Tecnología del futuro: Volver a caminar.

Científicos israelíes crearon un traje robótico que ayudará a caminar a personas parapléjicas – inmóviles de la cintura para abajo – Los que sufren esta discapacidad no sólo podrán pararse y caminar, sino hasta subir escaleras. Se trata de un diseño novedoso ideado por la Empresa israelí Argo Medical Technologies. Un roboesqueleto, denominado ReWalk (volver a caminar) que funciona gracias a un motor eléctrico alimentado por una batería recargable localizada en una mochila.

El diseño de Re Walk estuvo a cargo del ingeniero Amit Goffer, quien por su propia parálisis, buscó alternativas de movilidad que no fueran la silla de ruedas. Actualmente, el aparato se encuentra en etapa de pruebas en el Centro Médico Sheba en Tel Aviv. Segun los últimos trascendidos, el artefacto se encontrará disponible para en el año 2010 y, aunque no se ha revelado el precio final, se estima que estará por debajo de los 25 mil dólares, que es aproximadamente lo que cuesta una silla de ruedas motorizada.

Sus creadores aseguran que además de eliminar muchas barreras físicas, ReWalk tendrá un fuerte impacto en el costo de los servicios de salud, ya que evitaría el uso de aparatos como los elevadores, camas especiales y sillas de ruedas motorizadas.

La misteriosa enfermedad del Hombre Arbol.

Se llama Dede y es un pescador de Indonesia. Hace algunos años comenzaron a crecerle, literalmente, raíces en las manos y en los pies sin que la ciencia actual pudiera dar una explicación racional a un fenómeno del cual no existía precedente alguno hasta el momento.

El extraño caso dio la vuelta al mundo y un dermatólogo norteamericano logró descifrar la misteriosa enfermedad que afecta al hombre árbol. Dede, que tiene 35 años, sufre un extraño mal que le provoca el crecimiento de «raíces» en todo el cuerpo.

Su problema comenzó cuando de adolescente tuvo un accidente y debieron operarlo en una rodilla. A partir de ese momento, y por un motivo desconocido, comenzaron a crecerle esas extrañas raíces que se esparcieron rápidamente por su cuerpo, especialmente en sus manos y sus piernas.

Su vida cambio para mal, ya que con ese problema todos empezaron a mirarlo mal. Lo echaron de su trabajo, e incluso su mujer lo abandonó, dejandole ademas los dos hijos que ambos tenian. Los habitantes del pequeño pueblo donde reside, que lo apodaron «el hombre árbol», a menudo se burlaban de él.

En esas condiciones, y sin siquiera poder realizar las más básicas tareas de su hogar, Dede tuvo que criar como pudo y en la más absoluta pobreza a sus dos hijos adolescentes. Para ello, se unió a un circo donde la gente pagaba por verlo.

Después de varios años de acudir a médicos de su región, y que uno tras otro le dijeran que su enfermedad no tenía cura, el caso dio vuelta al mundo y llegó al doctor Antonio Gasspari, de la Universidad norteamericana de Maryland.

Según el investigador, Dede tenía una enfermedad genética que impedía a su sistema inmunológico combatir a un virus que «secuestraba la maquinaria de las células de la piel» y les ordenaba producir cantidades masivas de verrugas que le daban ese aspecto parecido a las raíces de un árbol. «La probabilidad de tener su deficiencia es menos de una entre un millón», indicó el especialista, quien aseguró que en seis meses «podrá vivir una vida más normal».

Despues de 20 años, de vivir con ésta terrible carga, Dedé fue sometido a cuatro operaciones exitosas que le permitirán rehacer su vida y volver a trabajar normalmente.

Hoy, Dede puede utilizar una vez más sus manos y caminar sin dolor.