Críptidos : El Emela-ntouka

El «matador de elefantes», o en su lenguaje nativo congolés El Emela-ntouka, es un animal mítico en la cultura de las tribus pigmeas del África Central.

Su tamaño es similar al de un elefante adulto y su color verde pálido. La descripción de los testigos que lo han visto recuerda superficialmente a la de un a la de un rinoceronte, incluyendo un cuerno (de marfil) de unos dos metros de largo. Su cuerpo está sostenido por cuatro gruesas patas cortas y posee una cola similar a la de los cocodrilos. Sus mandíbulas están armadas con largos y afilados dientes de forma triangular.

El emela-ntouka es muy temido por los aborígenes, quienes afirman que suele cazar y devorar humanos. También enfrenta elefantes, a quienes atraviesa con su afilado cuerno para luego dejarlos desangrarse. A ello seguramente debe su nombre.

Existen elementos anecdóticos que sugerirían la posibilidad de que éste animal exista en la actualidad o al menos haya existido en algun momento histórico, ya que Lucien Blancou, jefe inspector del África Ecuatorial Francesa en el decenio de 1950, escribió acerca de una feroz criatura, más grande que un búfalo, que era considerada como de gran peligrosidad por los pigmeos locales:  «…también se sabe de la presencia de una bestia que ocasionalmente destripa elefantes, pero no parece prevalecer allí tanto como en los distritos mencionados. Se supone que un espécimen fue muerto unos veinte años atrás en Dongou, pero en la (margen) izquierda del Ubangi y en el Congo Belga.» trasladado por Bernard Heuvelmans, «En la pista de animales desconocidos», 1959.

Los mitos coinciden en situar al animal en los vastos terrenos pantanosos que conforman la cuenca del Río Congo. Es, por lo tanto, de naturaleza anfibia. Las historias coinciden al afirmar que rara vez se lo encuentra reunido en grupos: se lo considera un cazador solitario.

Posibles explicaciones de su Origen

¿Un dinosaurio?

En 1981 el Dr. Roy Mackal viajó al Congo buscando posibles rastros del Mokèlé-mbèmbé, criatura recurrente del folclore local; en seguida tomó conocimiento de la existencia presunta de otra bestia distinta. Según Roy Mackal, la descripción dada por los lugareños sugeriría que el monstruo misterioso es en efecto un ceratópsido sobreviviente a la extinción de fines del Cretácico. Mackal y otros, quienes sostienen esta idea consideran que la cuenca del Congo reúne ciertas características únicas que habrían hecho posible la supervivencia de especies arcaicas. Otras de estas bestias incluirían al Kongamato, al Nandi y al Mokèlé-mbèmbé.

Sin embargo, esta postura es descartada de plano por la mayoría de los zoólogos. Incluso esta postura es descartada por la mayoría de los criptozoólogos; que postulan que estas criaturas pueden ser animales desconocidos, pero no emparentados con los dinosaurios.

¿Confusión con otro animal?

La primera explicación racional que salta a la vista luego de conocer la descripción física de emela-ntouka es que se trata de un rinoceronte. En el caso de su comportamiento anfibio, sería producto de una confusión con un hipopótamo visto desde lejos.

¿Un nuevo animal?

Los supuestos testigos coinciden en afirmar que el cuerno único sería de marfil y no de pelo modificado como en el caso del género rhinoceros. El comportamiento anfibio mencionado sería así mismo sospechoso, así como también la presencia del masivo apéndice caudal. Esto descartaría la posibilidad de algún mamífero u otro animal clasificado actualmente; e indicaría la posible existencia de un nuevo animal desconocido, pero lo más factible y probable, no perteneciente al grupo de los dinosaurios.

¿Un mito?

Al igual que otros animales misteriosos, por su naturaleza, es muy probable que sea solo un mito.

Leyendas Urbanas : La Mona

Las leyendas urbanas son una narración tradicional o colección de relatos relacionados entre sí, referidos a hechos imaginarios pero que se consideran reales o lo son, pero la tradición oral ha ido mutando su forma por lo que a veces es posible encontrar dos o tres, incluso más variantes de la misma historia. Los mitos, en cambio tienen su origen en fenómenos importantes o curiosos que nunca ocurrieron.

