Parecidos Asombrosos con cientos de años de diferencia

Durante los últimos años, muchas fotografías de parecidos sorprendentes entre personajes del pasado y celebridades de la actualidad han salido a la luz como la de Keanu reeves, Nicolas Cage, John Travolta, Peter Dinklage.

Muchos dicen que se trata de viajeros del tiempo, otros que son vampiros inmortales, o incluso están los que apoyados en creencias espirituales de tendencia budista, afirman que éstos evidentes parecidos son producto de las reencarnaciones.

El actor Adrien Brody, por ejemplo tiene un notable parecido con el filósofo John Locke, y Anthony Hopkins con Sócrates, Paul Giamatti con William Shakespeare y Sylvester Stallone con el Papa Gregorio IX.

Es cierto, sin embargo, que en otros casos sí podría haber invenciones o retoques. Pero esos casos son menos e incluso hubo coleccionistas de renombre que confirmaron la existencia de las fotos. Así sucedió con el criminal victoriano que se parece a Justin Timberlake, el general que participó en la Segunda Guerra Mundial -llamado Douglas MacArthur- al que se parece Bruce Willis o el desconocido soldado de la Guerra Civil norteamericana que es idéntico a Nicolas Cage.

Y a esta altura podríamos decir que encontrar este tipo de similitudes se convirtió en algo más que una moda de internet.

El cerebro más extraño y enigmático de la historia de la ciencia

Este cerebro se encuentra alojado en uno de los laboratorios de la Universidad de Texas. Por su fisonomía, se asume que su portador padecía de lisencefalia, un extraño mal que provoca que el órgano crezca completamente liso. Se trata de una malformación del feto con la que nacen algunos bebés, por la que terminan muriendo al poco tiempo. Lo enigmático de este caso es que era el cerebro de un hombre o mujer en edad adulta.

Lo único que se sabe es que era paciente psiquiátrico del North Central State Hospital y que murió en el año 1970. Pero nada más, ya que su historia clínica «se perdió».

El desafío de los investigadores de la universidad es estudiar a fondo el cerebro y tratar de identificar las condiciones que le permitieron sobrevivir durante tantos años en semejante estado.

Descubren agujeros negros en el Océano Atlántico

Un estudio descubre ocho equivalentes matemáticos en la Tierra a los agujeros negros del espacio. Al igual que en los fenómenos cósmicos, en los terrestres nada de lo que entra sale. El hallazgo ayudará a comprender mejor el movimiento de los materiales en los océanos.

Expertos del Instituto Federal Suizo de Tecnología y la Universidad de Miami, en Estados Unidos, revelaron que los vórtices del Atlántico Sur actúan de manera muy semejante a los agujeros negros del espacio.

Según informa Russia Today, el equipo de científicos descubrió que el borde de estos vórtices está representado normalmente por un ancho cinturón de una sustancia brillante, que se asemeja a la esfera de fotones que rodea a los agujeros negros sin entrar en los mismos.

Los especialistas demostraron científicamente esta semejanza al describir el comportamiento de los vórtices en los fluidos turbulentos utilizando los mismos principios matemáticos que describen el fenómeno de los agujeros negros, regiones del espacio tiempo en las que la gravedad es suficientemente fuerte para evitar que ninguna sustancia se escape, incluida la luz.

De acuerdo con el portal Technology Review, el estudió evaluó las corrientes en el suroeste del océano Índico y el sur del Atlántico, donde existe un fenómeno conocido como «la fuga de las Agujas», corriente que se vuelve sobre sí misma, creando de vez en cuando remolinos en la zona meridional.

En su investigación, el equipo de expertos empleó imágenes de satélite del sur del océano Atlántico captadas entre noviembre de 2006 y febrero de 2007 para localizar posibles análogos de agujeros negros.
Como resultado, encontraron durante este período un total de ocho fenómenos con posibilidad de ser denominados agujeros terrestres.

Este análisis podría tener implicaciones importantes para entender cómo las corrientes oceánicas transportan material, pues dado que todo lo que entra en estos agujeros negros ya no puede salir, deben poder atrapar cualquier basura, aceite o incluso la propia agua, moviéndola de manera coherente a grandes distancias.

La investigación también plantea la posibilidad de que se produzcan análogos de agujeros negros en otras condiciones naturales, como en los huracanes, e incluso en otros objetos espaciales. Por lo tanto, según sugieren los científicos, la Gran Mancha Roja de Júpiter, tormenta gigante en la atmósfera del planeta, podría ser el más famoso agujero negro del sistema solar.