…Estaba entrando a una sucursal bancaria, iba a cobrar su exigua jubilación…
Miró el reloj, eran las 10: 30 de un martes. Colocó la tarjeta, en el cajero automático. Por suerte había dinero. Marcó en la pantalla, apoyando los dedos lo que deseaba hacer; retiró la suma y se apresuró a encontrar un «café» para descargar una gran urgencia. (Un baño).
La urgencia era enorme, pero al empezar la operación, asombrado se despertó en su cama. Se incorporó, la luz invadía todo el cuarto. Aún atontado por este «descubrimiento», sintió que la urgencia persistía,… «despertador» era la tarde; las 14 horas precisamente.
Apenas logró abrir la puerta del baño y levantar la tapa del inodoro… un dolor intenso le muestra que sus piernas y el trasero están acalambrados… Con mayor asombro aun nota al abrir sus ojos, que se había dormido en un sillón del comedor, con la televisión encendida, luego de almorzar. El reloj pulsera indica las 15 horas.
Apenas llegó al baño para calmar su necesidad, pero con una desazón, tiene el pantalón indiscretamente mojado. Recordó que había decidido ir al Banco al día siguiente.
Nunca antes tuvo una experiencia parecida: soñaba, sin saberlo, despertó, pero aún, sin apreciarlo seguía soñando, volvió a despertarse y ahora si, a hacerlo de verdad. Bueno, muy convencido no está, ahora, sigue preguntándose… en que momento percibirá que despierta en otra realidad.
Una pregunta martilla su mente (y debo confesar que a mi también): ¿Estará dormido aun y finalmente se
despertará? Será este mundo que conocemos, algo real o solo será un mundo virtual, a semejanza de lo que nos muestra la famosa película «Mátrix»?