Imágen de Randy Fobister, de la huella de un presunto Bigfoot, circulan por Grassy Narrows, Ontario, como la pólvora. La huella tiene unos 38cm de longitud y presenta seis dedos grandes acordes con el tamaño de la huella. Tras conducir durante una hora a un lugar conocido por ser idónea para la recolección de arándanos que se encuentra en una reserva natural al noreste de Kenora, Helen Pahpasay y su madre vieron algo que nunca habían visto antes. “Era negro… una cosa que no se describir” dijo Pahpasay, “Era alto y delgado y caminaba hacia donde estábamos. De verdad creí que estaba viendo visiones y por eso no avise a mi madre en un primer momento, pero cuando la mire me di cuenta de que ella también lo veía y se estaba frotando los ojos como si no creyese lo que veía”.
“Medía cerca más de dos metros y medio, delgado y negro como la noche. Como si un Bigfoot saliera a dar un paseo por la noche. Lo vimos caminando casualmente, Se que no era un animal, caminaba derecho, erguido como lo hacemos los humanos”. Ambas mujeres regresaron asustadas a su hogar y le contaron lo sucedido a sus familiares. Estos, expertos cazadores, regresaron al lugar de los hechos y solo pudieron encontrar unas huellas que ilustran esta noticia, cerca de una presa de castores.
“Tras seguir las huellas, estas llegaron a la orilla del rio donde el animal parecía que hubiera saltado el dique” explico Fobister. “Fue un gran salto, extremadamente difícil” dijo riendo.
Bigfoot es el nombre dado a una enorme criatura legendaria que supuestamente vive en las áreas salvajes de Estados Unidos (el noroeste pacífico, los Grandes Lagos, las Montañas Rocosas, los Bosques Meridionales, los Bosques del Noreste) y al sudoeste de Canadá. Un término alternativo con el que se le conoce es sasquatch, en idioma aborigen.
Junto con el monstruo del lago Ness y el yeti, el bigfoot es quizás la criatura más famosa de la criptozoología.
El fenómeno moderno del bigfoot («pie grande») comenzó en 1958 con informes de enormes huellas en el condado de Humboldt, California. Mientras que la mayoría de los supuestos encuentros con los bigfoot (incluyendo los más conocidos) son generalmente en el Noroeste Pacífico, ha habido aparentemente encuentros similares en toda Norteamérica con criaturas enormes, peludas y simiescas o de criaturas similares a hombres salvajes (o informes de inexplicables y enormes huellas humanas) en el Noroeste Pacífico, quizás desde finales del siglo XVII; algunos investigadores han argumentado que estos encuentros son consistentes con los recientes avistamientos de bigfoot. Como se indica más abajo, algunos de estos previos encuentros son de dudosa autenticidad, y los críticos han cuestionado la precisión de la interpretación de viejos informes a través de preconcepciones modernas.
La mayoría de los científicos piensan que las pruebas existentes no son lo suficientemente convincentes y generalmente las consideran como el resultado de mitología, folclore o identificación errónea. Muchos profesionales y académicos afirman que los estudios adicionales son una pérdida de tiempo, pero otros sostienen que la evidencia actual puede ser escasa y que debe ser evaluada objetivamente a medida que se vaya presentando. Otros, incluyendo una subcultura activa compuesta generalmente por aficionados, continúan investigando y consideran la existencia del sasquatch como una posibilidad.
En cuanto a las huellas, quizá únicas pruebas físicas de este ser, son de aproximadamente 38 a 45 centímetros de largo, tienen 5 dedos y un arco escasamente pronunciado.
Algunos criptozoólogos sostienen que su apariencia es similar a las descritas al Yeti, otro ser de apariencia simiesca que habitaría en las alturas gélidas del Tibet.
¿Quién no ha oído hablar alguna vez del Yeti, cuya presencia entre las nieblas de las alturas llenó de espanto a muchos exploradores que ascendían las heladas cumbres de Himalaya?.
Desde que tenemos uso de razón hemos oído mucho sobre este increíble «monstruo», incluso hemos podido verlo, eso sí, en alguna película de cine. Pero, ¿existe de verdad el «abominable hombre de las nieves?, ¿cómo es?. Si lees esta página hasta podrás ver 2 fotografías del «supuesto» Yeti. Tu decidirás si crees o no.
La historia de las dos fotos de abajo viene de cuando el fotógrafo Anthony Wooldridge se hallaba en una misión en el Himalaya. Estando allí localizó unas pisadas bastante extrañas, y acompañado de un compañero y su cámara se pusieron a seguir esas pisadas a ver donde les llevaba. Wooldridge había oído las leyendas sobre el Yeti, le atraía el tema, pero nunca llegó a pensar que lo vería tan de cerca. Tras unos minutos de camino, y justo antes de llegar a un espeso «bosque» de árboles pudo ver con total claridad (y gran sorpresa), una criatura que sólo podía ser una bestia mitológica. ¿Sería el abominable hombre de las nieves?. Mejor será que eches un vistazo a las dos fotografías de abajo y seas tú el que decidas.
Cuenta Wooldridge que: «medía casi 2 metros, su cabeza era grande y todo el cuerpo lo tenía cubierto de pelo oscuro». Ante esta oportunidad el fotógrafo tomó algunas fotos, entre ellas las de arriba, en la que se aprecia claramente la figura de… ¿de qué?. Las fotos fueron sometidas a un profundo estudio por parte de dos expertos en este tema. Ambos coincidieron en que las fotos no estaban trucadas y en que la criatura que en ellas aparecía era algo fuera de lo corriente, aunque diferían en lo que podía ser. Robert Martin señaló que podía ser un gran primate, sin documentar aún por los zoólogos. John Napier, experto en anatomía, y bastante escéptico, dejó atónitos a los presentes al afirmar que aquella criatura era humanoide, sin ser ni un oso ni un hombre.
¿Osos?, ¿Hombres?, ¿Monos?, ¿restos del famoso eslabón perdido en la cadena evolutiva?. Los Yetis siguen siendo una incógnita en la historia de hombre. Si son los únicos descendientes de nuestros antepasados primitivos, ¿por qué no evolucionaron ellos también, paralelamente, con la raza humana?. Si componen una especie de simios superiores, ¿por qué fueron marginados a los lugares más inaccesibles?.
Estas y otras muchas preguntas quedarán en el aire hasta que algún día estos seres -hombres o bestias- aparezcan en la vitrina de un museo o en un reportaje de televisión, y los científicos nos expliquen el porque.
Es el Yeti un primo cercano de Pie Grande?
Muchos suelen confundir al Yeti u Hombre de las nieves con el mítico Pie Grande norteamericano, sin embargo, los criptozólogos hacen hincapié en este error señalando que el Yeti y Bigfoot, no serían una misma criatura ubicada en lugares distintos, sino que estarían emparentados de una forma u otra.
No se sabe a ciencia cierta cómo se dio este parentesco, sin embargo muchos hablan de una misma especie que quizá por las diferencias climáticas en uno y otro lado, desarrollaron características completamente distintas fácilmente reconocibles y diferenciadas.