El asombroso caso de Rumeysa Gelgi

Rumeysa Gelgi mide 2,13 m y padece el síndrome de Weaver, del que solo se registran 50 casos en el mundo. En 2014 ingresó al Libro Guinness de los Récords.

 

Rumeysa Gelgi es una joven turca que llama la atención por su altura, pero no de la forma habitual. El caso de la muchacha ha recorrido el mundo luego de ser difundido por el programa “Body Bizarre” de TLC.
Pero antes de esto, en 2014, su altura le había hecho ganar un lugar en el Libro Guinness como la adolescente más alta del mundo. Hoy, a sus 19 años, mide 2,13 m.

Pero lejos de ser una característica que le permitiría abrirse paso en disciplinas que requieren muchachas altas, como el básquet o el modelaje, Gelgi sufre muchas complicaciones, ya que su estatura es consecuencia del Síndrome de Weaver.

El sitio de medicina Orpha.net da cuenta de lo poco frecuente que es este síndrome: solo se han registrado 50 casos en todo el mundo.

Algunas de las dificultades que tiene la adolescente turca debido a este problema son el crecimiento muy veloz y la falta de movilidad en brazos y piernas, lo que genera complicaciones para caminar, por ejemplo. Gelgi también sufre de escoliosis, una patología que hace que la columna se desvíe.

Rumeysa Gelgi al recibir el reconocimiento Guinness / guinnessworldrecords.com
Rumeysa Gelgi nació seis semanas antes de la fecha prevista y esto se debió a que los médicos notaron que la beba tenía un tamaño mayor al considerado normal. “Ella era más alta de lo normal. Tenía una voz profunda, áspera. Sus manos y pies eran grandes. Lucía distinta a los demás, muy diferente a los demás bebés”, contó la madre de la adolescente a Daily Mail.

Sin embargo, y con todos los problemas que implica llevar una vida normal padeciendo este síndrome, Rumeysa Gelgi ha logrado salir adelante: “Siendo niña, me hacía preguntas sobre mi apariencia, pero nunca me sentí infeliz. Logré sobreponerme con la ayuda de mis padres. Ellos me contaron que mi síndrome era muy raro. Es por ellos que me siento la persona más importante del mundo”.

Su vida no es sencilla, pero ha sabido verle el lado positivo: “Ser alguien que tiene un récord mundial es algo increíble. Sé que solo la gente especial lo logra y yo soy una de esas personas”