Estos años, el tema del calentamiento global está perdiendo fuerza debido un poco a los pocos fundamentos que avalaron este aserto pero principalmente porque los que defendían esta teoría se encontraron con la realidad incontrastable de que las temperaturas promedio mundiales han ido decreciendo en más de una década.
Aparte cada vez más gente coincide conmigo en que son otras causas las que influencian en el clima que solo la actividad humana, como ser la mayor o menor actividad de nuestro Sol. Las recomendaciones derivadas del Tratado de Kyoto, eran mal aceptadas en la práctica por restrictivas, muy malas para el desarrollo económico, en tanto las mitigaciones son muy buenas generando nuevas actividades y mejorando el medio ambiente.
Por lo que algo bueno ha quedado de todo este «tema» del «calentamiento global«. Las investigaciones sobre reciclajes de residuos en general y la creación de nuevos empleos. Es notable como los investigadores de grandes industrias en el mundo han desplegado una gran inventiva para aprovechar lo desechable como base de nuevas ramas económicas.
Enviar a la atmósfera y a los arroyos enormes cantidades de sustancias y calor, era un desperdicio total; hoy la mayoría de las industrias de punta, reconvierten a estos «residuos» de primitivas industrias en materia prima de nuevos emprendimientos.
En Argentina, las curtiembres importantes, lograron sustancias curtidoras más amables y naturales, la reutilización de pelos del «pikelado» en la industria de filtros, rellenos, etc. en tanto que los barros tratados, se usan como fertilizantes y bases de asfalto. En Brasil se recupera con llama de plasma el aluminio de los envases «tetrabrick» permitiendo reciclar este metal, que en todas partes del mundo, antes se perdían.
En USA, gracias a nuevos ánodos, las fundiciones del Aluminio, antaño tan contaminantes, han reducido esta dramáticamente. Muchas industrias alimenticias, reciclan lo antes desechado en granjas de lumbricultura que producen proteínas de bajo precio para alimentos balanceados y humus para
enriquecimiento del suelo.
Los desechos maderables y de monocotiledóneas varias intervienen en la formación de combustibles gracias a bacterias trans -génicas que degradan a la celulosa. En fin, cada vez más novedades amables para la vida en el planeta y que generan más trabajo, todavía tan necesario para una sociedad siempre inmersa en crisis recurrentes.