¿Está preparado para cambiar su visión sobre el pasado?. Este documental basado en el Libro de Jacques Grimault desafía todo lo que sabemos sobre la historia de nuestro planeta.
Con respecto a la historia de la creación de la pirámide de Egipto sólo estamos seguros de fechas a partir del 680 AC (debido a que se puede hacer un paralelo entre la historia de los egipcios, romanos y griegos) el resto son simples suposiciones.Y es que hay construcciones por todo el planeta que tienen unas características similares:
Mismo tipo de construcción a gran escala y por supuesto mismas técnicas de construcción.
Conocimientos matemáticos y físicos increíblemente avanzados.
Mismas orientaciones precisas con puntos cardinales y alineadas entre sí por más de miles de kilómetros.
Fantástica investigación que se complementa con el trabajo de Jim Turnerk «La Isla Apocalíptica»; por eso la línea de las pirámides termina en la isla de Pascua, la esfinge mira la salida de la constelación de Leo en el horizonte del 10500 AC principio del medio ciclo de precesión y termina en el solsticio del 2012 el último eclipse total de sol que se verá desde esta isla fin del medio ciclo de precesión en los que se presentan grandes cambios planetarios según el libro ‘Moradas Filosofales’ de Fulcanelli.
Mohenjo-Daro significa «El monticulo de los muertos». Es una de las ciudades antiguas más enigmáticas para la comunidad arqueológica. Se encuentra emplazada en las proximidades del río Indo en Pakistán.
Junto a otra de las ciudades de la región denominada Harappa, constituyen las dos ciudades más importantes de ésta antigua civilización del Valle del Indo durante el período comprendido entre el año 2.350 al 1.750 a.C.
Mohenjo-Daro, fue descubierta por el arqueólogo británico John Hubert Marshall en el año 1920 y posteriormente declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1980. La ausencia total de templos y palacios, o incluso algún tipo de simbología que pueda asociarse a este tipo de instituciones comunes a todas las civilizaciones conocidas es una de las primeras cuetiones que asombran de éste enigmático lugar. Los edificios que se mantienen en pié, siguen un patrón uniforme, destacando su construcción en una o dos plantas en ladrillos de adobe con ausencia de adornos y ventanas. Y todo ello, dentro una planificación urbanística muy por encima a la de cualquier otra antigua civilización e incluso de las más recientes, con amplias avenidas y calles rectas, muchas de ellas perfectamente pavimentadas, con edificaciones rectangulares dotadas todas ellas de una red de drenajes, canales, tuberías y alcantarillado, que incluía arquetas de inspección de éste último.
Para comprender mejor la magnitud de su arquitectura, es suficiente conocer que ninguna ciudad del Antiguo Oriente tuvo instalaciones higiénicas de ninguna clase comparables a las que podemos localizar en éstos poblados del antiguo Valle del Indo.
Marshall y los que continuaron con las excavaciones de aquel lugar durante el pasado siglo XX no dejaron de maravillarse y sorprenderse a medida que profundizaban los niveles o estratos de construcción de la ciudad. Mientras más profundo más elementos de desarrollo tanto artístico y técnico eran encontrados, a diferencia de las capas superiores, dando la extraña sensación de que los habitantes del aquel misterioso lugar habían involucionado técnica y culturalmente.
Del mismo modo que la cultura sumeria, también perteneciente al Valle del Indo que pareciera haber aparecido de repente, sin haber dejado huellas de una evolución anterior a la aparición de Harappa y Mohenjo-Daro. Pero si la aparición de tan sorprendente civilización sigue siendo un auténtico misterio, no lo es menos el de su desaparición, atribuida inicialmente a la presencia de pueblos invasores de origen indoeuropeo.
En la actualidad no existen explicaciones plaucibles de lo que ocurrió con los moradores de aquella civilización. Los textos encontrados distan de ser descifrados por especialistas en el tema y es muy poco lo que se ha avanzado en su comprensión. Aparentemente es de tipo ideográfica y silábica, pero no se corresponde con ninguna otra escritura de las mismas características exceptuando una sola, la que aparece en las tabillas rongo-rongo de la Isla de Pascua, distanciada tanto por miles de kilómetros geográficamente como por miles de años en la historia.
Esta curiosa e increíble similitud ha sido achacada por los paleógrafos a una simple casualidad.