Durante las excavaciones arqueológicas en el sur de la isla canadiense de Baffin, un equipo canadiense-escocés ha encontrado una nueva evidencia de la presencia de los vikingos en la América precolombina.
Un pequeño artefacto encontrado en un sitio paleoesquimal en la isla de Baffin, en el extremo noriental de Canadá, evidencia la presencia vikinga en el Canadá árctico alrededor de los siglos X-XI, informa Sci-News.
El objeto, según los científicos canadienses y británicos, es un crisol para fundir bronce, probablemente con el fin de usarlo en pequeñas herramientas o adornos. El equipo explica que pequeños crisoles de cerámica se emplearon en la metalurgia no ferrosa de los vikingos.
¿Puede ver ese absurdamente masivo bloque de piedra de la foto? Bueno, ese no es al que nos referimos. Mire a la derecha de la imagen. Investigadores alemanes que realizan excavaciones en el sitio arqueológico de Baalbek han descubierto el más grande y antiguo bloque de piedra trabajado conocido.
El bloque que está completamente expuesto dataría —según la historia ortodoxa— del 27 a.C., y es conocido con el nombre de Hajjar al-Hibla. Está localizado en la cantera de Baalbek, sitio de la ancestral ciudad de Heliópolis, en el Líbano.
Hace pocos meses, arqueólogos de Instituto Arqueológico Alemán llevaron a cabo una serie de excavaciones en la cantera y, para asombro de todos, encontraron un bloque de piedra gigantesco debajo, a un costado del que ahora se queda pequeño en comparación.
El bloque enterrado mide 20 metros de largo por 6 metros de ancho, y se eleva al menos 5,5 metros acostado sobre el terreno. Su peso se estima en unas sobrecogedoras 1,650 toneladas. Futuras excavaciones confirmarán sus dimensiones precisas que, dada su posición, se esperan sean un poco más generosas que las estimadas.
Los arqueólogos concluyeron que debido a la configuración de la roca y el nivel de uniformidad, el bloque fue hecho para ser transportado sin ser cortado. La investigación ahora se centrará en tratar de averiguar por qué la piedra quedó abandonada en la cantera y en el misterio de cómo sus constructores planeaban mover semejante mole.
¿Antiguos Astronautas?
La mayoría de las ruinas de Baalbek datan de la época romana; sin embargo —y es un GRAN sin embargo— los romanos siguieron el patrón de construcción de las áreas «sagradas» de culturas anteriores. Esto es evidente en Palmira, donde el templo de Baal se basa también en un montículo de tel o ruina.
Los templos de Cananea originales podrían ser 2.000 años más antiguos que los restos romanos dejados hoy. El programa de TV Ancient Aliens de History Channel tiene un punto de vista interesante.
En el episodio titulado «Extraterrestres y Lugares Sagrados», los teóricos de los antiguos astronautas dicen que los enormes bloques de piedra que componen la base del complejo de templos de Baalbek tienen 9000 años de antigüedad. Los teóricos sostienen que la base del complejo del templo fue utilizado —hace decenas de miles de años atrás— como una pista de aterrizaje o puerto espacial de naves extraterrestres. Como lo afirma la Epopeya de Gilgamesh, escrita hace unos 4.000 años por los sumerios, en donde llaman a Baalbek el lugar de aterrizaje de los dioses
Palenque es un antiguo pueblo maya construido en el año 600 DC en la actual región del estado mexicano de Chiapas. Fue descubierto en el año 1.951 por un grupo de arqueólogos mexicanos a cargo de Alberto Ruz L’Huillier.
En las ruinas de ésta antigua ciudad descubrieron una escalera que conducía a una extraña tumba y dentro de ella, moraba un enorme sarcófago cubierto por una tapa con el dibujo, grabado en piedra, que muestra la imágen de un hombre, del cual se posee realmente escasa información, sentado en una especie de artefacto que guarda cierta relación con los cohetes actuales. Como si se tratara de una nace espacial y manipulando una serie de instrumentos que parecen dirigirla.
La imágen conocida desde ese momento como el «Hombre de Palenque», constituye un misterio ya que nadie sabe con certeza si el hombre es la representación de un Dios, un sacerdote o el mismo Kinich Janaab’ Pakal, Rey de los Mayas.
Muchos afirman que en realidad la escena está representando el momento en el que Pakal emprende su viaje de resurrección ya que se estima, que ésta era una de las creencias religiosas de la antigua civilización Maya. De todas maneras, la imágen de Pakal es tan llamativa y misteriosa que otorga por si sola el beneficio de la duda.