Sarajevo es la capital y ciudad más poblada de Bosnia-Herzegovina. Es conocida por su tradicional diversidad religiosa, que la han llevado a ser conocida como la «Jerusalén de Europa».
Desde hace cinco años, su pluralidad religiosa y sus múltiplos museos dejaron de ser el principal atractivo de la zona, pues varios montículos de forma piramidal fueron descubiertos cerca de la ciudad de Visoko, la cual se encuentra en la parte central de Bosnia- Herzegovina, desatando toda una fiebre por parte de turistas, arqueólogos y fotógrafos de todo el mundo.
Estas estructuras geológicas de grandes dimensiones presentan varios túneles subterráneos en su interior; además, se encuentran perfectamente orientadas según los cuatro puntos cardinales.
Tras múltiples estudios, las pirámides recibieron los nombres de: «Pirámide del Sol» (con 220 metros de altura), la «Pirámide de la Luna» (con 190 metros de altura) y la «Pirámide del Dragón». Denominaciones que hacían referencia, según sus descubridores, a las supuestas primeras pirámides de Europa.
Ante la aparición de estas obras surgieron un sin fin de dudas, resaltando la pregunta: ¿las pirámides de Bosnia son construcciones artificiales o caprichos de la naturaleza?
Al respecto, expertos investigadores de todo el mundo como el egiptólogo Nabil A. Swelim analizaron las características geométricas de este tipo de construcciones y confirmaron la gran importancia que tenía el hallazgo para el desarrollo de la arqueología.