Las gafas Google Glass empiezan a leer la mente

Los desarrolladores de Google Glass han presentado una aplicación que permite a los usuarios de las ‘gafas inteligentes’ tomar una foto con tan solo pensarlo.



Según informa ‘Time’, los diseñadores afirman que MindRDR es el primer programa que permite administrar el dispositivo sin tocarlo.

La versión actual de la aplicación utiliza un analizador adicional que capta la intensidad de las ondas que emanan del cerebro que, por su parte, varían dependiendo de la condición de la persona: relajación o concentración. La aplicación convierte esta información en comandos para el dispositivo electrónico y el usuario sólo tiene que tratar de concentrarse en ciertas cosas.

De acuerdo con los desarrolladores, la aplicación permitirá a los usuarios operar el dispositivo de Google Glass cuando no hay una posibilidad de utilizar el botón o sistema de comando de voz. «Las oportunidades actuales de MindRDR se limitan a fotografiar y publicar fotos, pero el potencial de Google Glass en telequinesis es extenso», dice el director creativo del proyecto, Chloe Kirton.

Según los autores de la aplicación, en el futuro esta será capaz de ayudar a las personas con ciertas enfermedades, como el autismo o la esclerosis múltiple, para interactuar con el mundo exterior.

Dos físicos rusos quieren reconstruir la torre Tesla para dar energía sin cables al mundo

Dos físicos rusos de Siberia han lanzado una campaña para recaudar los 800.000 dólares necesarios para completar el ambicioso proyecto de Nikola Tesla en el campo de la transmisión inalámbrica de energía eléctrica, la torre Tesla.

Según los físicos rusos Serguéi Plejánov y Leonid Plejánov, la versión moderna de Wardenclyffe, o la torre Tesla, también conocida como ‘transmisor planetario’, permitirá “transmitir la energía a través de la Tierra a cualquier distancia en el planeta”, lo cual ayudará a resolver muchos problemas tecnológicos.

¡Tesla tenía razón y estamos dispuestos a demostrarlo!, dicen los físicos, que acaban de lanzar una campaña en Indiegogo, el mayor sitio de recaudación de fondos del mundo, para reconstruir la torre Wardenclyffe en el otoño de 2014.
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Un misterio que lleva décadas intrigando a la NASA y la ESA

La ardua tarea de enviar una nave al espacio supone analizar miles y miles de datos y parámetros, utilizando superordenadores para realizar innumerables cálculos con el objetivo de conseguir una precisión exacta. El Universo es una inmensa mesa de billar en la que las bolas se encuentran a distancias enormes moviéndose además a velocidades vertiginosas. En todo este proceso, el más mínimo error puede dar al traste con muchos años de trabajo.

Sin embargo enviar una misión espacial desde la Tierra hasta un planeta del sistema solar no es tan fácil como podríamos pensar. Para alcanzar cuerpos planetarios lejanos necesitamos una carga de combustible demasiado alta y los ingenieros espaciales deben aprovechar las carambolas cósmicas que la gravedad les ofrece.

Sin estas maniobras de asistencia gravitatoria las misiones espaciales a muchos planetas hubieran sido virtualmente imposibles. ¿En qué consisten? Bueno, en este caso, explicarlas es mucho más sencillo que realizarlas puesto que a grandes rasgos tan solo se trata de aprovechar la gravedad de satélites o planetas bien para disminuir la velocidad de una nave espacial o bien para relanzarla hacia su destino.

Se llevan utilizando desde la década de los ’70 cuando los técnicos de la NASA utilizaron por primera vez la gravedad de Venus, curiosamente no para empujar sino para frenar la sonda Mariner 10 en su camino hacia Mercurio.

El ejemplo más alucinante de estas maniobras es sin duda alguna la misión interplanetaria de las Voyager 1 y 2, lanzadas en el año 1977 y que aprovecharon un poco frecuente alineamiento planetario que permitió utilizar el tirón gravitatorio de, no uno, sino dos planetas (primero Júpiter y después Saturno) para conseguir su impresionante viaje hacia las profundidades del Sistema Solar.

La sonda Galileo por su parte, supuso ya la perfección en el manejo de estas maniobras de asistencia gravitatoria puesto que se aprovechó del empuje de varias lunas y planetas para llegar a Júpiter. Incluso llegó a orbitar la Tierra utilizando nuestra propia gravedad para adquirir velocidad antes de emprender su vuelo hacia el gigante gaseoso. Continuar leyendo «Un misterio que lleva décadas intrigando a la NASA y la ESA»