Científicos descubren un planeta habitable

Hallan en el sistema planetario «Kepler-22» un planeta que puede tener agua.

El observatorio espacial Kepler encontró en el sistema planetario «Kepler-22», a 600 años luz, el primer planeta situado en la «zona habitable», la región en la que creen que se puede encontrar agua líquida, anunció hoy la NASA en una rueda de prensa.

Los científicos del Centro de Investigación Ames de la NASA anunciaron, además, que Kepler identificó 1.000 nuevos candidatos a planeta, diez de los cuales tienen un tamaño similar al de la Tierra y orbitan en la zona habitable de la estrella de su sistema solar. Continuar leyendo «Científicos descubren un planeta habitable»

Júpiter, no es más un planeta!

Según la Unión Astronómica Internacional (UIA), La Tierra, Marte y Júpiter, no son Planetas

El descubrimiento de varios objetos que se aproximan al tamaño de Plutón, como (50000) Quaoar y (90377) Sedna, siguieron minando los argumentos a favor de que Plutón era excepcional en comparación con el resto de la población transplutoniana. El 28 de julio de 2005, Mike Brown y su equipo anunciaron el descubrimiento de un objeto que se confirmó como mayor que Plutón,6 designado inicialmente como 2003 UB(y desde el 13 de septiembre de 2006 con nombre definitivo: Eris). Aunque sus descubridores (y mucha gente de los medios de comunicación) lo llamaron inmediatamente el décimo planeta. En la segunda mitad de octubre de 2003 se le dio la designación provisional 2003 UB313, colocándolo como el objeto número 7827 en la lista oficial de planetas menores. Tras la decisión de la UAI en agosto de 2006, pasó a ser el planeta menor más grande conocido del Sistema Solar, por delante de Plutón.

Sin embargo, el criterio de órbita compartida no carece de ambigüedad; no define un planeta por su composición o formación, sino por su posición. Por tanto, con esta definición, un cuerpo del tamaño de Plutón o más pequeño que orbite en solitario se llamaría planeta, mientras que objetos más grandes que estuvieran próximos entre sí se denominarían «planetas menores».

Finalmente la UIA (Unión Astronómica Internacional) dictamina:

La UAI resuelve que los planetas y otros cuerpos del Sistema Solar se definan en tres categorías distintas de la siguiente manera:

  1. Un planeta es un cuerpo celeste que (a) está en órbita alrededor del Sol, (b) tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de manera que adquiera un equilibrio hidrostático (forma prácticamente redonda), (c) ha limpiado la vecindad de su órbita.
  2. Un planeta enano es un cuerpo celeste que (a) está en órbita alrededor del Sol, (b) tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de manera que adquiera un equilibrio hidrostático (forma casi redonda) [2], (c) no ha limpiado la vecindad de su órbita y (d) no es un satélite.
  3. Todos los otros objetos que orbitan al Sol se deben denominar colectivamente «Cuerpos Pequeños del Sistema Solar».

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Némesis, Tyche o un simple objeto espacial?

«Antes era Némesis, luego fue Tyche, en unos años será un objeto espacial particular…»

Foto enviada por la sonda WISE del cometa Siding Sprint en su viaje hacia el Sol

Hace un tiempo me referí a la posible Némesis, una compañera del Sol, una avejentada pequeña estrella rojo-negra, cuya órbita externa a la nube de Oort, sería la responsable de las caídas abundantes de meteoritos y cometas sobre la Tierra con grandes desapariciones de vida. Como esa teoría apocalíptica cada vez tiene menos fuerza, ya no se busca al “malévolo “Némesis y ahora se busca a una benévola Tyche, hermana de aquel en la mitología griega.

Este sería un hipotético gran planeta: los astrofísicos John Matese y Daniel Whitmire, que en el 2010 proponían la existencia de un acompañante binario para nuestro sol, un planeta mayor que Júpiter, ya dentro de la “nube de Oort”.