La Leyenda de la Mona

Relata la leyenda que una desdichada mujer, transformada en una horrible criatura, asusta a los transeúntes que deambulan por los solitarios caminos. A veces la mona se atreve a llegar hasta los barrios céntricos de los pueblos, correteando sobre los techos de las casas, arañando el zinc con sus garras.

Se cuenta que hace muchos años, quizás desde tiempos coloniales, una guapa mujer fue tranformada en mona por una bruja!. Muchos dicen que la espantosa conversión fue debido a la envidia que la bruja tenía hacia la extrema belleza de esa mujer… (Cual si se tratara de un cuento de hadas de Disney) – Sus rasgos más catacterísticos, son sus extrañas facciónes de simio, baja estatura, el cuerpo cubierto de pelos, con ojos rojos y penetrantes, y que además posee un grito escalofriante y aterrador. Normalmente es enviada por algún brujo o bruja a atacar a una persona en especial… Aunque muchas veces La Mona simplemente deambula por las calles de algun lugar asustando y molestando al primer desdichado que tenga la mala suerte de cruzarce con ella, agobiándolo con sus gritos y rasguños, con su mirada y su presencia…

El auto maldito de James Dean

James Byron Dean fue un conocido actor norteamericano que alcanzó la fama con un papel protagónico en la película «Al este del Eden» en el año 1954. Mientras rodaba la memorable película «Rebelde sin causa», adquirió su primer Porsche, un Spedster 356 y comenzaría a competir en carreras atraído por la adrenalina de las pistas.

Un año más tarde, compró un modelo exclusivo y limitado de Porsche: El 550 Spyder, de 110 caballos de fuerza y capaz de alcanzar 225 km/h. Dean lo bautizó como “Little Bastard”, en español: Pequeño bastardo. El número de bastidor del coche era 2Z77767, un número que según algunos expertos en numerología, traería mala suerte.

En efecto, en septiembre del mismo año, Dean murió en un trágico accidente mientras se dirigía a una carrera de autos en California.

Algún tiempo después, comenzó a trascender el rumor de que el auto estaba maldito. Nadie sabe con exactitud el motivo de semejante afirmación, lo cierto es que una serie de extraños acontecimientos comenzaron a sucederce inmediatamente después del accidente.

Una de las primeras historias sobre el «auto maldito» versa en que la ex novia de Dean, habría realizado magia negra luego de que el actor la hubiera dejado tras alcanzar la fama mundial. El dinero con el que había comprado su primer porsche, habría sido para la casa que ambos habían soñado. El mismo actor había reconocido en una entrevista algun tiempo atrás, que la joven se sentía atraída por las artes ocultas.

Cuando los restos del coche fueron llevados a un garaje, el motor se desprendió y cayó sobre las piernas del mecánico provocándole quebraduras.

El motor fue comprado luego por un médico llamado Troy McHenry y la caja de cambios del Litle Bastard fue adquirida por un corredor llamado William Eschrid. En una carrera en la que ambos competían McHenry chocaría contra un árbol pereciendo al instante y Eschrid perder´çia el control de su vehículo por fallos mecánicos y resultaría herido de gravedad.

Una tarde, un joven que pretendía robar una parte del coche para tener un objeto de la estrella, perdió el brazo en el intento de robar el volante, y el resto de la carrocería fue usada por la policía como ejemplo de los peligros de la carretera. El Porsche se guardaba en un garaje privado, que una noche ardió, y todos coches quedaros carbonizados, todos excepto extrañamente uno

Después, el automóvil del actor fue reconstruido.., y el garaje se incendió. Fue exhibido en Sacramento y cayó del pedestal, rompiendo la cadera a un adolescente. Más tarde, en Oregon, el camión que transportaba el coche patinó y se estrelló contra la fachada de una tienda. Finalmente, en 1959, se partió en 11 pedazos mientras estaba apoyado en una sólida base de acero.