Un nuevo tipo de coronavirus, que ya ha matado a 11 personas en todo el mundo, es potencialmente más peligroso que el virus del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS por sus siglas en inglés), de acuerdo con los científicos chinos.
La aparición del nuevo coronavirus nCoV se registró en 2012 en Oriente Medio. Hasta ahora, el virus ha causado 11 muertes en países como Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Jordania y el Reino Unido. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo se han registrado 17 casos de infección humana por el nuevo virus.
Científicos de la Universidad de Hong Kong que estudiaron el nuevo nCoV llegaron a la conclusión de que este tipo de virus puede alcanzar cualquier órgano del cuerpo humano. “El coronavirus puede ser más peligroso que el SARS, que afecta solo a algunas líneas celulares”, afirma Yuan Kwok-Ying, el microbiólogo que encabezó el estudio, en conclusiones publicadas en el periódico ‘South China Morning Post’. Según él, el nuevo virus puede afectar a diferentes tipos de células y destruirlas rápidamente.
Las conclusiones de los científicos las confirma la alta tasa de mortalidad por el nuevo virus, que llega al 56% de los contrayentes. En comparación, en el SARS, que durante la primera década del 2000 provocó la muerte de más de 800 personas en 29 países, el porcentaje de muertos fue del 11%.
Los expertos chinos revelaron que el nuevo virus causa una infección de las vías respiratorias inferiores, del hígado, de los riñones y de los intestinos. El nCoV es capaz de alcanzar los macrófagos del tejido, que son responsables de revitalizar el cuerpo a nivel celular. Los expertos temen que, si el virus continúa su mutación, su expansión podría convertirse en una pandemia mortal.
Además el artículo apunta que todavía se desconoce la fuente de la nueva enfermedad, pero que los científicos europeos creen que el virus puede provenir de los murciélagos. Los expertos de Hong Kong advierten que el ser humano puede contraer esta peligrosa enfermedad a través del contacto con animales como monos, cerdos y conejos. Esta amplia gama de potenciales vectores del transmisión de virus hace difícil poder determinar el origen de la infección humana.