Asteroides: El azaroso juego de la ruleta cósmica

La Tierra: Catorce meses después que un meteorito impactara Rusia con la fuerza equivalente a 30 bombas de Hiroshima, la Fundación B612, formada por un grupo de astronautas del Apolo 9 ha advertido que solo la suerte ha salvado a la Tierra de algo peor.

El Telescopio Sentinel

Estamos en un gigantesco juego de azar, estamos jugando una ruleta cósmica dijo Dr. Lu cuyo grupo está trabajando en la construcción y lanzamiento de Sentinel, un telescopio de $250 millones de dólares que podría detectar rocas espaciales en dirección a la Tierra , dando varios años o incluso décadas de aviso para desviar un desastre

“Hay un dicho en Las Vegas que dice” La casa nunca pierde ” Es verdad, no podemos seguir jugando un juego de azar y esperan seguir ganando “, añadió el Dr. Lu, director ejecutivo del grupo. Continuar leyendo «Asteroides: El azaroso juego de la ruleta cósmica»

El agujero negro más próximo a la Tierra podría entrar en acción muy pronto

Este año podría ser espectacular para la astronomía. Científicos europeos anhelan ver cómo el agujero negro más cercano a la Tierra entra en acción, engulliendo a una enorme masa gaseosa que está «a punto» de pasar a su lado.

En 2011, el European Southern Observatory anunciaba el descubrimiento de una enorme masa gaseosa que se aproximaba rápidamente hacia el centro de la Vía Láctea, en dirección a donde está situado el agujero negro más próximo a la Tierra.

El descubrimiento era, sin duda, emocionante. Su observación a través del ESO’s Very Large Telescope podría permitir ver cómo engullía el agujero negro a una masa gaseosa en vivo y en directo. Esta espectacular «cena» espacial podría estar cada vez más cerca, ya que es posible que se produzca durante 2014. Continuar leyendo «El agujero negro más próximo a la Tierra podría entrar en acción muy pronto»

Un misterio que lleva décadas intrigando a la NASA y la ESA

La ardua tarea de enviar una nave al espacio supone analizar miles y miles de datos y parámetros, utilizando superordenadores para realizar innumerables cálculos con el objetivo de conseguir una precisión exacta. El Universo es una inmensa mesa de billar en la que las bolas se encuentran a distancias enormes moviéndose además a velocidades vertiginosas. En todo este proceso, el más mínimo error puede dar al traste con muchos años de trabajo.

Sin embargo enviar una misión espacial desde la Tierra hasta un planeta del sistema solar no es tan fácil como podríamos pensar. Para alcanzar cuerpos planetarios lejanos necesitamos una carga de combustible demasiado alta y los ingenieros espaciales deben aprovechar las carambolas cósmicas que la gravedad les ofrece.

Sin estas maniobras de asistencia gravitatoria las misiones espaciales a muchos planetas hubieran sido virtualmente imposibles. ¿En qué consisten? Bueno, en este caso, explicarlas es mucho más sencillo que realizarlas puesto que a grandes rasgos tan solo se trata de aprovechar la gravedad de satélites o planetas bien para disminuir la velocidad de una nave espacial o bien para relanzarla hacia su destino.

Se llevan utilizando desde la década de los ’70 cuando los técnicos de la NASA utilizaron por primera vez la gravedad de Venus, curiosamente no para empujar sino para frenar la sonda Mariner 10 en su camino hacia Mercurio.

El ejemplo más alucinante de estas maniobras es sin duda alguna la misión interplanetaria de las Voyager 1 y 2, lanzadas en el año 1977 y que aprovecharon un poco frecuente alineamiento planetario que permitió utilizar el tirón gravitatorio de, no uno, sino dos planetas (primero Júpiter y después Saturno) para conseguir su impresionante viaje hacia las profundidades del Sistema Solar.

La sonda Galileo por su parte, supuso ya la perfección en el manejo de estas maniobras de asistencia gravitatoria puesto que se aprovechó del empuje de varias lunas y planetas para llegar a Júpiter. Incluso llegó a orbitar la Tierra utilizando nuestra propia gravedad para adquirir velocidad antes de emprender su vuelo hacia el gigante gaseoso. Continuar leyendo «Un misterio que lleva décadas intrigando a la NASA y la ESA»