Curiosidades Matemáticas – La Ley de Titius

La Ley de Titius desarrollada en 1766 relaciona la distancia de un planeta con el numero de orden del planeta respecto al sol mediante una regla matematica simple.

La formula dice que:

Empezando por el 0 en el primer planeta (Mercurio), el siguiente planeta sera el 3 (Venus), a partir de aqui el numero del siguiente planeta sera el del anterior multiplicado por 2, asi la Tierra es 3.2=6 porque es el 3er planeta, Marte 6.2=12, etc.

La tabla quedaria asi:
Mercurio 0
Venus 3
Tierra 6
Marte 12
Cinturon de Asteroides 24
Jupiter 48
Saturno 96
Urano 192
Neptuno 384

La ley dice que para saber la distancia entre los planetas y el Sol tenes que sumar el N° del planeta +4 y el resultado divirlo entre 10. la tabla ahora es asi:
Mercurio (0+4)/10=0,4
Venus (3+4)/10=0,7
Tierra (6+4)/10=1
Marte (12+4)/10=1,6
Cinturon de Asteroides (24+4)%10=2,8
Jupiter (48+4)%10=5,2
Saturno (96+4)%10=10
Urano (192+4)%10=19,6
Neptuno (384+4)%10=38,8

Las cifras finales son la cantidad de Unidades Astronomicas (UA) que separa al planeta correspondiente del Sol. Una UA es la distancia de la Tierra y el Sol (150.000.000 Km). Se comprobo cientificamente que esa es la distancia casi exacta de cada planeta y el Sol.

Esto es producto del azar? Como es posible que se pueda establecer una relacion tan simple? La naturaleza no solo es sabia sino tambien asombrosa

Isaac Newton y su patología de la ciencia

No ha existidootro científico que haya trabajado tan duro, dejado de comer, de dormir, y de relacionarse con otros como Isaac Newton. Newton fue un personaje muy oscuro, era muy solitario, era una persona patológicamente incapaz de conversar, consumido en extremo por su trabajo y posiblemente también sea uno de los mayores científicos, sino el más grande, de todos los tiempos.

En su tiempo la física era un campo muy poco explorado. En 1642 Newton nace en un pueblo remoto de Inglaterra, su padre muere antes de su nacimiento, su madre vuelve a casarse y a los tres años envía a Isaac a vivir con una abuela sintiéndose solo y teniendo así una infancia desdichada.

Para Newton era muy común escribir sus pecados, y acerca de esto escribió que entre los pecados de su infancia amenazó a su madre y a su padrastro con quemarlos en la casa de estos.

A Newton nunca le fue bien en la escuela pero sorprendía a la gente de su pueblo por crear aparatos mecánicos como molinos de vientos y un maestro de la escuela convence a su madre para que lo lleve a la universidad. Logrando así entrar a la universidad Trinity Collage de Cambridge donde la mayoría de los estudiantes se dedican más a la juerga y a beber que a estudiar, por ende Newton prefiere aislarse y permanecer solo. Obsesionado por el pecado se autoimpone un estricto control emocional y sexual, y empieza a llevar una existencia solitaria, monacal. Era la persona más reservada de la que jamás hemos podido oír hablar. No se molestaba en hacer amigos y le resultaba difícil relacionarse; simplemente se apartaba de la gente.

En toda su vida no tuvo aventuras amorosas ni casi amigos, llegándose a especular de homosexual o que simplemente decidió que no tenía tiempo para otra cosa que no fuera su trabajo. La ciencia. Continuar leyendo «Isaac Newton y su patología de la ciencia»

El hueso de Ishango

El Instituto Belga de Ciencias Naturales alberga entre sus fondos una pieza única para la historia de la Humanidad, un peroné de babuino con unas extrañas marcas conocido como el hueso de Ishango, la primera herramienta matemática de la que se tiene constancia. Datada hace unos 20.000 años, se cree que servía para contar, aunque también se le atribuyen otros usos. Esta es su increíble historia.

Año 1960. La ciudad de Leopoldville (hoy Kinshasa) está envuelta en una enorme agitación, a punto de nacer un Congo independiente tras 75 años de colonialismo. Ajeno a todo este revuelo, el geólogo belga Jean de Heinzelin de Braucourt explora en la zona noreste del país, más en concreto en un área conocida como Ishango, situada en una de las riberas del Lago Eduardo (frontera entre el Congo belga y Uganda), donde nace el río Nilo.

Distintos descubrimientos arqueológicos, como arpones de hueso y hachas de piedras, han permitido averiguar que allí nació y medró hace unos 20.000 años, en pleno Paleolítico, una comunidad humana de cazadores y, sobre todo, pescadores, algunos de cuyos conocimientos pueden estar en el origen remoto de la civilización egipcia y del pensamiento y la filosofía occidentales.

Ni siquiera De Heinzelin podía imaginar la importancia de lo que encontró en aquel año de 1960. Se trataba de un largo hueso marrón, en concreto un peroné de babuino, con un trozo de cuarzo incrustado en uno de sus extremos. En un principio fue datado en un rango que iba del 6.500 al 9.000 a.C., pero luego se pudo saber que, en realidad, tenía más de 20.000 años de antigüedad. Pero, ¿por qué esta pieza era tan interesante?

El hueso de Ishango, como comenzó a llamársele, presentaba tres columnas de muescas talladas que abarcaban toda su longitud. Desde el primer momento se descartó su carácter decorativo al ser completamente asimétricas y todos los indicios apuntaban a que era una herramienta de conteo, como un ábaco primitivo, y que el cuarzo del extremo se usaba para grabar o escribir, hacer anotaciones. Continuar leyendo «El hueso de Ishango»