MOSCÚ (AFP) – El servicio de protección de menores de Rusia descubrió en Tchita (Siberia oriental) a una niña de cinco años que fue «criada por varios perros y gatos», y que sólo habla «el lenguaje de los animales», anunció el miércoles la policía local.
La niña, hallada en un piso destartalado donde convivía con sus padres y sus abuelos, que no se ocupaban de ella, nunca salió de la casa y nunca le enseñaron a hablar, por lo que trató de comunicarse ladrando y aullando. «Durante unos cinco años, la niña fue criada por varios perros y gatos y nunca salió de la casa», indicó la policía de Tchita en un comunicado.
Hasta que fue hallada, «la pequeña (…) se tiraba sobre las personas como un perrillo» y durante todos esos años «sólo aprendió el lenguaje de los animales», añadió la nota policial, precisando que la niña comprende el ruso, pero no lo habla.
La niña fue trasladada a una institución donde recibe cuidados médicos y psiquiátricos, pero, según la policía, «se lanza contra la puerta y aúlla» cuando el personal deja la habitación donde está. La policía apoda a la pequeña Mowgli, como el protagonista de ‘El libro de la Selva’. Fuente . Yahoo Noticias.
Los casos de niños salvajes están presentes en la historia de la humanidad incluso antes de que Rómulo y Remo fuesen amamantados por una loba. Un niño salvaje o niño feral es una persona que ha vivido apartada de la sociedad durante un largo período de su infancia.
Según las características en las que estos niños han estado aislados de la sociedad, se clasifican en tres categorías: La primera agrupa aquellas personas que han podido subsistir solos como el caso de Víctor de Aveyron, Francia. En un segundo grupo, estarían aquellos que fueron criados y alimentados por animales salvajes como el famoso caso de las hermanas Amala y Kamala quienes supuestamente fueron criadas por lobos o la niña ucraniana Oxana Malaya, que fue criada por perros hasta la edad de 8 años (en la década del noventa). Y finalmente estarían aquellos niños que han sido encerrados o aislados de la sociedad por sus padres o la persona que debería haberlos cuidado; Un caso bastante conocido de ésta tipología, es el de Kaspar Hauser de Núremberg, Alemania; Un niño encontrado en 1828 que había vivido encadenado en un zulo
A lo largo de la historia, se ha conocido una gran cantidad de casos que fueron estudiados por su interés sociológico, médico y lingüístico.
Hay registro de niños criados presuntamente por animales, sobre todo por lobos, aunque también por osos, monos o gacelas. A lo largo de la literatura nos encontramos con muchas referencias a este fenómeno, desde el caso de la loba que amamantó a Rómulo y a Remo, fundadores de Roma según la mitología, hasta la historia de Tarzán de Edgar Rice Burroughs o de Mowgli en El libro de la selva de Rudyard Kipling.
El problema de los «Niños Salvajes» radica, en que luego de que los niños han pasado por esta experiencia, muchos de ellos se mantienen en ese estado salvaje hasta el fin de sus días, es decir, les es imposible ingresar nuevamente a la sociedad, vivir como hombre, aprender un idioma, vestirse, etcétera, hecho que dificulta la obtención de la adecuada información para el posterior estudio de este complicado hecho.
Las hermanas Amala y Kamala
Uno de los casos más resonantes en la prensa, ocurrió en la India, en el caso de las supuestas hermanas Amala y Kamala, de quienes se dice fueron criadas por lobos. Las niñas dormían juntas, aullaban, comían carne cruda, usaban sus uñas y dientes para su defensa personal, y además, según testigos, poseían un olfato extraordinario además de tener la habilidad de ver en la oscuridad.
La historia de estas niñas empieza en 1920, cuando un misionero llamado J.A.L. Sing, que se encontraba a las afueras de Midnapore fue informado por un nativo horrorizado que había un fantasma en el bosque, y que era necesario hacer un exorcismo. Cuando Singh fue a investigar lo que ocurría, acabó descubriendo a dos niñas desnutridas y salvajes en la madriguera de unos lobos en un nido de termitas, a quienes la madre loba defendía como si fueran sus cachorros.
Se constató que no parecía haber vínculos familiares entre las dos, lo que llevaba a la sorprendente conclusión que la loba las había recogido en diferentes situaciones.
Tan solo 1 año después de su ingreso en el orfanato, la pequeña Amala enfermó y murió de disentería.
Cuando Amala falleció, se vio a Kamala llorar (además, se la tuvo que separar por la fuerza del ataúd de su «hermana»). Pasó las semanas siguientes refugiada en una esquina y aullando en las noches.
Como resultado de la educación recibida, Kamala mostró algún tipo de progreso, por ejemplo, aprendió los conceptos elementales de cantidad, empezó a andar por si misma y adquirió un vocabulario de unas cuarenta palabras monosílabas. Estas se referían únicamente a objetos de importancia vital y concreta.
En 1929 contrajo la fiebre tifoidea y murió tras dos meses de enfermedad. Fue enterrada junto a Amala en el cementerio cristiano de St.John.
EL caso de Víctor de Aveyron.
