El Código Maya de Dresde, es un documento perteneciente a la cultura precolombina redactado aproximadamente en el año 1250 de nuestra era por verdaderos sacerdotes mayas. Dicho códice es uno de los cuatro grandes documentos que se conservan de ésta desaparecida cultura y en la actualidad se encuentra en poder de la Biblioteca Estatal de Sajonia, al este de Alemania, desde hace 272 años.
En el año 1739 éste código fue donado a la biblioteca Dresde por un hombre acaudalado radicado en Viena; Aunque no se conoce con exactitud como llegó a sus manos ni cuanto tiempo lo tuvo consigo. Desde entonces, el código se conserva en la sala de tesoros documentales bajo la protección de un cristal blindado.
Un matemático alemán llamado Joachim Rittsteig, dedicó toda su vida a descifrar el valioso documento, compuesto por 74 páginas con 3,56 metros de largo y un total de 74 jeroglifos distintos.
El Código Maya de Dresde contiene la práctica totalidad de los conocimientos de la cultura maya, entre ellos los astronómicos o médicos, y en su última hoja describe el apocalipsis o fin del mundo, que debería tener lugar el 21 de diciembre de 2012.
El tesoro perdido de la cultura Maya
Después de muchos años de estudio, Rittsteig asegura haber descifrado la mayor parte del Código Maya de Dresde y entre sus descubrimientos un capítulo con indicaciones precisas que conducirían a un gran tesoro de oro de la cultura desaparecida en las aguas del lago de Izabal de Guatemala.
Segun sus propias palabras, el código maya conduce a un gigantesco tesoro de ocho toneladas de oro puro localizado en Guatemala.
En la página 52 se habla de la capital maya de Atlan, que resultó destruida por un terremoto el 30 de octubre del año 666 antes de nuestra era. En la ciudad se guardaban 2.156 tablas de oro en las que los mayas grabaron sus leyes.
El tesoro se hundió junto a la ciudad en las aguas del lago de Izabal, situado al este de Guatemala, cuyos restos han sido localizados por el científico alemán gracias a imágenes de radar tomadas en la zona.
En ellas pueden verse claramente los restos de la ciudad. En las ruinas de una fortaleza se aprecia el sarcófago de piedra en el que podrían encontrarse las 2.156 tablas de oro. Los datos de que dispongo muestran el lugar con un margen de error de 10 centímetros.
El experto, que busca actualmente patrocinadores para una expedición a Guatemala, calcula que «solo el valor del oro de las tablas asciende actualmente a 211 millones de euros» (unos 290 millones de dólares).
Escepticismo en Guatemala
Por su parte, Mónica Claudina Urquizú, quien se desempeña como directora del Instituto de Antropología e Historia, de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, expresó que respetan la opinión y los datos de Rittsteig, pero él es matemático y no epigrafista.
Agregó que la evidencia arqueológica indica que los mayas prehispánicos nunca utilizaron el oro en grandes cantidades hasta el período Posclásico (900-1524 d. C.), y de eso existen muy pocos ejemplos.
La funcionaria expuso que si Rittsteig quiere llevar a cabo alguna investigación en el Lago, primero debe solicitar el permiso a la Dirección General del Patrimonio Cultural, y si llena los requisitos que la ley exige, entonces se firmaría un convenio con esa institución.