El descubrimiento de una nueva especie humana en una cueva de Siberia

Un equipo científico del Instituto Max Planck ha descubierto que un homínido que vivió hace al menos 30.000 años en Siberia; Rusia pertenece a una nueva especie no descrita hasta la fecha, que no guarda relación ni con el neandertal ni con el hombre moderno.

Esta conclusión, según explicó a Efe el responsable del equipo, Svante Pääbo, se alcanzó al lograr «secuenciar completamente el genoma nuclear» de un hueso de una mano encontrado por unos arqueólogos rusos en la cueva Denisova, en el sur de Siberia, en 2008.

A continuación se procedió a comparar este genoma con los extraídos de neandertales y antecesores del hombre moderno, para constatar con cierta sorpresa que era «claramente diferente».

Así, las investigaciones de este centro de investigación de Leipzig (este de Alemania) han concluido que el hueso hallado pertenece a una hembra de un grupo de homínidos que «comparte un ancestro con los neandertales», pero tiene una «historia subsiguiente diferenciada».

«Se trata de un importante hallazgo. Hasta ahora conocíamos tres grandes tipos de homínido: el neandertal, el cromagnon que dio lugar al hombre moderno y los ‘hobbit’ de la isla de Flores. Este descubrimiento nos dice que hubo al menos otro», explicó el sueco Pääbo.

Una de las particularidades de este homínido recién descrito, denominado «denisovano» por la cueva en la que fue encontrado, es que se extinguió «sin contribuir genéticamente a ningún grupo euroasiático actual», a diferencia de los también extinguidos neandertales.

«El genoma ‘denisovano’ sugiere una compleja imagen de las interacciones genéticas entre nuestros antecesores y diferentes grupos homínidos antiguos», explicó el responsable del equipo científico y miembro del Instituto Max Planck, el sueco Svante Pääbo.

No obstante, los «denisovanos» comparten «un elevado número de variantes genéticas» con las poblaciones actuales de Papúa Nueva Guinea, lo que sugiere que hubo intercambio genético entre este nuevo grupo de homínidos y los ancestros de los melanesios, a juicio de los científicos.

«Parece que los ‘denisovanos’ se dispersaron ampliamente en el pasado», argumentó el jefe del equipo científico, en referencia a los alrededor de 7.000 kilómetros que separan la región rusa de Siberia de la isla de Nueva Guinea, en Oceanía.

Por su parte, David Reich, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard y miembro del equipo, señaló a este respecto que «el hecho de que los ‘denisovanos’ fueran descubiertos en el sur de Siberia pero contribuyesen genéticamente a poblaciones modernas de (la isla de) Nueva Guinea indica que los ‘denisovanos’ pudieron extenderse por Asia en el Pleistoceno posterior».

El Instituto Max Planck agregó además en un comunicado que en la misma cueva donde se encontró el hueso en el que se fundamenta este descubrimiento se halló un diente que ratifica la particularidad genética de los «denisovanos».

Esta pieza dental posee «una morfología diferente de las de los neandertales y los humanos modernos» que «recuerda a formas homínidas mucho más antiguas», según este centro de investigación alemán.

«El diente es sencillamente impresionante. Nos permite conectar las informaciones morfológicas y genéticas», explicó el científico Bence Viola, del Instituto Max Planck.

«Esta muela de ‘denisovano’ es muy distinta a la de neandertales y cromagnones», apostilló Pääbo.

Este mismo año, el equipo de investigadores constató que el ADN mitocondrial del hueso encontrado en la cueva de Siberia mostraba una «secuenciación inusual», lo que alentaba la hipótesis de que pertenecía a «una forma de homínido antiguo no descrito» aún.

La maldición de la momia de Ötzi

La momia de Ötzi, fechada con más de 5.000 años de antigüedad, fue descubierta en 1991 en un glaciar de los Alpes italianos, muy cerca de la frontera austriaca. Pero desde ese día, no se ha dejado de hablar de ella. Primero fue por su descubrimiento, luego por las circunstancias de su muerte, luego por los tatuajes que llevaba, por las heridas que tenía… Hipótesis rocambolescas se planteaban sobre ella, todas ellas respondidas con hechos y estudios científicos llevados a cabo. Todo pasó como si hubiera que encontrar forzosamente alguna cosa mágica o extraordinaria en la historia de este hombre, muerto en la montaña hace varios miles de años.

Teorias sobre Ötzi

Una exploración de TAC reveló que Ötzi tenía lo qué parecía ser una punta de flecha alojada en un hombro cuando murió, junto a un rasgón pequeño en su capa. El eje de la flecha había sido quitado, al parecer por un compañero. También tenía contusiones y cortes en sus manos, muñecas, y pecho. Rastros revelados análisis del ADN de la sangre demostraron la presencia de otras cuatro personas en su engranaje: uno de su cuchillo, dos de la misma punta de la flecha y un cuarto en su capa.

