Curiosidades: La Sirena que fue declarada santa.

Según una leyenda irlandesa del año 90 A.C. existió una sirena que fue declarada santa.

Se trata de una niña de nombre Liban, que fue arrastrada por la olas y que sobrevivió gracias a que le creció una cola de salmón. Y vivió cientos de años hasta que unos pescadores la atraparan con sus redes en el siglo VI. Fue bautizada con el nombre de Murgen, cuyo significado es «hija del mar» y como le atribuyeron numerosos milagros el santo irlandés Congal la elevó a los santos altares.

Cazadores de Tesoros: En busca del salon de Ambar.

En el verano de 1944, en plena guerra mundial, las tropas alemanas de la wehrmacht irrumpieron en el palacio de Catalina la Grande y se llevaron uno de los tesoros artísticos más valiosos de la vieja Europa. La pista del botin, se perdió en la mitad de los bombardeos de la guerra y desde entonces, los países implicados y los “cazadores de tesoros” iniciaron una carrera por encontrar el Salón de Ambar.

La sala, que guardaba las reliquias que el rey de Prusia, Federico Guillermo I le había regalado al zar Pedro I el Grande en 1.716, recibía el nombre de Ambar, debido a que sus paredes estaban recubiertas de ámbar, una valiosa resina fósil del color de la miel.

Como todas las pesquisias llevadas a cabo por el gobierno ruso resultaron en vano, decidieron realizar una réplica idéntica del Salón de Ambar original, basándose en fotografías en blanco y negro. Los trabajos comenzaron en 1979 y finalizaron en 2003 y en el proceso de reconstrucción, se emplearon al menos seis toneladas de ambar. Hoy, el legendario Salón se encuentra en el Palacio de Catalina en la ciudad de San Petesburgo.

Fotos de la réplica del Salón de Ambar.

 

Objetos encontrados del Salón de Ambar.

De la vasta cantidad de objetos sustraídos de la cámara, se encontraron solamente una cómoda y un mosaico florentino. Este último, fue recuperado un año después del saqueo, cuando el hijo de uno de los soldados alemanes de apellido Achtermann, se disponía a venderlo por cinco millones de marcos. La cómoda fue hallada por casualidad en el año 1997 en el museo berlinés de artes aplicadas. En cuanto al resto del botín, aun sigue siendo un misterio.

En busca del tesoro de la Cámara de Ambar.

El diputado alemán y alcalde de la localidad de Deutschneudorf, Heinz-Peter Haustein, es un gran aficionado a la arqueología y desde hace más de diez años está obsecionado con encontrar el tesoro de Ambar. Desde su lugar en el parlamento, consiguió hace muy poco tiempo, la autorización para realizar una gran excavación en las proximidades del pueblo que precide, en la frontera entre Alemania y la República Checa. Se cree que en ese lugar, los nazis habrían enterrado un gran tesoro a finales de la segunda guerra mundial. Los análisis realizados en el sitio a través de aparatos electromagnéticos, han confirmado que el metal hallado no es hierr, por lo que se espera que sea oro o tal vez plata.

La Leyenda de Jack El Saltarín.

La aparición de este extraordinario ser data del siglo XVIII y fue durante muchos años el enemigo público número uno, a tal punto que el almirante Codrington llegó a ofrecer una recompensa por la captura de Jack el Saltarín, después de que éste hubiese asustado a su hija.

Las apariciones de Jack el Saltarín.

En febrero de 1855, después de una gran nevada aparecieron unas huellas extrañas en la ciudad de Devonshire. Las huellas eran grandes e inexplicablemente parecían ser una mezcla de huellas de hombre y animal. Aparecía por todos lados, por el suelo, tejados y paredes. Los vecinos sabían que se trataba de Jack el Saltarín.

Veinte años después, en 1885. Jack se presentó, por la noche, en un puesto de guardia de Aldershot, los dos soldados que le vieron lo describieron así: «Vestía traje de hule y portaba un gran yelmo». Le dieron el alto y le preguntaron por su identidad. Jack dio su nombre, dio media vuelta y se marchó dando saltos. Los soldados disparon prácticamente a quemarropa al ver que no se detenían. Jack se paró un momento, se dio la vuelta y lanzó a los soldados una llamarada de color azul. Luego siguió su camino.

En 1877 hay una noticia extraordinaria: Los vecinos de lindsey, acorralaron a Jack, pero éste subió hasta los tejados y se escapó dando espectaculares saltos.

Jack el Saltarín 200 años después.

Hacia 1938, el Morning Post escribió la última aparición de Jack el Saltarín. Jane Alsop, de 19 años, se dirigió a la puerta al escuchar que llamaban. Cuando abrió se encontro con «alguien» que llevaba brillantes vestiduras y con una luz que le salía del pecho. Jack agarró a la chica por el brazo y ésta comenzó a gritar. La familia acudió a su ayuda. jack la soltó, no sin antes quemar la cara de la joven con un extraño gas azulado. Según la Policía, los hermanos de la chica dijeron que en la huída Jack perdió la capa, y fue su propia sombra quien la cogió del suelo. Sería la Policía, sorprendida, quien haría pública la descripción de Jack, que coincidía con las que ya hemos visto y con la de otras jóvenes atacadas por este ser llamado; Jack el Saltarín.