Castillos encantados

Todos los lugares poseen una doble dimensión. Una real, que es en la que se vive y se trabaja. La otra imaginaria, en la que se advierten las huellas de potencias infernales o celestes que testimonian la presencia de los antepasados, de sus espíritus y recuerdos; definiendo así un espacio propio, cargado de historia, afectos y emociones. Visto de esta forma, un lugar es, en un cierto modo, una invención.

Esto es lo que llevado a que cosas que no han sido concebidas como fantásticas así lo parezcan; por ejemplo faros, castillos, monasterios, abadías y mansiones.

La tradición oral y escrita informa acerca de miles de sitios con estas características; sitios que van desde los ya mencionados —y construidos por el hombre— hasta bosques, cruces de caminos, cuevas, lagunas, montañas e incluso árboles embrujados. De todos ellos, quizás sea el bosque el que mantenga —desde hace más tiempo— el aspecto numinoso que referimos. Reductos del miedo y del peligro, los lugares boscosos suponían la presencia de hadas, genios, brujas y espectros aterradores que amenazaban la integridad física y moral de los hombres. Muchos cuentos infantiles de origen medieval testimonian lo dicho.

Historias de Castillos Embrujados

El romanticismo decimonónico retomó la posta y supo explotar su gusto por la soledad, por lo vetusto y lo misterioso, poblando con fantasmas aquellos lugares que dieran con el tipo. Así, jardines abandonados o moradas desiertas se hallaron a disposición de los espíritus.

Enfrentándose a una arqueología materialista por definición, el imaginario romántico hizo de las ruinas sitios ideales donde poder elevarse y captar en concreto el evanescente paso del tiempo y la brevedad de la vida humana. Se resistió a ver sólo piedras —susceptibles de ser fechadas, medidas, catalogadas— y transformó mentalmente a esos históricos monumentos en potenciales escenarios para tramas misteriosas, protagonizadas por legiones fantasmales.

La Torre de Londres vio aparecer entonces el alma en pena de Ana Bolena, decapitada por su esposo en el siglo XVI; o el espectro de Sir Walter Raleigh, injustamente condenado a prisión en el mismo siglo.

La Abadía Newstead congregó entre sus muros una media docena de fantasmas. Por ejemplo, el Temible Demonio Byron (supuesto tío del famoso escritor); una anónima Dama Blanca, que camina pensativa por la casa y un Fraile Negro, anunciador macabro de muertes cercanas. No podía faltar también el espectro de un perro que corre por los jardines, ladrándole a la luna.

Del mismo modo, Watton Priory, un convento fundado en siglo VIII, pasó al acervo folklórico inglés como un lugar poblado de lamentos y jardineros fantasmas. En competencia con él, la Abadía Whitby sigue manteniendo una pequeña congregación de monjas que, desde el Más Allá, continúan respetando los votos de castidad que juraron en vida.

En la zona sur de Inglaterra se levanta el Castillo Suadewy, hogar de una espectral Dama de Verde, asociada al fantasma de Catherine Parr, ex-esposa del rey Enrique VIII. Mucho más al norte —en Escocia—, el Castillo Hermitage testimonia su pasado de sadismo y horror a través de la historia del fantasma de un noble local, recordado por los asesinatos que supuestamente cometió durante el siglo XV. También en las Tierras Altas Escocesas, el Castillo Glamis posee un puñado de fantasmas: la Dama de Gris, el fantasma de Janet —esposa del VI Lord de Glamis— y la extraña figura que corre a través del parque, conocida familiarmente como «Jack the runner» (Juan el Corredor).

Historias prototípicas como estas abundan no sólo en Inglaterra, sino también en Francia, Alemania, España o Estados Unidos. De hecho no existe país que no posea sus lugares encantados.

Puede que cambie el escenario inmobiliario del drama, pero en esencia todas las historias parecen ser variaciones de un mismo tema. Variaciones que, readaptadas al espacio urbano e industrial, testimonian una necesidad muy enraizada en el espíritu de los seres humanos.