Antes de la última evidencia, fue especulado que Ötzi había sido víctima de un sacrificio ritual, quizás de un cacique. Esta explicación se pudo haber inspirado por las teorías avanzadas previamente para los 1ros cuerpos del milenio A.C. recuperados de los pantanos de la tumba, tales como el hombre de Tollund y el hombre de Lindow.

Una de las teorías más imaginarias era que él era de hecho un egipcio que había sido castrado ritualmente. Una examinación última, sin embargo, reveló que, aunque contraído por la momificación, Ötzi de hecho poseyó un pene.

También se presume que Ötzi era la víctima de una tormenta causada por la oscilación de Priora, el refrescarse repentinamente el ambiente de la tierra, según lo indicado por la oleada del glaciar próximo de Priora.

La maldición del hombre de hielo

Los sucesos acontecidos desde el descubrimiento de ésta momia, inducen a creer que quienes tienen contacto con ella terminan inevitablemente muertos. Así lo revelan los estudios de algunos periodistas. La muerte de varias personas relacionadas con el descubrimiento de la momia, incluyendo su descubridor Helmut Simon, refuerzan la teoría de Ötzi, el hombre de hielo, está maldito.

Mucha gente ha desmentido la teoría argumentando que todos murieron eventualmente, y que los alpinistas se arriesgan y mueren a menudo de causas accidentales. Asimismo se ha observado también que muchos investigadores y científicos que han trabajado de cerca con el cuerpo de Ötzi no han muerto en los años desde su descubrimiento en 1991. Un guardia comentó al respecto para explicar el legado de la maldición: «Como todas las buenas teorías de la maldición, muerte natural, accidental y mala suerte se han comprimido en una sola hipótesis siniestra».

A continuación, se presenta el listado de las siete personas que encontraron la muerte y estuvieron relacionadas con la momia de Ötzi:

Victimas de la maldición de Ötzi

  • Helmut Simón, uno de los dos caminantes que descubrieron a Ötzi, murió en 2004, en una excursión en la montaña a la edad de 67 años.
  • Dieter Warnecke, de 45 años, que fue a buscar al primero, falleció de un ataque cardíaco
  • Gunter Henn, 64 años, es víctima de un accidente de coche.
  • Kurt Fritz, 52 años, que había acompañado a Gunter Henn a los lugares del descubrimiento de la momia, muere aplastado por una avalancha.
  • Rainer Hoelzl, de 47 años, periodista que había cubierto el descubrimiento de Otzi no sobrevive a un tumor al cerebro
  • Konrad Spindler, uno de los arqueólogos que examinó la momia, muere de una esclerosis a la edad de 55 años
  • Tom Loy murió el 21 de octubre de 2005 de una infección en la sangre. Él se ocupaba de los análisis de ADN de la momia, lo que hace aún más paranormal el caso.

De que color eran los dinosaurios

WASHINGTON (AP) – Por primera vez, los científicos han podido confirmar el color de un dinosaurio y no es en los tonos marrones o grisáceos que vemos en películas o dibujos animados: es un naranja rojizo que, en forma de anillos, adornaba las plumas de la cola de una especie encontrada en China.

La primera evidencia sólida de la pigmentación de un dinosaurio se descubrió en las plumas fosilizadas de la cola del Sinosauropteryx, un pequeño dinosaurio carnívoro, según un artículo publicado el miércoles en el sitio del jornal científico Nature.

La cola de 125 millones de años tiene las mismas sustancias colorantes en sus células que el cabello de un pelirrojo, dijo el autor principal del artículo, Mike Benton, profesor de paleontología de la inglesa Universidad de Bristol.

El estudio, según expertos independientes, también brinda evidencia concluyente de que los dinosaurios tenían plumas, lo que los acerca más a las aves.

Benton y sus colaboradores no vieron el color rojizo por sí mismos. A través de un microscopio de electrones, detectaron los rastros celulares específicos de ese color. Un estudio anterior, hecho junto con otro grupo de investigadores, había encontrado similares indicios de color celular en plumas de pájaros prehistóricos.

Aunque los dibujos de dinosaurios suelen pintarlos en tonos menos llamativos, los científicos hasta ahora sólo han conjeturado sobre cuáles serían los colores reales. Los tonos más vivos se comenzaron a considerar posibles cuando se descubrió la relación de los dinosaurios con las aves, pero hasta ahora no había pruebas sobre ningún color en particular.

Es probable que otros investigadores copien ahora la técnica que usó el equipo de Benton, dijo el experto en dinosaurios Paul Sereno, de la Universidad de Chicago. El artículo británico, agregó, es un «hito» que brinda «una posibilidad de espiar cómo pueden haberse visto cuando estaban vivos».