El abismo representa un peligro: Generalmente se lo relaciona con graves dificultades que pueden ser en la vida afectiva o profesional. Ver un abismo significa la proximidad de un periodo durante el cual deberá transitar con precausión.
Caer en dicho abismo supone fracazar en sus objetivos, y el temor ante algunos problemas de salud. Mientras que no caer en él, simboliza lograr escalar la pendiente, retirarse del borde; EN éste caso el sueño es un buen presagio.
La caída en el abismo significa el comienzo del final de los inconvenientes por los que se está atravezando. Si soñamos que caemos en un abismo pero logramos salir del mismo, o que nos vemos obligado a cruzarlo sobre una débil pasarela, es que existe una posibilidad de recomponer la situación y recobrar la felicidad, pero todo ello después de grandes dificultades.
Si vemos el abismo pero no llegamos a caer en él es que todavía estamos a tiempo de evitar los males que nos amenazan.
A lo largo de la historia suelen sucederse hechos inexplicables. Algunos de ellos impregnados de un gran manto de misterio comparable con una gran película de terror. A continuación, una breve recopilación de algunos de los misterios tradicionales que aún en nuetsros días prevalecen inexplicables.
La maldición de James Dean
El prometedor actor norteamericano James Dean murió en un trágico accidente automovilístico en septiembre de 1955. Después, cuando los restos del coche fueron llevados a un garaje, el motor se desprendió y cayó sobre un mecánico, rompiéndole ambas piernas. El motor fue comprado luego por un médico, que lo colocó en un coche de carreras, y murió poco después.
En la misma carrera pereció otro conductor que se había instalado la palanca de cambios del coche de Dean. Después, el automóvil del actor fue reconstruido.., y el garaje se incendió. Fue exhibido en Sacramento y cayó del pedestal, rompiendo la cadera a un adolescente. Más tarde, en Oregon, el camión que transportaba el coche patinó y se estrelló contra la fachada de una tienda. Finalmente, en 1959, se partió en 11 pedazos mientras estaba apoyado en una sólida base de acero.
Coincidencias Misteriosas
Franz Richter de 19 años nacido en Suecia, fue un joven voluntario enrolado en el Cuerpo de Transporte austríaco durante la Primera Guerra Mundial. Un día fue internado en el hospital aquejado de neumonía. En ese mismo hospital se hallaba internado otro paciente del Cuerpo de Transporte llamado también Franz Richter, de 19 años y también aquejado de neumonía.
En 1975, en Bermudas, un hombre fue atropellado y muerto por un taxi al ir en una bicimoto. El hecho ocurrió exactamente un año después que su hermano fue muerto al ir conduciendo la misma bicimoto, por la misma calle y por el mismo taxista, que llevaba el mismo pasajero del accidente anterior.
Cuando el actor Anthony Hopkins firmó el contrato para interpretar un papel en la película La chica de Petrovka, basada en la novela homónima de George Feifer, trató en vano de hallar un ejemplar de la novela. Luego de recorrer las tiendas de Charing Cross Road, cansado y desilusionado, ingresó al metro de Leicester Square para regresar a su casa. En un banco de la estación encontró un ejemplar del libro, olvidado por un pasajero.
Esqueletos imposibles.
En el condado de Bradford, Pennsylvania, en 1880 fueron encontrados, en un túmulo sepulcral, esqueletos humanos cuyos cráneos mostraban unos cuernos de cinco centímetros, encima de los arcos ciliares. La altura promedio de los esqueletos era de aproximadamente 2,13 metros. Su antigüedad se calculó en 800 años. Algunos de estos huesos fueron enviados al American Investigating Museum de Filadelfia, de donde parece que desaparecieron.
En la caverna de Lovelock, en 1911, mineros que trabajaban en los depósitos de guano, encontraron restos indios y una momia de una persona de una estatura de 1,98 metros. Un cráneo gigantesco hallado en esta caverna son exhibidos junto a fotografías y objetos encontrados en la caverna, en el museo Humboldt de Winnemucca. Midiendo la longitud de sus fémures se dedujo que pertenecía a un pueblo cuyos miembros tenían una estatura entre 1,80 y 3 metros.
