El derretimiento de los glaciares a causa del calentamiento global en la Antártida, ha revelado tres pirámides cn características similares a las pirámides de Giza en Egipto.
Estas tres pirámides antiguas habrían sido descubiertas en la Antártida por un equipo de científicos estadounidenses y europeos. Dos de las pirámides fueron descubiertas cerca de 16 kilómetros tierra adentro, mientras que la tercera estaba muy cerca de la costa. Los primeros informes sobre las pirámides aparecieron en los medios de comunicación occidentales el año pasado. Unas cuantas fotos se publicaron en algunos sitios web con el comentario de que las extrañas estructuras podrían servir de prueba de que el continente cubierto de hielo solía ser lo suficientemente caliente como para haber tenido una antigua civilización viviendo allí.
Hasta el momento se conoce poco acerca de las pirámides y el equipo sigue manteniendo silencio sobre el descubrimiento. La única información fiable proporcionada por los científicos era que ellos estaban planeando una expedición a las pirámides para investigar más a fondo y determinar a ciencia cierta si las estructuras eran artificiales o naturales. No se ofrecieron detalles sobre el marco temporal de la expedición. En caso de que los investigadores prueben que las pirámides son estructuras hechas por el hombre, el descubrimiento podría llevar a la mayor revisión de la historia de la humanidad como jamás se ha hecho. Continuar leyendo «Descubren pirámides antiguas en la Antártida»
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Barrio industrial de Talpiot. Más de 650 invitados. Caras sonrientes y relajadas, filmadas por un videoaficionado invitado ala fiesta. Música oriental de fondo. Trajes de gala. Novios enamorados. Keren y Assi Dror se besan ante la cámara. Es su noche. Lo deja de ser de repente. La muerte se come la fiesta. Más de 30 muertos. 50 desaparecidos y 370 heridos. La nada engulle a todos.
El momento del hundimiento, en la imagen, fue captado por uno de los invitados al enlace con una cámara de vídeo.
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Baile mortal en el tercer piso de una nave industrial convertida en sala de fiestas, en pasadizo a la muerte. El padre de la novia es levantado sentado en una silla, como manda la tradición judía. Segundos después, la tragedia. La mayor de la historia civil de Israel.
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Un agujero negro se abre a los pies de los invitados que son engullidos literalmente por la nada. Al videoaficionado, pese a todo, no le tiembla demasiado el pulso y graba las reacciones de quienes se han salvado. Gritos, dolor, histeria. La conmoción se ha apoderado una vez más de un país casi siempre conmocionado. Esta vez la culpa no la tiene un hombre-bomba de Hamas.
Voz de alarma inmediata
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Voz de alarma inmediata. Decenas de ambulancias llegan a la calle Belén. Bomberos. Policías. Militares. Médicos. Periodistas. Expertos de todos los cuerpos de seguridad y auxilio a la búsqueda de cuerpos bajo toneladas de escombros. Israel cuenta con profesionales de primer nivel en este campo que ya han participado en el rescate de las víctimas de los terremotos de Turquía, India o Armenia, éste hace más de una década. Ahí radica la esperanza.
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Baile mortal. «De repente el suelo se abrió a nuestros pies», dice Tamara Revivo, de 26 años, con su tobillo derecho fracturado. Algunos invitados son rápidamente rescatados con vida. La noche avanza. Los familiares de los desaparecidos se agolpan a las puertas del derrumbado local. Se necesita sangre. Rápido. Sobra histeria. Terror. Caos. Desesperación. Detrás, aparcado como si tal cosa, un Audi plateado, vestido para la mejor ocasión con cintas de colores y flores, espera aún a los novios. Keren, la novia, tiene rota la cadera y es trasladada a un hospital. Su marido, Assi, sólo ha sufrido algunos rasguños.
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Amanece que no es poco. Sol de justicia. Con la luz del día se intensifican los trabajos de rescate con una enorme grúa ya a pleno rendimiento. Y perros policías. Chaco y Goa huelen aquí, husmean allá. Cuatro personas, las últimas rescatadas con vida. Desde las dos de la madrugada sólo se han hallado cadáveres. Entre ellos, una pareja todavía abrazada ingerida por una bolsa negra.
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Visitas ilustres. Sharón. El presidente Katsav. El alcalde Olmert. El jefe del Estado Mayor, Mofaz. Preguntas atropelladas. ¿Por qué? Respuestas que se atisban. Fallos estructurales en el edificio. Materiales de construcción de pésima calidad. Cuatro columnas y muros maestros retirados para ganar espacio. Siete detenidos, entre ellos los dueños del local, el contratista que realizaba unas obras, el ingeniero.
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Cae la tarde. Comienza el «shabbat». Jornada de descanso, sagrada para los religiosos. Hoy no. El Gran Rabino de Israel, Meir Lau, autoriza a los equipos de socorro a seguir trabajando. El tiempo apremia. Es una carrera contrarreloj. Se buscan supervivientes. Y se buscan y se buscan. Pero sólo se encuentran muertos. Y se encuentran y se encuentran. Los palestinos de solidarizan y ofrecen ayuda.
Noche de boda en Jerusalén. Sala Versalles. Sillas y mesas vacías al borde del agujero negro. Una chaqueta colgada en un respaldo. Un zapato perdido junto a una piedra. La muerte se come la fiesta de Keren y Assia. Por desgracia, nunca la olvidarán.
Tras haberse cumplido un nuevo aniversario del Incidente Ovni más extraordinario de la historia, la investigadora Annie Jacobsen publicó un libro titulado Área 51: una historia sin censura, en el cual asegura que «Los supuestos extraterrestres encontrados en Roswell, en realidad serían niños momificados por el científico Josef Mengele, también conocido como «el ángel de la muerte» por sus experimentos horribles con humanos en campos de concentración nazis. Además, Mengele habría hecho el trabajo a pedido del entonces líder soviético Josef Stalin.
El primer incidente registrado, el caso Roswell, es el más popular de los encuentros cercanos del tercer tipo y el más desacreditado por las fuentes oficiales. El 8 julio de 1947, las autoridades de la (cuestionada) Fuerza Aérea de Estados Unidos fueron avisadas sobre la caída de un objeto volador no identificado en Roswell, Nuevo México. Por 66 años el FBI, la CIA y otros organismos secretos se encargaron con fervor de tapar y desacreditar todo testimonio y prueba posible que tomara carácter público.
Obama y una declaración polémica
Durante una visita a Roswell, el presidente estadounidense bromeó sobre la existencia de extraterrestres y la posible visita a la Tierra de seres de otro planeta. “CUANDO LLEGUÉ, LE DIJE A LA GENTE QUE VINE EN PAZ”, dijo Obama haciéndose el alienígena. Y agregó que si bien él había aterrizado en esa ciudad, no podía revelar si realmente un OVNI se había estrellado en el lugar en el año 1947, como algunos sí aseguran.
Esa no fue la única broma de mal gusto que hizo Obama. También contó (¿en un chiste con dejo de verdad?) que cada vez que le preguntan si es verdad lo sucedido en el caso Roswell, él les responde: “Si te dijera, tendría que matarte”.