Según la página de WISE, esta es una misión de la NASA, lanzada en diciembre de 2009, que escaneó la esfera celeste cerca de una vez y media en cuatro longitudes de ondas infrarrojas. Capturó más de 2,7 millones de imágenes de objetos en el espacio, desde lejanas galaxias a asteroides y cometas relativamente cercanos a la Tierra. Recientemente, WISE completó una misión extendida que le permitió finalizar el escaneo completo del cinturón de asteroides, y dos registros completos del universo más distante, en dos bandas infrarrojas. Hasta ahora, los descubrimientos en la misión de objetos previamente desconocidos incluyen una estrella súper fría o enana marrón, 20 cometas, 134 objetos cercanos a la Tierra (Near-Earth Objects; NEOs) y más de 33 000 asteroides en el cinturón principal entre Marte y Júpiter.

Tras su exitoso registro, WISE fue puesto en hibernación en febrero de 2011. El análisis de los datos recogidos continúa. Se espera un informe público preliminar de las primeras 14 semanas de datos en abril de 2011, y uno final con el análisis completo en marzo de 2012.

Por ahora, parece que nada se ha encontrado, pero no quiere decir que no exista algo, ya que como dije en el artículo de Némesis, está justo detrás de la elíptica del sistema solar, por lo que a nuestros telescopios, aunque sean espaciales, como están dentro de este virtual círculo, se les hace muy difícil poder detectar algo detrás de esta “enorme cortina”.

Pero a no desesperar, algo se encontrará en pocos años más y cambiará algunas cosas en nuestros conocimientos.

Hace un tiempo me referí  a la posible Némesis, una compañera del Sol, una avejentada pequeña estrella  rojo-negra, cuya órbita externa a la nube de Oort, sería la responsable de las caídas abundantes de meteoritos y cometas sobre la Tierra con grandes desapariciones de vida. Como esa teoría apocalíptica cada vez tiene menos fuerza, ya no se busca al “malévolo “Némesis y ahora se busca a una benévola Tyche, hermana de aquel en la mitología griega.

Este sería un hipotético gran planeta: los astrofísicos John Matese y Daniel Whitmire, que en el 2010 proponían la existencia de un acompañante binario para nuestro sol, un planeta mayor que Júpiter, ya dentro de la “nube de Oort”.

Según la página de WISE, esta es una misión de la NASA, lanzada en diciembre de 2009, que escaneó la esfera celeste cerca de una vez y media en cuatro longitudes de ondas infrarrojas. Capturó más de 2,7 millones de imágenes de objetos en el espacio, desde lejanas galaxias a asteroides y cometas relativamente cercanos a la Tierra. Recientemente, WISE completó una misión extendida que le permitió finalizar el escaneo completo del cinturón de asteroides, y dos registros completos del universo más distante, en dos bandas infrarrojas. Hasta ahora, los descubrimientos en la misión de objetos previamente desconocidos incluyen una estrella super fría o enana marrón, 20 cometas, 134 objetos cercanos a la Tierra (Near-Earth Objects; NEOs) y más de 33 000 asteroides en el cinturón principal entre Marte y Júpiter.

Tras su exitoso registro, WISE fue puesto en hibernación en febrero de 2011. El análisis de los datos recogidos continúa. Se espera un informe público preliminar de las primeras 14 semanas de datos en abril de 2011, y uno final con el análisis completo en marzo de 2012.

Por ahora, parece que nada se ha encontrado, pero no quiere decir que no exista algo, ya que como dije en el artículo de Némesis, está justo detrás de la eclíptica del sistema solar, por lo que a nuestros telescopios, aunque sean espaciales, como están dentro de este virtual círculo, se les hace muy difícil poder detectar algo detrás de esta “enorme cortina”.

Pero a no desesperar, algo se encontrará en pocos años más y cambiará algunas cosas en nuestros conocimientos.