Animal vivo hallado dentro de una piedra
En 1851 en Blois, Francia, trabajadores hallaron un sapo vivo al partir un trozo de pedernal de aproximadamente seis kilos. Al ser liberado, saltó fuera del agujero y se alejó rápidamente, pero fue atrapado por los obreros, los cuales lo colocaron en el mismo espacio de la piedra y lo mandaron para su estudio, a la Sociedad de Ciencias.
El sapo fue llevado al sótano de la sede de la Sociedad, donde permaneció en la piedra, cuando se le quitaba la parte superior, en la oscuridad, permanecía quieto pero al estar iluminada la habitación el sapo trataba de escapar.
La Tumba de Jesús
En el año 1980, durante los trabajos de construcción de unas viviendas, apareció en Talpiot, a las afueras de Jerusalén, una tumba con un chevrón (o cabrión ^) y un círculo en su entrada. En ella, se encontraron 10 osarios, seis de las cuales contaban con inscripciones de nombres. Antes de que fuese nuevamente sellada, estas urnas fueron trasladadas al departamento de Antigüedades de Israel y los restos que en ellas se encontraban fueron nuevamente enterrados según el tradicional rito judío.
En el Jerusalén de hace dos milenios y según la ley judía se enterraban los cuerpos en sepulcros familiares excavados en la roca, donde permanecían amortajados durante un año para su descomposición.
Documental de James Cameron sobre la supuesta tumba familiar de Jesús de Nazaret. (Parte 1/2)
Un año después, luego que el cuerpo se desintegraba, los huesos eran recolectados por los familiares y colocados en una caja de piedra llamada “osario”. En esta urna se inscribía ocasionalmente el apodo con el que era conocido el difunto y era depositado en el interior de un nicho, descansando así para siempre dentro de la tumba familiar.
Las inscripciones de la tumba Talpiot, aunque realizadas de una forma muy tosca, se cree que representaban los siguientes nombres:
Yeshua bar Yosef – Jesús hijo de José (escrito en arameo, lengua semita como el hebreo hablado por Jesús). María – María (escrito en hebreo) Matía – Mateo (apodo de Matitia o Matikia) Yosa – José (inusual diminutivo de Joset) Mariamene e Mara – María (escrito en griego, deducido de Mariamne) y Mara (maestra en arameo) Yehuda bar Yeshua – Judas hijo de Jesús (encontrado en un osario de pequeñas dimensiones) Jacobo bar Yosef – Santiago hijo de José (encontrada con posterioridad y asociada a la misma tumba)
Calaveras deformadas
Un grupo de arqueólogos encontraron unos inusuales cráneos deformados cerca de la ciudad siberiana de Omsk, Rusia en Enero del 2009. En el video se muestra uno de las calaveras elongadas que se pudieron encontrar en las escavaciones del bosque. Los cráneos están datados en el siglo cuarto de nuestra era, sin embargo su origen es aún un misterio.
Se supone que las culturas antiguas deformaban el cráneo de los niños para mejorar sus habilidades mentales, en la creencia de que al forzar una forma cónica su capacidad cerebral mejoraría incluso pudiendo pronosticar las condiciones meteorológicas y lo que es o no peligroso. Deformaciones similares se han encontrado en Suramérica y otras partes del mundo que a priori no podían tener contacto.
Sueños Premonitorios.
En algunos libros se cita con frecuencia un sueño concerniente al asesinato del primer ministro británico Spencer Percival, ocurrido el 11 de mayo de 1812. Ocho días antes alguien que vivía en Cornualles soñó lo siguiente: vio a un hombre pequeño entrando en la Cámara de los Comunes; vestía casaca azul y chaleco blanco. Luego vio a otro hombre sacando una pistola de una casaca marrón, la pistola estaba adornada con clavos amarillos. Este hombre le disparó al primero, que cayó al suelo sangrando por la herida del pecho. Otros caballeros que estaban presentes detenían al asesino. Preguntó quién había recibido el disparo, y le dijeron que era el señor Perceval. Quedó tan impresionado por este sueño que quiso advertir al primer ministro, pero sus amigos le disuadieron diciéndole que le despedirían como a un fanático. Más adelante, durante una visita a Londres, vio los cuadros del asesinato en tiendas de grabados, dibujados según el relato de testigos presenciales. Reconoció muchos detalles de su sueño: incluso la indumentaria de los dos hombres coincidía.