Una mujer que fue declarada clínicamente muerta volvió a la vida ante la sorpresa y asombro de sus familiares, que estaban preparándola para velarla en un poblado del norte de Perú.
Felicita Guizabalo, de 33 años, quien padece cáncer generalizado, recobró sus signos vitales el sábado pasado, cuando era velada y sus familiares estaban a punto de meterla en un ataúd después de ponerle una mortaja.
La mujer abrió los ojos y empezó a moverse ante la sorpresa de todos. «Ella ya no respiraba, se enfrió totalmente», narró a la prensa con asombro una de sus parientes.
Guizabalo había ingresado horas antes a un centro de salud de su pueblo, el caserío Tayabamba, en el departamento de La Libertad, donde los médicos certificaron su muerte clínica después de examinarla.
«La muerta», como ahora la llaman, dijo a la radio RPP que ahora se encuentra bien y que volvió a la vida por la bendición de Dios. «Estoy bien, tenía dolor de estómago, pero él (Dios) me sanó y me devolvió la vida», señaló la mujer.