La maldición de Osama Ben Laden

De los 25 soldados de Navy Seals que participaron de la «Operación Gerónimo», que terminó con la muerte del exlíder de Al Qaeda, Osama ben Laden, solo dos siguen con vida.

Este inusual y coincidente destino de los miembros del cuerpo de elite norteamericano ya es calificado como «maldición», la misma que habría empezado tres meses después de la operación del 2 de mayo de 2011. Esa vez fue derribado un helicóptero de la OTAN, donde viajaban 31 soldados estadounidenses, siendo 22 de ellos especialistas de los Navy Seals.

El caso lo detalla el diario El Mundo . El último en fallecer es el marine Brett D. Shadle, quien sufrió un accidente con su paracaídas hace unos días.

En ese entonces, el presidente afgano Hamid Karzai informó que los talibanes aseguraban haber disparado contra el helicóptero, mientras que Estados Unidos nunca confirmó ni desmintió que en el helicóptero viajara casi todo el equipo que acabó con la vida de Bin Laden.

En tanto, en febrero de este año se dio a conocer que el soldado que mató al otrora líder de Al Qaeda no tiene pensión ni seguro médico tras retirarse del Ejército. Además, este militar en retiro dijo que su familia se encuentra en proceso de cambio de nombre debido a que no posee ningún tipo de protección gubernamental.

El 2 de mayo de 2011, los miembros de Navy Seals entraron en el escondite de Ben Laden en Pakistán, dando muerte al terrorista, a uno de sus hijos, dos hombres y una mujer que fue usada como escudo humano.

La Maldición de los Exploradores

¡10 Biografías únicas y llenas de Misterio!

La historia de personajes como Shackleton, un explorador que sobrevivió milagrosamente a una gran expedición a la Antártida, o Francisco de Orellana, que perdió la vida en su famosa búsqueda de El Dorado, llenan las páginas de este recopilatorio lleno de misterios.

Tras haber viajado a los lugares más inhóspitos de la geografía, Lorenzo Fernández Bueno cuenta la historia de diez grandes exploradores que nunca llegaron a su destino. Muchos murieron en el intento. Otros, simplemente, cayeron en el olvido.

¿Qué encontró el coronel Percy H. Fawcett en la sección de Obras Raras de la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, para que desde ese instante dedicara su vida a la búsqueda de una enigmática ciudad perdida en las entrañas de la selva amazónica?

¿Por qué el arqueólogo nazi Otto Rahn recorrió durante años los enclaves cátaros convencido de que el Grial se ocultaba en alguna de las cuevas
repartidas por la montañosa región?

¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a Shackleton a emprender la mayor aventura jamás imaginada, en la que sólo le aguardaba la muerte?

Éstos son algunos de los misterios que presenta Lorenzo Fernández Bueno en su nuevo libro, La maldición de los Exploradores (Cúpula, 2011). Un libro escrito tras recorrer un largo camino en el que Lorenzo Fernández ha viajado a los lugares donde diez grandes exploradores intentaron llegar y en los que muchos perdieron la vida y cayeron en el olvido.

Datos del Autor

Lorenzo Fernández Bueno es periodista y escritor. Es autor de obras como Las claves de «El código da Vinci», Los guardianes del secreto, Crónicas del misterio, Gótica: secretos, simbología oculta y leyendas de las catedrales (coord.), Rex Mundi, La guía del terror: lugares de España en los que pasar miedo y otras rutas con misterio y Terrores nocturnos, un libro de cuentos. También ha participado en la antología 20 historias inquietantes (Minotauro, 2009). Ha sido locutor y guionista de las series «América Mítica» (I y II) e «Indonesia Mítica», ambas emitidas en La 2 de TVE. Actualmente colabora en el programa «Espacio en Blanco», de RNE, dirige la revista Enigmas del Hombre y del Universo y trabaja en dos nuevos libros en los que se dan la mano viajes, aventuras y mucho misterio.

El auto maldito de James Dean

James Byron Dean fue un conocido actor norteamericano que alcanzó la fama con un papel protagónico en la película «Al este del Eden» en el año 1954. Mientras rodaba la memorable película «Rebelde sin causa», adquirió su primer Porsche, un Spedster 356 y comenzaría a competir en carreras atraído por la adrenalina de las pistas.

Un año más tarde, compró un modelo exclusivo y limitado de Porsche: El 550 Spyder, de 110 caballos de fuerza y capaz de alcanzar 225 km/h. Dean lo bautizó como “Little Bastard”, en español: Pequeño bastardo. El número de bastidor del coche era 2Z77767, un número que según algunos expertos en numerología, traería mala suerte.

En efecto, en septiembre del mismo año, Dean murió en un trágico accidente mientras se dirigía a una carrera de autos en California.

Algún tiempo después, comenzó a trascender el rumor de que el auto estaba maldito. Nadie sabe con exactitud el motivo de semejante afirmación, lo cierto es que una serie de extraños acontecimientos comenzaron a sucederce inmediatamente después del accidente.

Una de las primeras historias sobre el «auto maldito» versa en que la ex novia de Dean, habría realizado magia negra luego de que el actor la hubiera dejado tras alcanzar la fama mundial. El dinero con el que había comprado su primer porsche, habría sido para la casa que ambos habían soñado. El mismo actor había reconocido en una entrevista algun tiempo atrás, que la joven se sentía atraída por las artes ocultas.

Cuando los restos del coche fueron llevados a un garaje, el motor se desprendió y cayó sobre las piernas del mecánico provocándole quebraduras.

El motor fue comprado luego por un médico llamado Troy McHenry y la caja de cambios del Litle Bastard fue adquirida por un corredor llamado William Eschrid. En una carrera en la que ambos competían McHenry chocaría contra un árbol pereciendo al instante y Eschrid perder´çia el control de su vehículo por fallos mecánicos y resultaría herido de gravedad.

Una tarde, un joven que pretendía robar una parte del coche para tener un objeto de la estrella, perdió el brazo en el intento de robar el volante, y el resto de la carrocería fue usada por la policía como ejemplo de los peligros de la carretera. El Porsche se guardaba en un garaje privado, que una noche ardió, y todos coches quedaros carbonizados, todos excepto extrañamente uno

Después, el automóvil del actor fue reconstruido.., y el garaje se incendió. Fue exhibido en Sacramento y cayó del pedestal, rompiendo la cadera a un adolescente. Más tarde, en Oregon, el camión que transportaba el coche patinó y se estrelló contra la fachada de una tienda. Finalmente, en 1959, se partió en 11 pedazos mientras estaba apoyado en una sólida base de acero.