Consecuentemente, ni las chimeneas humeantes del progreso, ni los abarrotados barrios obreros de las surgentes ciudades industriales, desplazaron del todo a los espectros de los muertos. Tampoco los espacios de sociabilización burguesa —levantados en pleno corazón de la city— exorcizaron a sus legendarias almas en pena. Así, el Teatro Royal —en Drury Lane, Londres— comenzó a encerrar en sus palcos y plateas al espectro de un hombre desconocido, vestido a la usanza del siglo XVIII, cuyas materializaciones siempre anunciaban un éxito de taquilla.

Cada uno de los muchos lugares encantados que acabamos de mencionar brevemente, son sólo una escueta muestra —arbitraria— de los miles que existen desperdigados en las más diversas geografías de Occidente.

La literatura nos ha acostumbrado a pensar en los fantasmas como en entes individuales, solitarios, que aparecen encantando mansiones y castillos; pero existen narraciones que refieren apariciones en gran escala, es decir, un «gran espectáculo grupal de espectros». Generalmente, esta variedad folklórica está íntimamente relacionada con acontecimientos históricos —perfectamente fechados e identificados— de importancia regional o nacional.

En un siglo como el XIX, en donde el simbolismo nacionalista fue tan importante, no pudieron dejar de circular leyendas respecto de batallas fantasmales, vueltas a representar en fechas y momentos caros al incipiente sentimiento —¿fanatismo?— nacional. Así, las guerras civiles —como la inglesa o norteamericana, de las décadas de 1640 y 1860 respectivamente— se convirtieron en un sugerente caldo de cultivo de muchos relatos populares de fantasmas.

Testimonios de dolorosos enfrentamientos entre hermanos y símbolos de las contradicciones de las recién gestadas identidades colectivas, las batallas de Naseby —celebrada el 14 de junio de 1645, en Northamponshire—, la de Martoon Moor —del mismo año— o el choque armado en Edgehill —de 1642—, son ejemplos ya tradicionales de batallas inglesas en las que ejércitos espectrales escenifican el combate, en los antiguos escenarios del drama. De igual forma, en la localidad de Shiloh, Tennesse, Estados Unidos, la tradición oral sostiene que el sonido de armas de fuego, choques de sables, gritos y lamentos, se podían oír varios años después de celebrado el cruel enfrentamiento de abril de 1862 (y en el que 24.000 personas perdieron la vida).

Daniel Granada ha denominado a estos lugares como «sitios asombrados», puesto que «sorprenden a la gente con los ruidos, voces y visiones con que las almas en pena se manifiestan»…

Extraído de : Monografías de Fantasmas

Misterios de la historia.

A lo largo de la historia suelen sucederse hechos inexplicables. Algunos de ellos impregnados de un gran manto de misterio comparable con una gran película de terror. A continuación, una breve recopilación de algunos de los misterios tradicionales que aún en nuetsros días prevalecen inexplicables.

La maldición de James Dean

El prometedor actor norteamericano James Dean murió en un trágico accidente automovilístico en septiembre de 1955. Después, cuando los restos del coche fueron llevados a un garaje, el motor se desprendió y cayó sobre un mecánico, rompiéndole ambas piernas. El motor fue comprado luego por un médico, que lo colocó en un coche de carreras, y murió poco después.

En la misma carrera pereció otro conductor que se había instalado la palanca de cambios del coche de Dean. Después, el automóvil del actor fue reconstruido.., y el garaje se incendió. Fue exhibido en Sacramento y cayó del pedestal, rompiendo la cadera a un adolescente. Más tarde, en Oregon, el camión que transportaba el coche patinó y se estrelló contra la fachada de una tienda. Finalmente, en 1959, se partió en 11 pedazos mientras estaba apoyado en una sólida base de acero.

Coincidencias Misteriosas

Franz Richter de 19 años nacido en Suecia, fue un joven voluntario enrolado en el Cuerpo de Transporte austríaco durante la Primera Guerra Mundial. Un día fue internado en el hospital aquejado de neumonía. En ese mismo hospital se hallaba internado otro paciente del Cuerpo de Transporte llamado también Franz Richter, de 19 años y también aquejado de neumonía.

En 1975, en Bermudas, un hombre fue atropellado y muerto por un taxi al ir en una bicimoto. El hecho ocurrió exactamente un año después que su hermano fue muerto al ir conduciendo la misma bicimoto, por la misma calle y por el mismo taxista, que llevaba el mismo pasajero del accidente anterior.

