En la localidad mexicana de Monterrey la gente que acude a visitar objetos que pertenecieron al Papa Juan Pablo II. Dicen que éstos objetos poseen la capacidad de generar milagros y por ese motivo, llegan hasta esta ciudad personas enfermas y con otros problemas en busca de una solución a los males que los aquejan.
Entre los objetos personales del ex Santo Padre se exhiben su Biblia personal, su sotana, la casulla, sus rosarios, tazas, paraguas, lentes de sol y su bicicleta, entre otros.
La exposición estaba programada para concluir en el mes de junio pero debido a la demanda se alargó y ahora se gestionó ante el Vaticano para que los objetos personales del Papa Juan Pablo II se queden hasta marzo del 2011.
Existen muchas historias de gente que le atribuye milagros a los objetos de Juan Pablo II. Agunas han llegado enfermos y se han ido sanos del lugar. Otros, sostienen que sienten la presencia de Juan Pablo II.
Entre los casos más espectaculares, trascendió la historia de una mujer que llegó con una enfermedad crónica en un brazo. Durante su recorrido acercó su brazo ante la réplica de la mano de bronce de Juan Pablo, el único objeto que se puede tocar, y rezó para pedir al Papa que le ayudara a sanar. Días después la mujer regresó para agradecer al Papa Juan Pablo II «porque se alivió del problema que tenía».