El Valle de Santiago, localizado en el centro de la república mexicana, a pocas horas del Distrito Federal de México, ocupa una superficie de siete kilómetros cuadrados en donde se alzan siete volcanes extintos. Conocido como “El País de las Siete Luminarias” en éste sitio y desde hace ya varias décadas sucede un hecho increible que no ha podido ser explicado rigurosamente hasta nuestros días.
El enigma del Valle de Santiago
A mediados de los años 70, un campesino llamado José Carmen García Martínez cosechó en su granja verduras de dimensiones inusuales; Acelgas del tamaño de una persona, de una longitud de más de 1.80, repollos de más de 40 kilogramos, cebollas tan grandes como la cabeza de un niño, rábanos de 20 kilos, coliflores que debían ser cargados por al menos cuatro personas y lechugas gigantescas, para mencionar solo algunas.
Pero José no era el único granjero cuyas cosechas sobrepasaban los estándares normales, sino que muchos de los agricultores de la zona producían verduras de tamaños poco habituales. La noticia se exparció rápidamente y al cabo de muy poco tiempo, el Valle de Santiago se vió invadido por una legión de expertos, investigadores y curiosos que llegaron en busca de la receta mágica, de lo que prometía ser el inicio de una “Revolución Agrícola”
La fórmula de los Extraterrestres
Los periodistas visitaban con frecuencia el valle en busca de relatos y noticias mientras que los ufólogos habían viajado en numerosas oportunidades para detectar emanaciones de energía o posibles vestigios de actividad extraterrestre. En éste contexto, un vecino de José Carmen García, de apellido Arredondo, lo aconsejó para que dijera que la “fórmula secreta” provenía de las enseñanzas de seres extraterrestres que habían visitado el lugar un tiempo atrás.
En realidad Oscar Arredondo, era fotógrafo aficionado y un confeso seguidor del fenómeno OVNI y había dedicado gran parte de su tiempo a leer e investigar al respecto, y probablemente encontró en las verduras de tamaños gigantes, la oportunidad de dar crédito a sus creencias y orientar las miradas hacia él mismo, además de favorecer de alguna manera a la región en materia económica.
Chac: el monstruo del lago La Alberca
Cuando Arredondo vio frustradas sus intenciones de promocionar la supuesta “Fórmula Extraterrestre” que producía verduras y Hortalizas de tamaño descomunal, para ganar algún rédito económico y credibilidad, ideó una nueva hipótesis en la que hablaba de la existencia de un monstruo, parecido al del lago Ness, que vivía en el cráter del lago La Alberca, próximo al lugar de las increibles cosechas.
Según Arredondo La Alberca no tiene fondo y está habitada por un poderoso animal de seis metros de longitud y cabeza similar a la de un becerro. Algo como un plesiosaurio. El fotógrafo afirmó que durante siglos las leyendas sobre el monstruo han pasado de padres a hijos. Aunque ninguno de los ancianos de la localidad cocone ninguna leyenda popular al respecto. Además las investigaciones realizadas en el lago se encargaron de dementir todos los dichos del fotógrafo.
Los espíritus Mayas y Aztecas
Después de haberse enemistado con Arredondo, José Carmen sostuvo en una entrevista ampliamente difundida, que la receta mágica que el poseía para poder producir hortalizas gigantes se la habían legado los espíritus de las antiguas civilizaciones Maya y Azteca. Los cuales se les han aparecido en numerosas oportunidades desde que tenía 16 años.
Verduras Gigantes en otras partes del Mundo
Distribuidas a lo largo y ancho del planeta, parecen existir zonas en donde ocurren sucesos similares. En Jerusalén, por ejemplo, se pueden cultivar limones de hasta 8 Kg. En Estados Unidos se obtienen coliflores de 38 kilos, y en Inglaterra se llevan a cabo concursos de hortalizas gigantes. En el poblado de Spalding, en Lincolnshire, se han logrado calabazas de 209 kilogramos, rábanos de 5.5 kilos, coles de 53 kilos y remolachas de 18 kilos. En Yorkshire se otorgan premios de hasta mil libras esterlinas en estos concursos. Los ejemplares que se han llevado el dinero han sido unas cebollas de siete kilos y calabazas de 187 kilogramos.
Cultivos Espaciales…
Varias empresas chinas han empezado a cultivar hortalizas como sandías y tomates, cuyas semillas, tras pasar una temporada en el espacio, han sido modificadas por la radiación cósmica, lo que agranda su tamaño y su rendimiento.
La compañía Pujiang Zhengyi Horticulture, situada en las afueras de Shangai, cosechará en unas 670 hectáreas cerca de 50 toneladas de semillas que viajaron en alguna de las misiones espaciales chinas, o generaciones derivadas de ellas.
Shi Zhenggang, subdirector general de la empresa, que plantó en febrero 25 especies vegetales, incluidos tomates, sandías y maíz, cuyas semillas estuvieron a bordo de un satélite recuperado en 2006, afirma que estos productos suelen ser un 25% más grandes que los obtenidos de semillas convencionales.
Feng Zhiyong, miembro de la Academia de Ciencias Agrícolas, asegura que estos cultivos no suponen ningún riesgo para la salud porque los cambios que registran las semillas en el espacio ocurren de manera espontánea cuando entran en contacto con la radiación cósmica.