En el lejano Oeste un vaquero vivia y moría por su ingenio, su pistola y, a veces su habilidad a la hora de jugar a las cartas. Cuenta la leyenda que un vaquero , Wild Bill Hickok, fue asesinado a tiros a sangre fría en medio de una partida de póker. Sus cartas se esparcieron sobre la mesa boca arriba mostrando una mano de dos ochos y dos ases. No se sabe si con esa jugada habría ganado la partida, pero desde entonces se conoce a esta mano de póker como “la mano del muerto”, y es considerada un mal presagio en la mesa de juego.
En la noche de su muerte, Wild Bill entró en un salón en el territorio de Dakota. Quería unirse a una partida de póker de apuestas bajas que se jugaba en una mesa del establecimiento. Trató de encontrar un asiento en esa mesa que le diera una panorámica de las puertas frontal y trasera, con la espalda contra la pared, pero no había ningún asiento disponible. El único asiento libre disponible era uno que le permitía la visión de la puerta principal, pero que dejaba su espalda desprotegida. Wild Bill renunció a sus principios en cuestión de seguridad y fue asesinado con un tiro en la nuca a cargo de Jack McCall, hermano de una de las víctimas de Wild Bill.
En la mesa de póker esta leyenda viene a decirle a los jugadores que tentar la suerte no es una buena idea.
Existe un programa de radio muy famoso en México en donde la gente llama por teléfono a la estación para narrar alguna anécdota o experiencia que hayan vivido en relación con el mundo de lo paranormal. Uno de los casos que ha llamado la atención es el caso de la señora Clarita, una mama que llama a la estación sumamente asustada y desesperada, ella cuenta que su hijo últimamente hacia cosas extrañas. Lo curioso de este caso es que la señora afirma que mientras ella está hablando por teléfono su hijo se encuentra levitando a medio metro de su cama.
Este caso llamo mucho mi atención porque la señora por momentos parece perder la razón y dice estar sumamente asustada, estas señales parecen indicar de que no se trata de una actuación como cualquiera hubiera pensado, y por lo tanto nos permite confirmar que no es ninguna farsa o algún truco publicitario elaborado por la estación. Estas son algunas de las cosas que comparte la Sra. Clarita:
Una llamada de terror
“No me lo va a creer señor Víctor Manuel, pero ahorita que lo fui a ver ¡Esta levitando como medio metro de su cama!”
“Mi hijo media 1.67, ¡ahora mide 1.82! Está creciendo cada vez más, pero no en una forma normal”
“Hace cosas raras, la otra vez se subió a la azotea y se empezó a colgar así como péndulo.”
“Me dice que diga lo que quiera pero que no me meta con esa tabla”
“Ya no se a quien acudir, fui a la iglesia y me dijeron que esas eran puras tonterías.”
Existen varios casos de lo que sucedió con la señora clarita después de este incidente, ya que la llamada se corta de repente en un punto de la conversación. Algunos dicen que se mudo junto con su hijo a otra casa, otros dicen que desapareció, los mas sensacionalistas cuentan que su hijo la mato y otros más cuentan que termino en un manicomio.
Creo que en un caso de este tipo podemos suponer que se trata de una posesión, ya que en algún momento del relato la mujer cuenta que todo comenzó cuando su hijo inicio su afición por la Ouija, por lo que sería lógico creer que abrió la puerta de su hogar a alguna entidad demoniaca o maligna que termino por utilizar al muchacho como un medio para hacerse presente en nuestro plano. Para los más escépticos esto no es más que otra historia inventada por gente sin mucho que hacer, tratando de engañar de manera descarada a los más crédulos. Pero no podrán negar que con una historia así viene una enseñanza, no debemos meternos con cosas cuyo alcance no conocemos, porque no solamente acabamos afectados nosotros mismos, sino también las personas que amamos.
Todos alguna vez hemos escuchado hablar de esas extrañas criaturas de minúsculo tamaño que nos roban los zapatos en la noche o nos juegan macabras travesuras en la oscuridad.
Existe un caso muy famoso en la localidad de Indeco Santa Clara (Estado de México), el cual nos relata la Sra. Romina Gutiérrez Lerdo, una anciana de 78 años de edad originaria del estado de Coahuila. La mujer afirma haber sido visitada desde su niñez por duendes que en un principio salían del cuarto contiguo a la habitación en la cual dormía, y que posteriormente al cambiarse de domicilio y hasta la actualidad los ve de vez en cuando salir del cuarto de baño ubicado en la segunda planta de su actual residencia. Sé que esto puede sonar a locuras de una anciana que ha perdido lucidez debido a su avanzada edad, pero gracias a algunos conocidos de mis padres logre ponerme en contacto con ella para poder escuchar de la fuente original la famosa historia de los duendes. Estas son las palabras de la Sra. Romina:
“Si, todavía me acuerdo como si hubiera pasado hace una semana, esas cosas no se te olvidan nunca. Fue una época muy difícil para mí, mis papas no entendían lo que me pasaba, me empecé a quedar toda flaca, y no quería comer por el miedo. Me acuerdo que todas las noches me despertaba en la madrugada por que los escuchaba salir del cuarto donde hacían las tortillas, eran como 5 o 6, y se reían, todos se reían, me quitaban las cobijas y se reían, yo me tapaba los ojos para no verlos, pero siempre la curiosidad me ganaba y los abría, estaban bien feos, eran como ancianos pequeños. “