Existe una arqueología prohibida que nos muestra descubrimientos inquietantes que, de revelarse ciertos, obligarían a rescribir la historia del hombre tal y como la conocemos. Aunque muchos se resisten a aceptarlo, existen una serie de anomalías que nos muestran claramente que algo inquietante ocurrió en el pasado…
Caza de Bisontes prehistóricos con armas de fuego
A mediados de los años setenta, Erich Von Daniken en su libro «El mensaje de los Dioses» hacía referencia a los restos de un bisonte perteneciente al museo de Moscú. En efecto, en el Museo de Paleontología de Moscú se puede visitar el esqueleto de un bisonte que en su cráneo presenta un agujero perfectamente redondo y que se supone fue causado por el impacto de un proyectil lanzado a gran velocidad. Es decir que su aspecto es sospechosamente parecido al que dejaría una bala de moderno calibre. El componente atemporal de ésta historia es que éste animal es originario de Yakuzia, en la Siberia oriental, y vivió en aquellas latitudes hace más de 30.000 años.
Un cazador de Neanderthal.
En 1921, el Museo Británico recibió un cráneo humano encontrado bajo circunstancias curiosas. Sucede que en una remota mina de cinc localizada en Zambia, antiguamente llamada Rhodesia del Norte, los trabajadorse dedicaban a terraplenar una colina llamada Broken Hill, de una altura inferior a los 20 metros cuando sin querer encontraron una galería obstruida que desembocaba en una caverna. La cueva estaba abarrotada de restos humanos, y todo daba la impresión de que el lugar era una especie de cementerio prehistórico. Lamentablemente, no tuvieron el cuidado necesario con los huesos aunque entre los pocos que llegaron a manos de los paleontólogos, se contaba un cráneo humano de frente huidiza, grandes arcos superciliares y una estructura facial muy brutal y primitiva,de tipo neanderthal. Pese a que no se pudo establecer una estratigrafía precisa, la antigüedad de los restos óseos era evidente.
Los paleontólogos colocaron al hombre de Broken Hill u hombre de Rhodesia que por ambos nombres se le conoce, en la estirpe filogenética humana, y le llamaron el Neanderthal africano. Pero estudiando el cráneo observaron dos cosas, una de ellas aparentemente inexplicable: Aquel ser prehistórico, que había vivido probablemente hacía un millón de años, había sufrido una enfermedad mental. Y a ambos lados del cráneo presentaba dos orificios de igual diámetro, que dejaron perplejos a los expertos. A juicio del profesor Mair, de Berlín, parecían los orificios de entrada y salida que dejaría una bala moderna.
El enigma que esto planteaba parecía insoluble. Alguien aventuro una hipótesis en verdad peregrina: ¿Y si el hombre de Broken Hill hubiese sido un fósil superviviente, muerto de un disparo por un cazador moderno? Esto aparte de ser absurdo; no explicaba, su presencia en una caverna que llevaba cerrada, al parecer, miles de años. Y ante este hecho la Ciencia se encogió de hombros…
El cráneo de Moiá.
En Moya (Moia) en Barcelona – España, posee en su museo el cráneo de un hombre moderno: un ejemplar de la raza de Cro-Magnon, que vivió hace seis o siete mil años. Pertenece a un hombre de gran talla y edad avanzada para la época: aproximadamente 1 ,70 m de estatura y unos cincuenta años de edad. Procede, como el resto del esqueleto y otros esqueletos contemporáneos, de la cueva del Tolí, interesante cavidad subterránea recorrida por un curso de agua y que constituyó un albergue humano durante unos cinco mil años, desde los albores del Paleolítico hasta la Edad de Bronce. Los restos de animales (oso de las cavernas, tigre de dientes de sable, hienas e incluso huesos de rinoceronte lanudo) abundan en ella, junto con restos, humanos.
El esqueleto perfectamente conservado, cuyo hueso frontal presentaba una perforación perfectamente circular, que evocaba de inmediato la que produciría una bala moderna. El orificio era completamente circular, por lo que se descartaba que hubiera podido ser causado por una punta de lanza de sílex, que hubiera producido una fractura traumática irregular, estrellada. El ángulo de penetración del supuesto proyectil causante de la herida era de arriba hacia abajo y ligeramente de derecha a izquierda. El orificio se abría en el hueso frontal y daba directamente al seno frontal derecho en cuyo tabique del fondo no se apreciaba orificio de salida. Entonces el supuesto proyectil, por lo tanto, debió de quedar alojado en el seno frontal.
Una nueva recopilación de objetos enigmáticos. Algunos de ellos de carácter atemporal. Otros simplemente representan un increible misterio hasta nuestros días.
La Nave de Toprakale.
Nave de Toprakale, Turquía – Esta impresionante figura tiene el aspecto de una nave espacial tripulada y fue encontrada en las antiguas ruinas de Tuspa, actual Toprakale (Turquía). Se estima su antiguedad en unos 3000 años. Se pueden distinguir perfectamente la carlinga de la nave con el piloto en su interior (al que le falta la cabeza) y un sistema de propulsión trasero.
La tumba maya de Pacal Votán
Un extraño cuerpo encontrado dentro de la tumba maya de Pacal Votán. Este descubrimiento es singularmente enigmático, ya que ni las proporciones, ni las características físicas concuerdan con los antiguos Mayas. El esqueleto muestra una complexión fuerte y un gran tamaño que contrasta con las proporciones de los indígenas. Las facciones del rostro de ésta momia, representan otro misterioso detalle. Con expresiones poco indígenas y un prolongado puente nasal que se extiende hasta la frente.
Astronauta Precolombino
Una escultura precolombina que muestra un hombre de facciones no indígenas con un casco espacial. A la derecha la imagen de un astronauta del programa espacial soviético.
El Martillo de Texas
El Martillo de Texas, localizado actualmente en el Museo de Somerwell, fue encontrado Texas, EEUU en el año 1934 dentro de una . Los estudios dataron éste objeto con una antiguedad de 140 millones de años. El hierro con el que está construído es de gran pureza y ésto solo es posible con los adelantos de la tecnología moderna. Además de los análisis de carbono 14, el mango está petrificado, lo cual demuestra su remota antiguedad. En la localidad de Kingodee, Escocia, se halló un objeto similar en el siglo XIX que data de 460 millones de años. Un descubrimiento realmente asombroso. Continuar leyendo «Un viaje al pasado : Objetos misteriosos»