El 18 de Enero de 1800, un niño desnudo, con la cara y las manos llenas de cicatrices, apareció en las afueras de Saint-Sernin en la escasamente poblada provincia de Aveyron en la parte sur central de Francia. El chico, que sólo medía 1.35 mts, pero aparentaba tener 12 años, había sido visto varias veces durante los dos años y medio anteriores, trepando los árboles, corriendo en cuatro pies, bebiendo en los arroyos y buscando afanosamente bellotas y raíces. Había sido capturado dos veces, pero había escapado. Entonces, en el inusualmente frío invierno de 1799-1800, comenzó a aparecer en las granjas en busca de alimento y finalmente fue capturado.
Jean-Marc-Gaspard Itard, un médico de 26 años, fue el encargado de llevar todo el proceso de estudio y educación de Víctor. Los métodos que Itard utilizó, con base a los principios de imitación, lograron un progreso notorio: Víctor aprendió los nombres de muchos objetos y pudo leer y escribir frases simples, expresar deseos, seguir órdenes e intercambiar ideas. Sin embargo, aparte de algunos sonidos vocálicos y consonánticos, nunca aprendió a hablar, Además, se mantenía totalmente centrado en sus necesidades y deseos y, como lo admitió Itard en su informe final, nunca pareció perder su vivo anhelo “por la libertad del campo abierto y su indiferencia a la mayoría de los placeres de la vida social”
Víctor murió en 1828 cuando tenía alrededor de 40 años. Un informe elaborado por quienes se encargaron de su educación no destacaba ninguna mejora de su situación.
John Ssabunnya; El verdadero Tarzán.
El caso de John Ssabunnya, es uno de los más importantes debido a que es el único que ha aprendido un lenguaje y ha podido comunicarse con otros hombrevs luego de su terrible experiencia.
Se sabe que el niño nació en Uganda, hace aproximadamente 15 años, y al igual que la historia de Tarzán, fue criado por monos en la selva africana. Y si bien es cierto, el niño tienen aún terribles problemas para el aprendizaje, ha podido entablar comunicación con diversos investigadores a quienes les ha confirmado que los monos lo cuidaban y protegían, que incluso decía, jugaba con ellos y convivía con ellos, en paz
No obstante, muchos indican que la experiencia de John puede haber sido una mala interpretación del recuerdo infantil. Indican por ejemplo, que cuando John asegura que los monos lo alimentaban puede ser una mala interpretación que el niño haya hecho de su realidad, también resulta curioso por ejemplo, que el niño no haya acicalado a los simios o viceversa, lo que indica que no era considerado como un miembro de esta comunidad simiesca, para los especialistas, el niño puede ser que haya vivido con los monos, pero esto no quiere decir que los monos lo hayan criado.
Actualmente, John tiene 15 años de edad, tienen unos padres adoptivos quienes lo crían con paciencia, asiste a una escuela en donde está aprendiendo a leer, a escribir e incluso pertenece a un coro pues según dicen, posee una buena potencia vocal. El «verdadero Tarzán», como es llamado Ssabunnya ha logrado pues adaptarse a la vida de la comunidad a donde pertenece y se espera que una vez que haya logrado su total adaptación pueda hablarnos más, sin misticismo ni fantasía, su verdadera historia.
El enigma de Kaspar Hauser.
Desafortunadamente existen casos en los que son otros seres humanos los que por enigmáticas razones son los responsables directos del aislamiento. Una deficiencia intelectual severa de los padres o su inhabilidad física pueden hacer que no se ocupen de sus hijos, aunque a veces los padres o tutores de estos niños no parecen tener ningún tipo de tara. Un caso muy conocido es el de Kaspar Hauser de Núremberg, Alemania; un niño encontrado en 1828 que había vivido encadenado en un zulo. A los 16 años mostraba una conducta totalmente pueril y problemas de entendimiento, contestaba a todas las preguntas que se le hacían con un woiß nit (no sé). Hay una película basada en la historia de este chico: El enigma de Kaspar Hauser de Werner Herzog, 1974.
Otro caso muy bien documentado es el de Genie Wiley, una niña de Los Angeles que fue hallada en 1970, después de sufrir una infancia de encierro y abuso.
El caso de Elisabeth Fritzl.
Más recientemente en Austria, el caso de Josef Fritzl (El Monstruo de Amstetten), estremeció la opinión pública. En 1984 encerró a su hija Elisabeth de 18 años, en el sótano de la casa en la que vivía con su mujer. Elisabeth, que hoy tiene 42 años, pasó más de la mitad de su vida en una cárcel sin ventanas, en el sótano del hogar de los Fritzl. Durante años, el viejo electricista que oficiara de «carcelero» de su propia hija mantuvo una doble vida, con sus dos familias: Una pública con su mujer Rosemarie, con la que tenía otros seis hijos, además de los tres niños de Elisabeth, fruto de la relación incestuosa a la que la había sometido. La otra bajo tierra, con Elisabeth y los tres hijos-nietos que seguían encerrados. [Leer más sobre el caso Fritzl].
Las investigaciones más recientes sobre el lenguaje indican que la edad para aprender a hablar es hasta los 12 años, si a esa edad alguien no ha aprendido a hablar ya no lo hara nunca. La imposibilidad de tener un idioma que permita cambiar opiniones o información es lo que hace que esos niños salvajes ignoren conceptos que para la sociedad actual son fundamentales.