El Valle de Nahanni
Al nordeste del Parque Nacional Nahanni de Canadá, se encuentra el extenso valle de Nahanni. El área es accesible sólo por barco o avión y es el hogar de muchas maravillas naturales, como sumideros, géiseres y una cascada de casi el doble del tamaño de las Cataratas del Niágara. Existen muchas historias en torno a éste valle. John Buchan, el autor de Los 39 escalones, dijo una vez que el valle era un lugar de fantasía para los pilotos que lo sobrevolaban. En el pasado, algunos creian que el valle estaba lleno de oro. Otros, que el lugar era caliente como el infierno, debido a las aguas termales. Muchas historias sobre misteriosas desapariciones en el lugar trascendieron a lo largo de los años. Los indios, incluso, dijeron que era el hogar de los demonios.
La garganta de más de 300 km de extensión se ha convertido en un misterio, debido a una serie de horribles muertes y desapariciones, muchas de ellas realmente inquietantes, ganándose el apelativo de «El Valle de los hombres sin cabeza». Las anomalías en torno a éste sitio comenzaron en 1908, cuando los Hermanos Macleod llegaron en busca de oro. Nada extraño fue visto o escuchado por los hermanos durante un largo año de búsqueda, hasta que sus cuerpos encontrados decapitados cerca de un río.
Nueve años más tarde, un suizo de apellido Martin, correría la misma suerte que los hermanos Macleod, durante su estadía en el valle, mientras se abocaba a la búsqueda del preciado metal. Su cadáver fue encontrado sin cabeza, del mismo modo que los anteriores. En 1945, hallaron a un minero de Ontario en su saco de dormir con la cabeza cortada de sus hombros.
Los escépticos de lo paranormal, no tardaron en encontrar explicaciones lo suficientemente racionales como para tranquilizar las mentes inquietas. Las mutilaciones podrían tratarse o bien de un oso pardo, o más probablemente a la pugna del oro con los indios hostiles. Sin embargo, la ocurrencia de otros sucesos realmente extraños en la zona, se suman a los ya conocidos misterios del valle.
Algunos años antes de las primeras muertes ocurridas en el lugar, la zona estaba habitada por la tribu de los Naha, quienes habrían desaparecido abruptamente y sin dejar rastros. Otros indios de la zona han evitado el valle durante siglos, alegando un mal que atormenta a desconocidos. Muchas partes del valle permanecen sin explorar, y algunas historias sostienen que en el lugar existe una entrada a la «Tierra Hueca». Otros creen que el valle es el hogar de un mundo perdido, con exuberante vegetación y un clima tropical, debido a las aguas termales y a las corrientes de aire caliente que emanan de ciertos sectores, así como minas de oro sin explotar y sasquatches errantes.