La llamada medicina alternativa, medra a favor de la falta de respuestas válidas de la medicina científica a demasiadas dolencias.
Edzard Ernst, médico alemán, considerado hoy el primer profesor del mundo de medicina alternativa, se retira en Inglaterra.
Descubrí que la homeopatía es bastante inútil. Me habría gustado que las pruebas apuntasen en otra dirección, debido a que estudié homeopatía. Habría sido genial ganar un Premio Nobel demostrando que el efecto ‘ninguna molécula’ puede tener una cura, pero las pruebas están claramente en contra.
En otras áreas, las pruebas son mucho más positivas. Hemos demostrado que la acupuntura es útil para reducir el dolor de ciertas condiciones, y es algo generalmente aceptado ahora.
Hay una gran cantidad de medicinas herbales que están respaldadas por pruebas muy sólidas. El ejemplo principal ha sido la hierba de San Juan para la depresión. Hay alrededor de 50 ensayos clínicos y la totalidad de estas pruebas muestran claramente que es al menos igual de efectivo que los tratamientos usuales para la depresión suave a moderada.
Las medicinas con base de hierbas, si pueden ser efectivas, muchas y sus derivados purificados integran buena parte de los remedios tradicionales, no así lo simple mente homeopáticos.
He aquí la explicación de la inutilidad de la homeopatía:
No es una ciencia o práctica milenaria. Se basa en que ciertas substancias producen una imitación de lo enfermante y esa crisis determina una cura efectiva. En realidad fue inventada hace unos 200 años. En esa época, por ejemplo, no se conocían los virus y bacterias como causantes de muchas enfermedades. La gente moría de enfermedades que hoy en día tienen fácil cura gracias a la medicina basada en el método científico. En cualquier caso, que un remedio sea milenario no lo convierte en bueno. En algunas culturas antiguas se consideraba que los sacrificios humanos evitaban plagas o enfermedades y no por ello funcionan.
Dicen algunos: ¡No tiene efectos secundarios (tampoco primarios, lamentablemente)! El aire tampoco y no por ello cura enfermedades. Es cierto que la homeopatía carece de efectos secundarios: ¡es sólo agua! Pero, cuando se toma un medicamento, se espera tratar una enfermedad y los tratamientos homeopáticos no han demostrado tener la capacidad de hacerlo.
Hay personas que se caen de un tejado y sobreviven. ¿Es este un argumento para decir que no es peligroso? La homeopatía funciona como otros placebos: el paciente se cree tratado y con esperanzas de curación y, por tanto, puede mostrar ciertas mejorías en algunos casos. Los medicamentos científicamente probados no sólo poseen la cualidad del efecto placebo, sino que además tratan la enfermedad de forma adecuada y testada. En muchos casos, además, lo que se tiene son claros ejemplos de regresión a la media o remisión espontánea. Como otros atribuyen a estos porcentajes de “curación” a dioses o santos milagrosos. Continuar leyendo «La Homeopatía y otras yerbas»