Tras años en el museo de la localidad, cayó en manos de dos reputados investigadores, que la sometieron a varias pruebas para determinar su origen, composición y demás datos de interés. Llegaron a interesantes conclusiones: tenía apariencia artificial, unos diez millones de años de antigüedad, no era totalmente esférica (8,75 cm. el eje mayor por 8,47 cm. el menor, estaba un poco ahuevada) y lo más importante, la densidad de su núcleo era menor que cero, es decir, ¡su masa era negativa!.
Estos datos dieron a entender a lo científicos que podría tratarse de un objeto construido por una civilización anterior a la nuestra. Algunos se han atrevido a plantear que la esfera sea en realidad una «pila» de antimateria, utilizada como fuente de energía por no sabemos quién hace millones de años.
FUENTE: Crónicas del misterio, de Lorenzo Fernández Bueno.