Mi perro ve algo que yo no puedo ver.

Una de nuestras lectoras nos ha dejado un mensaje con la siguiente pregunta: ¿Es posible que mi perra vea algo que yo no puedo ver?, A continuación transcribimos su mensaje al cuerpo del blog para que sea más visible y podamos entre todos ayudar a develar el misterio del cuarto de Inés:

Estimados escritores de Asusta2:

Mi nombre es Inés y soy lectora de su sitio de misterios y leyendas urbanas. Hace algunas semanas, estando yo sentada en la computadora, observé a mi perra actuar de una manera muy extraña. Ladraba y lloraba mirando fijamente un rincón de la habitación. Le resté importancia porque creí que tendría hambre o que sentía algún ruido proveniente desde el patio. Lo cierto es que al día siguiente ocurrió la misma situación. En cuanto la entré del patio, (donde pasa la mayor parte del día), comenzó a comportarse de igual manera. Llorando, se mete entre mis piernas y observa fijamente el mismo lugar; Y por momentos tiembla y se queda quieta observando fijamente hacia el mismo rincón de la habitación. Primero creí que podría haber algo en el mueble que está sobre dicho rincón, como un objeto que le molestara, un trapo con olor extraño, o alguna otra pavada. Sin embargo y tras limpiar el cuarto por completo, aun sigue actuando igual, como si en realidad ella pudiera ver algo que yo no percibo, como (Un fantasma?). El caso es que antes no lo hacía y ahora no se que hacer para que se le pase. Agradecería que publicaran este mensaje para que si otro lector sabe como ayudarme deje un mensaje en éste blog.

Saludos.

Inés

Buscando por internet, quienes escribimos éste blog encontramos un caso similar y sobre el final del debate, una respuesta concreta, que posiblemente sea la explicación más acertada a éste tipo de casos. Para no transcribir todos los comentarios, dejamos el vínculo para quienes les interesa. Mi perro ladra a alguien que no veo. Esperamos que las palabras de «nande» te dejen más tranquila.

Recomendamos el post: https://asusta2.com.ar/que-es-el-tarot/

Extrañas Coincidencias: El Papa Pablo VI

El domingo 6 de agosto de 1978, el pequeño despertador que el papa Pablo VI había comprado en 1923 -y que durante 55 años le había despertado a las seis cada mañana- sonó repentinamente, y de un modo estridente. Pero no eran las seis; eran las 9:40 de la noche y, de forma inexplicable, el reloj empezó a sonar cuando el papa yacía moribundo. Más tarde, el padre Romeo Panciroli, portavoz del Vaticano, comentaría: “Fue de lo más extraño. Al papa le gustaba mucho el reloj. Lo compró en Polonia y lo llevaba siempre consigo en sus viajes.”