Cuando el actor Anthony Hopkins firmó el contrato para interpretar un papel en la película La chica de Petrovka, basada en la novela homónima de George Feifer, trató en vano de hallar un ejemplar de la novela. Luego de recorrer las tiendas de Charing Cross Road, cansado y desilusionado, ingresó al metro de Leicester Square para regresar a su casa. En un banco de la estación encontró un ejemplar del libro, olvidado por un pasajero.

Esqueletos imposibles.

En el condado de Bradford, Pennsylvania, en 1880 fueron encontrados, en un túmulo sepulcral, esqueletos humanos cuyos cráneos mostraban unos cuernos de cinco centímetros, encima de los arcos ciliares. La altura promedio de los esqueletos era de aproximadamente 2,13 metros. Su antigüedad se calculó en 800 años. Algunos de estos huesos fueron enviados al American Investigating Museum de Filadelfia, de donde parece que desaparecieron.

En la caverna de Lovelock, en 1911, mineros que trabajaban en los depósitos de guano, encontraron restos indios y una momia de una persona de una estatura de 1,98 metros. Un cráneo gigantesco hallado en esta caverna son exhibidos junto a fotografías y objetos encontrados en la caverna, en el museo Humboldt de Winnemucca. Midiendo la longitud de sus fémures se dedujo que pertenecía a un pueblo cuyos miembros tenían una estatura entre 1,80 y 3 metros.

Animal vivo hallado dentro de una piedra

En 1851 en Blois, Francia, trabajadores hallaron un sapo vivo al partir un trozo de pedernal de aproximadamente seis kilos. Al ser liberado, saltó fuera del agujero y se alejó rápidamente, pero fue atrapado por los obreros, los cuales lo colocaron en el mismo espacio de la piedra y lo mandaron para su estudio, a la Sociedad de Ciencias.

El sapo fue llevado al sótano de la sede de la Sociedad, donde permaneció en la piedra, cuando se le quitaba la parte superior, en la oscuridad, permanecía quieto pero al estar iluminada la habitación el sapo trataba de escapar.

La Tumba de Jesús

En el año 1980, durante los trabajos de construcción de unas viviendas, apareció en Talpiot, a las afueras de Jerusalén, una tumba con un chevrón (o cabrión ^) y un círculo en su entrada. En ella, se encontraron 10 osarios, seis de las cuales contaban con inscripciones de nombres. Antes de que fuese nuevamente sellada, estas urnas fueron trasladadas al departamento de Antigüedades de Israel y los restos que en ellas se encontraban fueron nuevamente enterrados según el tradicional rito judío.

En el Jerusalén de hace dos milenios y según la ley judía se enterraban los cuerpos en sepulcros familiares excavados en la roca, donde permanecían amortajados durante un año para su descomposición.

Documental de James Cameron sobre la supuesta tumba familiar de Jesús de Nazaret. (Parte 1/2)

Un año después, luego que el cuerpo se desintegraba, los huesos eran recolectados por los familiares y colocados en una caja de piedra llamada “osario”. En esta urna se inscribía ocasionalmente el apodo con el que era conocido el difunto y era depositado en el interior de un nicho, descansando así para siempre dentro de la tumba familiar.

Las inscripciones de la tumba Talpiot, aunque realizadas de una forma muy tosca, se cree que representaban los siguientes nombres:

Yeshua bar Yosef – Jesús hijo de José (escrito en arameo, lengua semita como el hebreo hablado por Jesús).
María – María (escrito en hebreo)
Matía – Mateo (apodo de Matitia o Matikia)
Yosa – José (inusual diminutivo de Joset)
Mariamene e Mara – María (escrito en griego, deducido de Mariamne) y Mara (maestra en arameo)
Yehuda bar Yeshua – Judas hijo de Jesús (encontrado en un osario de pequeñas dimensiones)
Jacobo bar Yosef – Santiago hijo de José (encontrada con posterioridad y asociada a la misma tumba)

Calaveras deformadas

Un grupo de arqueólogos encontraron unos inusuales cráneos deformados cerca de la ciudad siberiana de Omsk, Rusia en Enero del 2009. En el video se muestra uno de las calaveras elongadas que se pudieron encontrar en las escavaciones del bosque. Los cráneos están datados en el siglo cuarto de nuestra era, sin embargo su origen es aún un misterio.

