El cuerpo de Rosalía Lombardo, una niña momificada en 1920, tras morir a causa de una neumonía cuando tenía dos años, permanece en las Catacumbas de los Capuchinos de Palermo, al sur de Italia. Lo curioso de su estado es que abre y cierra los ojos todos los días.
¿Una momia que abre los ojos? Es posible que esto suceda solo en cuentos de terror, pero en Italia es una realidad. Lo sorprendente del caso no es el estado de la momia, sino que esta abre y cierra los ojos todos los días. El cuerpo de la pequeña está prácticamente intacto gracias al magnífico proceso de embalsamamiento al que fue sometido durante la época por el profesor Alfredo Salafia.
Las catacumbas contienen aproximadamente 8.000 momias, y están divididas en secciones: sacerdotes, niños, vírgenes, monjes, profesionales, hombres, mujeres y ancianos.
Un equipo de arqueólogos polacos y peruanos tuvo que levantar más de 30 toneladas de piedra triturada para hallar en una localidad de la costa norte un mausoleo preinca que contenía 63 momias pertenecientes a la Cultura Wari, acompañadas de un impresionante ajuar de 1.200 piezas ornamentales de oro, plata y cerámica.
El hallazgo del mausoleo funerario, cuya antigüedad se calcula en 1.200 años, reveló la presencia de la Cultura Wari, originaria de la sierra del sudeste peruano, en la costa de la región Ancash, zona de influencia de la cultura Mochica, al norte de Lima, algo que se desconocía.
Los restos óseos del museo privado Ritos Andinos, en el distrito de Andahuaylillas, región Cusco, corresponden a dos infantes de la época prehispánica sometidos a procesos de deformación craneana, reveló hoy la Dirección Regional de Cultura (DRC).
La antropóloga Elva Torres, responsable del Gabinete de Antropología Física de la DRC Cusco, señaló que el primer individuo en estudio corresponde a un infante que presenta pérdida de los miembros inferiores post mortem. Especificó que mantiene tejidos blandos como la piel en el cuello y tórax cubriendo la columna vertebral, costillas y parte del brazo derecho. El cráneo, indicó, presenta deformación de tipo anular y se puede apreciar huellas de las almohadillas deformadoras en el frontal y occipital, así como huellas de bandas deformadoras en los parietales.
Asimismo, la especialista explicó que, a consecuencia de la deformación craneana, las cavidades orbitales se agrandaron y aún se aprecia parte del globo ocular en la órbita derecha. Respecto a las suturas craneales, señaló que están en proceso de cerrarse, incluyendo la fontanela, proceso ocurre durante la infancia aunque puede durar más tiempo dependiendo de muchos factores.
La dentadura presenta datos específicos respecto a la edad del infante, ya que muestra dientes primarios tanto en los maxilares como en la mandíbula. Los segundos molares se encuentran en proceso de erupción, lo que indicaría que el individuo tenía entre tres y cuatro años, refirió al mencionar que la mandíbula muestra una eminencia normal que estaba en proceso de crecimiento.
Con relación a la segunda osamenta, mostrada al lado de la primera, corresponde a un infante de cero a un año, con el cráneo incompleto, pues sólo se encuentran los huesos parietales y occipitales articulados a la parte posterior del cráneo.
También presenta restos de textiles que lo envolvían, refirió la especialista. Torres señaló que ambas osamentas fueron obtenidas mediante el huaqueo, por lo que se encuentran incompletas y no están asociadas a un ajuar funerario como se estilaba en tiempos prehispánicos.
El arqueólogo Domingo Farfán dijo que las deformaciones craneanas prehispánicas se realizaban con pequeñas tablas, moldes y cintos en la cabeza de los menores de tres años en distintos pueblos del Tahuantinsuyo como un indicador de posición social o como una marca de tipo religioso. Recordó que, según cronistas de la época colonial, esas prácticas fueron promovidas por el inca Manco Cápac y, posteriormente, por su nieto, el inca Lloque Yupanqui.
La DRC indicó, en una nota de prensa, que evalúa iniciar acciones legales respecto a la procedencia de dichas osamentas y de otros elementos culturales que se encuentran en Andahuaylillas y que son producto del huaqueo. El director del museo privado Ritos Andinos, Renato Dávila Riquelme, informó la semana pasada sobre el hallazgo de dos momias, una de ellas con supuestas características no humanas a dos kilómetros de la ciudad de Andahuaylillas.