Existió la Papisa Juana?

Una de las historias más atrapantes resulta esta que se origina en tiempos negros para la Iglesia, cercanos al proclamado fin del mundo, que está colocado en la boca de Jesús: «Mil y no más de mil años» del Nuevo Testamento. Anuncio agorero que como tantos no se cumplió.

La legendaria Juana de Ingelheim, que habría nacido hacia 822 en la localidad de Ingleheim am Rhein, cerca de Maguncia, una mujer nada común. Según la leyenda era hija de un monje, Gerbert, y desde pequeña mostró gran interés por la ciencia, estudió algo de medicina, Inteligente sabía que en la sociedad de su tiempo tenía poco que hacer y precoz, enamorada de un monje a corta edad, lo sigue entrando al convento pasando como un monje más. Vemos así a Juana vestido de varón, entrar en religión en la abadía benedictina de Fulda, en la que fue conocido como “Juan el médico”.

Como monje pudo profundizar en la ciencia médica que ya algo conocía, consultar las mejores bibliotecas de la época y recorrer el mundo –acompañando al fraile que era su amor desde la adolescencia, todavía en secreto, y habría llegado hasta Constantinopla, donde habría conocido a la Emperatriz Teodora. Todo ello le ayudó a su carrera eclesiástica, que la había llevado hasta Roma.

El caso es que, una vez llegada a Roma, su fama de médico llegó hasta el mismo Papa Sergio II, que la (le) llamó su médico personal y al cual Juana habría curado de la gota. Grande sería la fama de dicho galeno cuando, a la muerte del Pontífice, en vez de ser sucedido por el benedictino León IV, como realmente ocurrió, habría sido sucedido por otro “benedictino”, esto es por la (el) Juan, bajo el nombre de Juan VIII. Continuar leyendo «Existió la Papisa Juana?»

Enigmas y misterios del Vaticano!

Existió la Papisa Juana?

Una antigua y misteriosa leyenda medieval nos habla de la época de las penurias y la hambruna en la Polonia del siglo X, tiempos de invasiones y epidemias. Continúa diciendo la leyenda que solo los curas y los niños en aquellos duros tiempos podían subsistir, y que una mujer joven y pobre que no quería prostituirse, se colocó un hábito de un sacerdote muerto por la peste y se dedicó a mendigar como un hombre. Juana se llamaba esta mujer y, como era muy lista, se dio cuenta de que los clérigos que más ganaban eran los que se dedicaban a predicar la palabra de Dios en las plazas y en las iglesias de los pueblos.

Juana, inteligente y astuta, se transformó en un orador magnífico, hasta el punto que acudían gentes en pequeñas peregrinaciones para escuchar su palabra. Sus hábitos la confundían con un monje y ella nunca dijo ser mujer; su fama siguió creciendo y dicen los escritos que al cabo de un tiempo fue nombrada obispo y en la imaginación popular de obispo a cardenal solo hay un paso… y de cardenal a Papa, solo un poco de suerte.

Prosigue contando la leyenda que durante algunos años, ejerció muy bien sus deberes papales pero que una vez, como mujer que era, sucumbió ante la belleza de un paje y a raíz de este hecho quedó embarazada. Estando a punto de dar a luz y habiendo durante todo el tiempo ocultado su condición femenina y su ingravidez, se dirigió con el «Anda Papal», a la Iglesia a celebrar la Fiesta del Corpus Christi. Quiso el destino que en aquel momento diera a luz. Existen varios finales diferentes de esta leyenda. En alguno se afirma que la Papisa Juana fue linchada en el lugar por la multitud, otro apunta que terminó sus días junto con su hijo en un castillo papal confinada de por vida y en otra versión de la leyenda se habla de que murió en la pobreza junto con su hijo.

El enigma del Papa Juan pablo I

Cuando murió Juan Pablo I en el año 1978, solamente con 33 días de Pontificio, bastaron unos minutos para que el mundo tuviera la noticia. Murió a causa de un infarto agudo de miocardio según un comunicado del Vaticano. ¿Fue esto lo que ocurrió realmente? ¿Cómo se podía saber el motivo de la muerte a partir solamente de un examen externo del cadáver? ¿Fue una muerte natural o un asesinato?

Los más susceptibles creen que fue asesinado a causa de una conspiración del cónclave de obispos por motivos exclusivamente religiosos. Esta es la única razón por la que el Vaticano impide toda investigación. Consideran que es preferible el ocultamiento antes que verse en la alternativa de confesar que la propia Iglesia asesinó a su Papa. Continuar leyendo «Enigmas y misterios del Vaticano!»