Se supone que las culturas antiguas deformaban el cráneo de los niños para mejorar sus habilidades mentales, en la creencia de que al forzar una forma cónica su capacidad cerebral mejoraría incluso pudiendo pronosticar las condiciones meteorológicas y lo que es o no peligroso. Deformaciones similares se han encontrado en Suramérica y otras partes del mundo que a priori no podían tener contacto.

Sueños Premonitorios.

En algunos libros se cita con frecuencia un sueño concerniente al asesinato del primer ministro británico Spencer Percival, ocurrido el 11 de mayo de 1812. Ocho días antes alguien que vivía en Cornualles soñó lo siguiente: vio a un hombre pequeño entrando en la Cámara de los Comunes; vestía casaca azul y chaleco blanco. Luego vio a otro hombre sacando una pistola de una casaca marrón, la pistola estaba adornada con clavos amarillos. Este hombre le disparó al primero, que cayó al suelo sangrando por la herida del pecho. Otros caballeros que estaban presentes detenían al asesino. Preguntó quién había recibido el disparo, y le dijeron que era el señor Perceval. Quedó tan impresionado por este sueño que quiso advertir al primer ministro, pero sus amigos le disuadieron diciéndole que le despedirían como a un fanático. Más adelante, durante una visita a Londres, vio los cuadros del asesinato en tiendas de grabados, dibujados según el relato de testigos presenciales. Reconoció muchos detalles de su sueño: incluso la indumentaria de los dos hombres coincidía.

La historia cuestionada: El descubrimiento de América

Cristóbal Colón en los libros de Historia.

Un 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a una de las islas Bahamas (aún no se sabe cuál) que él creyó cercana al Japón. Desde el comienzo de la expedición su intención fue llegar al extremo oriental de Asia abriendo una nueva ruta para el comercio desde Europa y , hasta el día de su muerte, estuvo convencido de haber desembarcado en el continente asiático. Sin embargo, el avance de los conocimientos geográficos junto a una serie de circunstancias históricas e interpretaciones más o menos interesadas, condujeron a la atribución a Colón del Descubrimiento de América, adjudicándole, además, la intención de encontrar este nuevo continente.

El mito del Decubrimiento de América

Concretamente: «Cristobal Colón, tras zarpar el 3 de agosto, el 12 de octubre de 1492 descubre América», Sin embargo, para esa fecha, América ya tenía millones de habitantes, por lo tanto el descubrimiento es más bien una especie de falasia instalada en la ideología popular cual si se tratara de un axioma irreprochable. En otras palabras; El descubrimiento de América es simplemente un Mito.

Otros descubridores de América

Los Vikingos: La cultura vikinga, era una cultura exploradora y navegante. Según datos relevantes, en el año 930 ya habían colonizado Groenlandia y a partir del año 985, exploraron Norteamérica y fundaron los primeros asentamientos. [Link]

El Islam: Según la historiadora española «Isabel Álvarez de Toledo», la cronología del descubrimiento de américa ha sido totalmente falseada y sus investigaciones le llevan a afirmar que “El Islam estaba en América desde el siglo XI por lo menos”. [Link]

Los Chinos: Existen evidencias documentales de que los chinos habrían llegado a América unos 70 años antes que Cristóbal Colón. Se trata del famoso viajero chino «Zeng He», quien exploró la actual América en el año 1421.  [Link]

El verdadero motivo

Entonces, Cual fué el verdadero motivo de atribuir el descubrimiento de América al viaje de Cristobal Colón?. Lo que hace que la empresa colombina sea el acto significativo que se conoce como el descubrimiento de América, es que en esa empresa se realizó uno de esos avances de los conocimientos científicos en que estriba la esencia misma de la marcha del hombre hacia su destino histórico». En efecto, tras el viaje de Colón se dio a conocer, al mundo y a los estudiosos, una porción desconocida del globo terrestre.