¿Creía Tesla que en Marte había una ciudad subterranea?

Nikola Tesla, el gran inventor y una de las mentes más brillantes de todos los tiempos, leyó el libro akáshico, del que extrajo grandes ideas y descubrimientos, muy de acuerdo a sus propias capacidades e intuiciones.

Pero como todo humano, algunas cosas se nos escapan o nos es muy difícil describir e interpretar, de allí cosas que le quedaron inconclusas, por estar muy por arriba de su tiempo y de sus posibilidades.

Lo que es más intrigante son las comunicaciones que dijo recibir de seres extraterrestres.

En un folleto titulado, The Truth About Mars (La Verdad Acerca de Marte), escrito en 1956, el autor, Ernest L. Norman afirmó haber contactado a los habitantes del planeta Marte.

En su folleto, Norman afirma que el pasó una hora cada tarde en meditación, y que debido a sus meditaciones, el fue contactado en febrero de 1955 por un hombre de Marte.

Después de presentarse como Nur El, rápidamente explicó que era del planeta Marte, y que si yo lo desease, podría ir allá con el, a su ciudad (en vuelo astral) y que el sería mi guía personal. .

El explicó que su gente estaba muy deseosa de aclarar algunos de los supuestos misterios de Marte. Nuestro viaje allá es una cuestión de fracciones de segundos, pues no se utilice ni se necesita una nave. .

Llegando a la superficie de Marte, de repente tomé conciencia del terreno extremadamente rugoso, colinas rocosas y planicies arenosas que se extienden sin fin nuestro alrededor. Nur El explica que la ionosfera es muy delgada, lo cual deja la superficie casi desprotegida de los varios rayos beta, gamma y cósmicos. Esta alta concentración de rayos ionizan toda la muy enrarecida y gaseosa atmósfera, y junto con ciertas corrientes termales, crean fabulosas tormentas de polvo.

También hay una capa de polvo muy finamente dividida en la ionosfera, lo cual ayuda a crear la apariencia rojiza del planeta. También hay un número de volcanes, tres de los cuales son de un tamaño exageradamente muy importante.

También se explicó que ya que Marte tiene solamente siete grados en la inclinación de su eje, no hay mucho cambio estacional. El agua es muy escasa en este planeta árido; la mayor parte de las precipitaciones caen como nieve en los polos.

(En este punto habla de vegetación escasa, cosa que desentona con lo visto casi cincuenta años después).

Norman continúa su historia diciendo:

En Marte las ciudades son todas subterráneas y están interconectadas por enormes tubos ovales de metal, de trescientos a quinientos pies de diámetro. Son estos tubos los que han confundido a los astrónomos en la tierra. Algunos creen que son canales ya sea de diseño inteligente, o usando características naturales para transportar la escasa agua a través del planeta. Nada de eso.

Las arenas cambiantes del desierto a menudo los cubren y descubren, lo cual conduce a una confusión adicional, puesto que parecen aparecer y desaparecer.

La gente de Marte son más pequeños que aquellos en la tierra, de un promedio de cuatro pies seis pulgadas en altura.

Ellos son de apariencia algo mongol. Los marcianos originalmente emigraron a Marte en una nave espacial desde un planeta moribundo, hace millones de años. Ellos también vinieron a esta tierra y comenzaron una colonia, pero la encontraron impráctica de mantener. También fue explicado por Nur El que esta colonia se convirtió en nuestra raza china a través de la evolución del tiempo.

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La NASA quiere hacer su propio C-3PO para enviarlo a Marte.

No se puede negar que el envío de una misión tripulada a Marte es un desafío costoso y arriesgado. Consciente de eso, la NASA trabaja en el desarrollo de un robot humanoide, al estilo de C-3PO de Star Wars, para preparar el terreno para los seres humanos.

El robot, llamado R5, ha costado U$S6 millones en inversiones – la mitad del dinero provenía de la NASA y la otra de DARPA (Agencia de Investigación Avanzada de Proyectos de Defensa).

Nuestra tecnología está aún lejos de desarrollar un humanoide que pueda sobrevivir solo en otro planeta. Los robots bípedos que se levantan luego de una caída, se enfrentan a terrenos difíciles o escapan de los espacios pequeños, representan un desafío a la robótica moderna.

La agencia estadounidense ha decidido pasar el reto a dos universidades – la de Noroeste y el MIT – que recibieron un par de R5s y U$S500 mil cada una. La NASA tomó conciencia de que ahora es necesario un equipo de genios de la robótica para el seguimiento del proyecto. Cuando se trate de los materiales y el uso del robot en el espacio, la NASA volverá a entrar en al juego.

El proyecto audaz no sólo tiene fans. Los críticos señalan que hay otros tipos de robots, fuera del modelo humanoide, que funcionan bien. Por ejemplo, ¿por qué un robot con ruedas, brazos y filamentos no podría encargarse del trabajo en Marte?

La misteriosa flor descubierta en Marte

La misión del Curiosity acaba de entrar en una de las fases más interesantes del proyecto. Desde finales de enero el taladro instalado en el Rover ha comenzado a hacer prospecciones en el terreno, mientras recoge datos y nos envía imágenes de la superficie marciana.

Una de estas imágenes ha levantado mucha curiosidad durante la última semana en lo que algunos medios han terminado bautizando como “la flor de Marte”. Entre las noticias y los rumores que han surgido en estos días podemos encontrar casi de todo dependiendo de la imaginación o el rigor del periodista que haya tratado la fotografía.

Se trata de un curioso saliente en el terreno que finaliza en un extremo algo más grueso con una especie de terminación de brillo metálico.

En este Cuaderno de Ciencias ya hemos comprobado en numerosas ocasiones cómo nuestra percepción puede verse afectada por multitud de factores: la perspectiva, la proporción, el ángulo, la luz, las formas y proporciones… el fenómeno se llama pareidolia y hace que, desde un determinado punto de vista, las cosas puedan llegar a parecer muy diferentes a la realidad…

Sin embargo, en este caso hay poco misterio. La “flor de Marte” no es más que un pequeño saliente de roca modelado por la acción de la erosión.

¿Erosión en Marte? Pues sí, claro… Aquí en la Tierra estamos acostumbrados a las fascinantes formas que la erosión del agua modela en el paisaje. Su laborioso trabajo, realizado durante largos periodos de tiempo, consigue dar forma al planeta, desde el Gran Cañón del Colorado hasta la más pequeña piedra de río.

En el cráter Gale donde se encuentra el Rover Curiosity actualmente no hay agua, pero sí la hubo en épocas pasadas. Además, Marte cuenta con un importante elemento erosionador: el polvo.

La atmósfera de Marte es ligera y tenue pero cuenta con gran cantidad de polvo rojizo, que por otro lado le da ese color al ambiente en el planeta marciano. La acción del viento cargado de polvo durante miles, cientos de miles e incluso millones de años han modelado las más curiosas formas en el paisaje, incluida esta pequeña roca y su curiosa forma.

Por otro lado, algunos medios han señalado que esta formación rocosa podría ser metálica debido al aparente brillo que aparece en la fotografía. Sin embargo, la propia NASA ya ha negado este punto señalando que se trata de un efecto causado simplemente por la perspectiva y la forma en la que la luz ilumina el saliente.

Esta pequeña formación rocosa es curiosa por efecto de la pareidolia pero no es más extraña que los cientos y cientos de rocas que ya hemos visto en otras fotografías… Recordemos que nuestra imaginación es capaz de unir puntos y ondulaciones del terreno haciendo que veamos las más extrañas formas, desde una sirenita hasta un elefante.

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