad, podemos escuchar la historia, de como éstos reptiloides, que podían cambiar de forma a voluntad, tomaba en ocasiones la apariencia humana. Y en algunos casos, los jefes de las tribus casaban a sus hijas con extraterrestres, con el objetivo de procurar una raza con poder de Reyes y Jefes de tribu. [Leer más sobre ésta creencia en : Entrevista al Chamán Credo Mutwa]
Testimonios sobre apariciones de Seres Reptiles.
No hace mucho tiempo atrás, publicamos en éste mismo blog, un artículo sobre la legendaria aparición de la Rana de Loveland en la localidad en Ohio, Estados Unidos en el año 1955. Numerosos casos trascendieron desde aquel avistamiento del Hombre Rana, sin embargo, el más celebre sucesor de la rana de Loveland en años recientes fue la locura del Hombre Lagarto que se propagó en Bishopville, South Carolina, en 1988. Un hombre reporto que una bestia reptil de siete pies de ojos rojizos y apéndices de tres dedos persiguió su auto a través de una carretera rural a 40 millas por hora. Un gran número de otros avistamientos le siguieron, y los oficiales de policia descubrieron huellas de tres tobillos. Pero como todo gran enigma, aun no se ha podido dar respuesta fáctica a los sucesos acontecidos.