La Hipnosis Regresiva | Vidas Pasadas

La hipnosis regresiva nace como una rama de la hipnosis clínica, y utiliza técnicas para llevar atrás en el tiempo a una persona, con el objeto de que la misma reviva en un estado de relajación y de forma controlada determinados sucesos del pasado.

Esta rama de la ya cuestionada hipnosis se utiliza como terapia complementaria para varios trastornos de índole psicológico.

Uno de los pioneros de esta terapia es el mundialmente conocido Dr. Brian Weiss, quien paso de reconocido psiquiatra que trataba a sus pacientes de acuerdo a los cánones de la psiquiatría moderna a un ferviente «predicador» de esta terapia regresiva con la que asegura haber obtenido resultados muy importantes, habiendo volcado muchas de las historia de tratamiento en libros que hoy por hoy son best seller entre los cultores de la nueva era.

Weiss asegura en muchos de sus Best Sellers que sus pascientes han logrado retroceder incluso hasta otras vidas, experimentando sus propias muertes pasadas.

La hipnosis regresiva rompe con los esquemas de lo que hoy la psicología de índole científica (en general, la rama cognitivo-conductual) conoce como «mente» porque precisamente ese concepto es tan amplio, que la ciencia se queda corta al definirlo.

Con la hipnosis regresiva se puede retroceder al pasado reciente, a la infancia, incluso hasta el periodo pre natal, llamado también intra – uterino. Con esta misma hipnosis incluso se podrían llegar a experimentar recuerdos de vidas pasadas. En éste contexto, la hipnósis regresiva resulta controvertida para muchas de las creencias actuales, ya que no solo estaría sugiriendo, sino afirmando la existencia de la reencarnación.

Para poder realizar esta práctica se debe realizar previamente un exhaustivo estudio que para que el terapeuta pueda aplicar correctamente la técnica sobre el paciente. El terapeuta debe haber realizado estudios de psicología cognitiva ? conductual para que pueda manejar las situaciones que se presenten durante la regresión. Como se señaló, anteriormente, la hipnosis regresiva permite aflorar una serie de emociones que se han dormido con el paso de los años, y es por medio de esta técnica que se puede evidenciar aquellas emociones que nos han frustrado en el pasado.

Los ángeles de la guarda existen, según un estudio de matemáticos rusos

Puede que no tengan alas, rizos rubios y cara de no haber roto nunca un plato, pero los ángeles de la guarda existen. A esa conclusión al menos ha llegado un grupo de matemáticos rusos simplemente analizando una anomalía estadística: en los aviones, trenes o barcos que se accidentaban había menos pasajeros de lo habitual.


Unos porque devolvieron el billete en el último momento, otros porque se bajaron antes de tiempo o unos pocos porque, milagrosamente, llegaron tarde al aeropuerto, la estación de tren o el puerto, lo cierto es que cada vez que hay una catástrofe o un atentado escuchamos la historia de pasajeros que se salvaron milagrosamente.

¿Simple casualidad? ¿Una intuición? ¿O la prueba de que los ángeles de la guarda existen? Un grupo de matemáticos rusos, dirigidos por Valeri Isákov, asegura que, lejos de cualquier planteamiento abstracto, un simple análisis estadístico demuestra que el ángel de la guarda, o como cada uno quiera llamarle, hace un encomiable trabajo.

Este grupo de investigadores ha analizado un elevado número de catástrofes ocurridos en los últimos años, y ha descubierto cierta anomalía estadística: en los trayectos accidentados siempre hay menos pasajeros de lo normal, según informa el portal de información ruso RT.

Así, durante los últimos 20 años el número de pasajeros que devolvió los billetes en vuelos o recorridos que luego sufrieron un siniestro fue un 18% más alto que en los casos de los que estos recorridos se realizaron sin problemas.

Con esta conclusión, Isákov reafirma la teoría del sociólogo estadounidense James Staunton, que en 1958 analizó más de 200 catástrofes ferroviarias de los anteriores 30 años. Staunton descubrió que los trenes que habían sufrido un accidente tenían ocupados tal solo un 61% de los asientos de media, mientras que los que no sufrían ningún tipo de percance solían contar con, al mínimo, el 76%. Es decir, una nada despreciable diferencia de 15 puntos porcentuales de pasajeros que, por intuición o por la intercesión de un protector, se salvaron de una muerte segura. Continuar leyendo «Los ángeles de la guarda existen, según un estudio de matemáticos rusos»

El Misterio de los Reyes magos

El 6 de enero festejamos a los santos reyes magos.

Fecha muy apreciada por todos los niños del mundo. Una fecha instituida desde la oscuridad de la historia “religiosa” que ha hecho las delicias de todos los niños en siglos. Sinónimo de regalos a todos los niños, en paralelo de los regalos dados a Jesús por los Reyes Magos.

La estrella que guió a los Reyes Magos de Oriente hasta el mismísimo portal de Belén, donde el niño Jesús acababa de nacer. Ahora bien, ¿qué fue exactamente lo que vieron Melchor, Gaspar y Baltasar?¿Fue realmente una estrella? ¿O quizá un cometa, una supernova, un meteorito o, incluso, una simple conjunción de planetas? La Ciencia ha intentado dar explicación al fenómeno y comprobar, dentro de lo posible, su veracidad. Estos son los resultados.

Para averiguar cuál fue el tipo de fenómeno astronómico observado por los Reyes Magos- según Juan Manuel Nieves, del ABC-, el primer paso es establecer las fechas con la máxima precisión posible. Y en este punto la Biblia no ayuda mucho, ya que no dice nada sobre el día exacto del nacimiento de Jesús, aunque sí que relaciona el hecho con acontecimientos y personajes históricos, como por ejemplo el reinado de Herodes. Los historiadores coinciden en que el Rey de Judea debió de morir en algún momento entre los años 4 y 1 antes de Cristo. Y los Reyes Magos le visitaron poco antes de su muerte, por lo que su viaje (y la aparición de la estrella que los guió), tuvo por fuerza que producirse antes de esas fechas.

Por otra parte, existen serias dudas de que el nacimiento de Jesús se produjera un 25 de diciembre. En la Biblia, San Lucas habla de la actividad de los pastores de la zona en los días del nacimiento, cuidando a sus rebaños y a los corderos recién nacidos durante la noche, algo que sucede en primavera, y no en pleno invierno. Además, el 25 de diciembre es precisamente la fecha en que los romanos, que dominaban la región en aquél tiempo, celebraban sus Saturnales, una de sus festividades más importantes y para la que se adornaban calles y casas y se intercambiaban regalos. No es casualidad que, para evitar ser perseguidos, los primeros cristianos eligieran precisamente esa fecha para celebrar el nacimiento de Jesucristo. Más tarde, en el siglo IV, cuando el Emperador Constantino adoptó oficialmente el Cristianismo, el 25 de diciembre se conservó como el día de la Navidad.

Pero volvamos a la cuestión del año. Hoy en día los historiadores están de acuerdo en que el nacimiento de Jesús no se produjo hace 2011 años. Y es que la cronología que utilizamos, que divide los años en AC (Antes de Cristo) y DC (Después de Cristo), y que fue concebida por el monje romano Dionisio el Exiguo en el 523 DC contiene, por lo menos, dos errores significativos. El primero es colocar el año 1 DC inmediatamente después del año 1 AC, sin pasar por el cero, un número esencial en las matemáticas actuales y que, de hecho, resta un año a cualquier fecha que queramos considerar. Continuar leyendo «El Misterio de los Reyes magos»