British Airways va a estrenar en 2014 sus vuelos directos a Johannesburgo, una noticia que han decidido difundir de una manera realmente original. En vez de limitarse a lanzar una tradicional campaña de anuncios publicitarios, la aerolínea ha organizado una carrera entre dos curiosos contendientes: un hombre y un avión.
El representante humano no es otro que Bryan Habana, un jugador de rugby sudafricano que destaca por su gran velocidad (ha llegado a correr los 100 metros en tan solo 10,6 segundos). Su temible rival fue un Airbus A 380, el avión comercial más grande del mundo que puede llegar a alcanzar los 225 kilómetros por hora en la maniobra de aceleración previa al despegue.
¿Conseguirá el veloz jugador vencer al gigante’ de los cielos? ¿Aprovechará su mayor capacidad de arranque desde la salida? Para conocer el resultado de esta insólita carrera les recomendamos ver el vídeo que ha preparado British Airways.
Como es normal, el duelo se produjo en la pista de un aeropuerto y fue grabado por todo tipo de cámaras. El resultado es un vídeo con unas imágenes espectaculares en slow motion, que ha superado el millón de visualizaciones en pocos días.
La pieza publicitaria incluye además declaraciones de compañeros de profesión de Bryan Habana antes del duelo, como el jugador sudafricano Jean de Villiers. “No tiene ninguna oportunidad. He jugado con él durante mucho tiempo y la verdad es que es muy veloz, pero esa es una máquina muy grande y muy rápida. Le deseo suerte, pero para ser honesto creo que no es posible”, afirma.
Un guepardo, su anterior rival
En el año 2007 Bryan Habana se enfrentó a otro duelo que tuvo un gran impacto mediático: una carrera contra un guepardo. Se trataba de una acción con fines ecológicos, que buscaba apoyar la protección en Sudáfrica de estos animales en peligro de extinción.
Para que el duelo estuviese igualado el jugador de rugby contó con 32 metros de ventaja sobre el veloz felino. Pero no fue suficiente, ya que el guepardo impuso su increíble rapidez y acabó ganando la carrera en los últimos metros.