¿Se acabaría el mundo si se elige un Papa de raza negra?

¿Un Papa de raza negra? ¿El fin de los tiempos? ¿Profecías apocalípticas? Internet está llena de búsquedas, de fatalistas y de supuestos profetas y adivinos que anuncian otro nuevo fin del mundo Uno más que se une a la innumerable cantidad de vaticinios.

Su Santidad, el Papa Benedicto XVI acaba de anunciar que dejará el pontificado por razones de salud y ya comienzan a desempolvarse nuevamente los libros de los profetas tratando de ver en esta decisión una especie de «señal» del fin del mundo.

En efecto, a partir del próximo mes de marzo los cardenales se reunirán en la famosa Capilla Sixtina del Vaticano donde quedarán totalmente incomunicados del resto del mundo para «en secreto» escoger al próximo Sumo Pontífice, al jefe supremo de la Iglesia Católica y el Estado del Vaticano.

El mundo estará en suspenso tratando de «adivinar» lo que está sucediendo en el recinto cerrado con llave desde el cual saldrá el humo blanco cuando ya se haya elegido el nuevo Papa y desde el balcón papal se anuncie al mundo, en latín, «Habemus Papam» y los feligreses católicos en la Plaza San Pedro se abracen jubilosos.

San Malaquías y la lista de los Papas

Una de esas profecías se le atribuye a San Malaquías, Arzobispo Católico irlandés que vivió entre los años 1094 y 1148, o sea, hace más de ocho siglos y que es recordado por dos listas de profecías sobre los Papas y la guerra de Irlanda. Según San Malaquías después de Juan XXIII vendría ya el fin. Continuar leyendo «¿Se acabaría el mundo si se elige un Papa de raza negra?»

Un rayo golpeó la basílica de San Pedro después de la renuncia del Papa

La imagen del rayo que cayó sobre la cúpula de la basílica de San Pedro del Vaticano horas después de que el papa Benedicto XVI anunciara su renuncia al Pontificado dio la vuelta al mundo, convirtiéndose en una de las fotografías más publicadas hoy por la prensa.

La captura, obra del fotógrafo Alessandro di Meo, ha dado lugar además a todo tipo de especulaciones y comentarios en las redes sociales, donde algunos usuarios aludieron a la posibilidad de que el rayo sea fruto de algún tipo de designio divino, tras la primera renuncia de un jefe de la Iglesia católica ocurrida en los últimos siglos.

En la fotografía se puede ver perfectamente como el rayo, que ilumina el cielo nublado y ya oscuro de noche cerrada en Roma, cae sobre la punta de la cúpula de la basílica vaticana, una extraña y curiosa coincidencia que contó con el importante acierto del fotógrafo a la hora de capturar el momento.

Muchas son las circunstancias que envolvieron en el misterio a esta fotografía y al fenómeno atmosférico que la protagoniza, lo que puede contribuir a que quede incluida en los anales de un día ya histórico para el pequeño Estado vaticano, cuyo jefe anunció ayer en latín que dejará el cargo el próximo 28 de febrero.

Esta imagen se produjo solo horas después del anuncio hecho por Benedicto XVI poco antes del mediodía en un consistorio con cardenales en el Vaticano y de que el propio decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, hiciera pública la primera reacción oficial en la Iglesia católica tras conocer la noticia.

«Fue como un rayo caído a cielo abierto», dijo Sodano, el primero en confirmar con estas palabras un anuncio que muchos no podían creer al principio, ya no solo por lo poco común, sino también por las dificultades de comprensión por el hecho de que fuera pronunciado por el papa en una lengua muerta como es el latín.

Lo cierto es que después de una mañana ayer algo nublada y con lluvias intermitentes sobre Roma, el cielo terminó de cerrarse por la tarde, para dar paso a una tormenta (de dimensiones que algunos calificaron como «casi bíblicas») que, con fuerte aparato eléctrico y truenos, arreció sobre la capital italiana y el vecino Estado del Vaticano durante unas horas.

Fruto de ello, la captura de Di Meo que pasará ya a la historia como una de las imágenes más significativas y misteriosas -si no la que más- del día en el que el papa alemán anunció su renuncia a la jefatura de la Iglesia católica al faltarle las fuerzas

El hombre de hierro : La estatua de un dios espacial

Una antigua estatua budista que fue extraída del Tíbet por una expedición nazi y llevada a Alemania poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial fue tallada en un meteorito que se cayo contra la Tierra hace miles de años.

Aunque suena a trama de una película de Indiana Jones, parece no ser fantasía, según expertos europeos que difundieron sus investigaciones en la edición de este mes de la revista Meteoritics and Planetary Science.

Elmar Buchner, de la Universidad de Stuttgart, dijo que la expedición Schaefer trajo la estatua a Alemania. La expedición, financiada por los nazis, había viajado en 1938 al Tíbet en parte para buscar pistas sobre el origen de la raza aria, base de la ideología racista de los nazis.

La existencia de la pieza se conoció apenas en 2007 debido al fallecimiento de su propietario y su venta en una subasta, dijo Buchner. La estatua pesa 10,6 kilogramos y se le conoce como «el hombre de hierro». Investigadores alemanes y austriacos consiguieron permiso del nuevo dueño, cuyo nombre es mantenido en secreto, para que efectuaran un análisis químico a la estatua que mostró que ésta proviene del meteorito Chinga que se estrelló hace unos 15.000 años en una zona que hoy es la frontera entre Rusia y Mongolia.

El meteorito fue descubierto oficialmente en 1913, aunque Buchner indicó que la estatua podría tener 1.000 años de antigüedad y representa a un dios budista llamado Vaisravana.

Los nazis quizá se sintieron atraídos por una cruz gamada orientada hacia la izquierda que la estatua tiene en el frente.

La cruz gamada ha sido utilizada por diversas culturas en distintas épocas, pero los nazis intentaron apropiársela como símbolo de su ideología aunque en su versión la cruz está orientada hacia la derecha.